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Diez Preguntas Contestadas

Jmaguire4 de Noviembre de 2013

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Diez Preguntas Contestadas Con La Biblia Católica Romana

SAGRADA BIBLIA. Versión directa de las lenguas originales por Eloíno Nácar Fuster canónico lectoral de la S.J. de Salamanca y el muy reverendo P. Alberto Colunga, profesor de Sagrada Escritura en el convento de San Esteban y en la Pontificia Universidad de Salamanca. El prólogo lo escribe "El Excelentísimo y Reverendísimo Señor D. Gaetano Cicognami, Nuncio de Su Santidad en España" Está publicada en Madrid, en el año 1959 por la editorial: "Biblioteca de Autores Cristianos", y lleva el imprimátur del Obispo Católico de Salamanca, F.R. Franciscus O.P. (Denominada Biblia Católica)

En el prólogo se lee: "San Juan Crisóstomo se quejaba amargamente de que los fieles de su vastísima diócesis no conocieran bastante ni leyeran los Sagrados Libros” El hubiese querido que existiese en cada casa cristiana una Biblia y que sus fieles supiesen de memoria al menos algunos salmos o algunos trozos escogidos del Santo Evangelio. Más adelante se citan las siguientes palabras de San Agustín: “Leed las Escrituras; leedlas para que no seáis ciegos. Leed la Santa Escritura, porque en ella encontraréis todo lo que debéis practicar y todo lo que debéis evitar. Leedla porque es más dulce que la miel y más nutritiva que cualquier otro alimento".

Después del prólogo, aparece en esta Biblia, la Encíclica Divino Afflante Spiritu, del Papa Pío XII, sobre el promover oportunamente los estudios de la Sagrada Biblia.

Entre las muchas cosas interesantes que contiene este documento, leemos que se debe "Procurar con todo ahínco se haga bien y santamente, la lectura cotidiana de las Escrituras en las familias cristianas. Toda esta Encíclica insiste en que los católicos deben leer la Palabra de Dios.

Hagámonos pues, diez preguntas de suma importancia, tanto para los católicos

como para los protestantes, y busquemos las respuestas en la Biblia Católica (1) .

1. ¿DIJO ALGUNA VEZ JESÚS QUE EDIFICARÍA SU IGLESIA SOBRE SAN PEDRO?

Lo que dijo Jesús, según lo podemos leer en la Biblia Católica, es lo siguiente: "Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia" (Mat" 16:18). No dijo que edificaría su iglesia sobre la persona de Pedro.

La palabra griega traducida Pedro, es Petros que quiere decir piedrecita o sea una piedra pequeña. La palabra para expresar roca es Petra. Lo que dijo Jesús realmente fue "Tu nombre es Petros y yo edificaré mi Iglesia sobre la Petra”.

¿Quién es la Roca? Es Jesucristo. Esto no lo dicen los protestantes ni evangélicos, sino que lo declaró el mismo apóstol San Pedro, como veremos a continuación. Jesús nunca dijo que edificaría la iglesia sobre Pedro. Un fundamento de esta clase sería muy defectuoso por su condición humana.

En la primera epístola de San Pedro 2:5-8; el propio apóstol se refiere a los cristianos como piedras y a Jesús mismo como la roca. Dice que Jesús es la PIEDRA ANGULAR, el fundamento (2). La Iglesia, pues, no está edificada, ni sobre San Pedro ni sobre sus sucesores sino sobre la roca que es Jesucristo mismo.

Sin duda una gran autoridad sobre este asunto es el apóstol San Pablo, y este dice: “Cuanto al fundamento, nadie puede poner otro sino el que está puesto el cual es Jesucristo" (1ª Cor. 3:11). De este modo coincide con el propio apóstol San Pedro en que la Iglesia está fundada, no sobre un hombre, sino sobre el Hijo de Dios.

2. ¿DEBEMOS ADORAR LAS IMÁGENES DE LOS SANTOS Y DE NUESTRO SEÑOR ARRODILLÁNDONOS DELANTE DE ELLAS CUANDO ORAMOS?

En la Biblia Católica encontramos que en el segundo mandamiento de la. Ley de Dios, en el libro del Éxodo Capítulo 20 versículo 5, dice así: "No te harás imágenes tal, ni figuración alguna de lo que haya en lo alto de los cielos, ni de lo que haya abajo sobre la tierra, ni de lo que haya en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellos ni las adorarás".

En el libro del Deuteronomio, Cap. 4:16, de la misma Biblia, leemos lo que sigue: "Guárdate bien de corromperos, haciéndoos imagen alguna tallada, ni de hombre ni de mujer…guárdate de hacerte imagen esculpida de cuanto tu Dios te ha prohibido".

En el Cap. 44:9-20; de la profecía de Isaías que, en la Biblia Católica lleva por subtítulo "Vanidad de los ídolos", dice: "Todos los hacedores de ídolos son nada y sus vanas hechuras no sirven de nada"; habla luego de los árboles que después de cortarlos sirven de leña, y sin embargo, de otros pedazos del mismo tronco, "Se hacen de ellos dioses ante los cuales se prosternan, ídolos que adoran…postrándose ante ellos y a quien suplican diciendo: Tu eres mi Dios, sálvame. Pero ellos no saben, no distinguen, porque están cerrados sus ojos y no ven; está cerrado su corazón y no entienden...".

Esto es lo que dice la Biblia Católica, y cada cristiano debiera tenerlo muy en cuenta, es la Palabra de Dios, antes de arrodillarse delante de cualquier imagen (3).

3. ¿QUIÉN TIENE AUTORIDAD, LA TRADICIÓN DE LOS HOMBRES 0 LA PALABRA DE DIOS?

Cuando Jesús estaba sobre la tierra, según leemos en la Biblia Católica "Le preguntaron los fariseos y escribas: ¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de los antiguos?" (Mar. 7:5). Veamos cuál fue la respuesta de Jesús: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de Mí, pues me dan un culto vano, enseñando doctrina que son preceptos humanos. Dejando de lado el precepto de Dios, os aferráis a la tradición humana. En verdad que anuláis el precepto de Dios para establecer vuestra tradición" (Marcos 7:6-9,13).

Vemos que Jesús condena la tradición y ensalza la Sagrada Escritura. Esta Biblia Católica insiste en que únicamente los mandamientos de Dios, tal como se encuentran en su Palabra tienen autoridad.

En el pasaje 2a.Tesalonicenses 2:15, de esta misma Biblia Católica no hay referencia alguna a la tradición (4), pues dice: "Manteneos, pues hermanos, firmes, guardad las enseñanzas que recibisteis, ya de palabra ya por carta nuestra" Pablo al hablar de "enseñanzas" se refería al Evangelio que él había predicado y escrito en sus cartas. En forma parecida habla en el capítulo 3:6, del mismo libro, cuando dice: "En nombre de nuestro Señor Jesucristo os mandamos, apartaos de todo hermano que vive desordenadamente y no sigue las enseñanzas que de nosotros habéis recibido", y en 2a.Timoteo 2:2, "Y lo que de mí oísteis ante muchos testigos, encomiéndalo a hombres fieles". Cuando San Pablo escribió estas palabras no existía tradición eclesiástica alguna, pues era en los primeros tiempos de la iglesia, de modo que no podía referirse a la Tradición Católica o a la de los Padres de la Iglesia Estas vinieron más tarde.

En cambio observamos que una vez terminadas las cartas apostólicas, todo lo demás que pudiera venir como doctrina fue prohibido, pues se pronunció una maldición sobre los que añadiesen algo a la palabra escrita. En el libro de Apocalipsis 22:18, de esta misma Biblia Católica, dice el Señor Jesucristo: "Yo atestiguo a todo el que escucha mis palabras de la profecía de este libro; que si alguno añade a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas escritas en este libro, y si alguno quita de las palabras del libro de esta Profecía, quitará Dios su parte del árbol de la vida, y de la ciudad santa, y de las cosas que están escritas en este libro". Nada escrito por los Padres de la Iglesia fue inspirado, pero lo que dijeron y escribieron los apóstoles, era en verdad Palabra de Dios (5).

4. ¿ES NECESARIO TODAVÍA EL SACRIFICIO DE LA MISA?

Atendamos en cuanto a esto a la infalible y autorizada Palabra de Dios. Encontramos la respuesta a esta pregunta en Hebreos 10:11, 12, 14 y 18; donde dice: "Todo sacerdote asiste cada día para ejercitar su ministerio y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados... ". Así que, según esta Biblia Católica, es vano e inútil ofrecer una misa diaria, ya que Dios dice que tales ofrendas repetidas nunca pueden quitar pecados. Pero continuemos:

"Este (Jesús) habiendo ofrecido un sacrificio por los pecados para siempre se sentó a la diestra de Dios... de manera que con una sola oblación perfeccionó para siempre a los santificados pues donde hay remisión ya no hay oblación por el pecado".

¡Qué cosa tan admirable! ¿Qué hizo Jesús? Ofreció un solo sacrificio. ¿Cuál? SE OFRECIÓ A SÍ MISMO. Sí, Jesús se ofreció en la cruz del calvario como sacrificio por los pecados de su pueblo; y este sacrificio no tiene que ser ofrecido de nuevo. Dios dice que fue para siempre. ¿Por qué? Porque ese único sacrificio, es suficiente para la remisión del pecado; y luego añade: "Ya no hay oblación o sacrificio por el pecado" Esto afirma la Biblia Católica.

Gracias a Dios ya no hacen falta más sacrificios. Cuando el Señor estaba en la cruz exclamó "Consumado es"! Consumada es la redención de todos para quienes EL murió. La obra está efectuada, concluida, la expiación fue hecha, la deuda de pecado quedó pagada. Jesús lo pagó todo. Según la Biblia Católica, no hace falta ninguna otra misa o sacrificio por los pecados. Jesús ofreció el único sacrificio (del latín “sacramento”) que era necesario. ¿Por qué tratar de agregar algo a una obra ya terminada si Dios dice que no puede haber ya "oblación"

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