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EL ARAMEO Y EL HEBREO(Camilo Ezagui Menashe)

miguel95129 de Septiembre de 2013

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El arameo y el hebreo

"SHEMA ISRAEL ADONAI ELOHEINU ADONAI EJAD", Deuteronomio 6,4

QUE LENGUAS SE HABLABAN EN LA JUDEA DEL SIGLO I

Por Camilo Ezagui Menashe, estudioso de las raíces judías del Cristianismo y guía de peregrinos cristianos en Israel desde 1981.

El hebreo es una de las lenguas semitas noroccidentales que como el fenicio, el Amoneo y el Moabita presentan marcadas influencias del Canaaneo. Sabemos que el Antiguo Testamento (la Torá o Pentateuco) de la Biblia fue escrito originalmente en hebreo.

La Torá o Pentateuco de la Biblia

En el libro II de Reyes, cap. 18, 26 y en el libro del Profeta Isaías cap. 36, 11 (siglo 8vo. A.C.), se menciona claramente la diferencia entre el arameo y la lengua que se hablaba en Judea durante la invasión de Sanaquerib cuando los consejeros del rey Ezequías en Jerusalén le dicen al emisario del rey de Asiria: "Por favor háblanos a nosotros tus siervos en arameo que lo entendemos, no nos hables en la lengua de Judea para que no te oiga el pueblo que está sobre la muralla"...

Al volver a Judea del exilio de Babilonia (siglo 6to. A.C.), se utilizaron los "Targum" en arameo para enseñarle al pueblo la Torá. Quinientos años después las cosas habían cambiado y para el siglo I de la era cristiana se hablaba desde hacía mucho tiempo el hebreo.

La Profesora Sara Lipkin, especialista en lengua hebrea, en su estudio: "El hebreo, historia por capítulos" (1992) nos dice que "el hebreo arcaico de la Mikrá, que se hablaba en la época del Rey Salomón tal y como aparece en el Pentatéuco, las Crónicas y los Profetas , fue sustituido unos 300 años antes de Cristo por un hebreo hablado que utilizaba palabras, modismos, pronunciación y expresiones un tanto diferentes y que se conoce como "Lashón Jazal" o la Lengua de los Sabios. Este hebreo se habló en Judea hasta el año 200 después de Cristo". La profesora Sara Lipkin señala que durante ese período el arameo era una lengua internacional que se hablaba y se escribía desde la India y hasta Kush (Sudán). En esta época, concluye Sara Lipkin, los judíos hablaban 3 lenguas: el hebreo, el arameo y el griego. Había quien sabía hablar las tres y había quien solo hablaba una de ellas.

Por su parte, el Profesor David Flusser de la Universidad Hebrea de Jerusalén concluye que: “Después del descubrimiento del Libro de Ben Sira en hebreo entre los Manuscritos del Mar Muerto y del hallazgo de las Cartas de Bar Kojbá y a la luz de estudios más profundos del lenguaje de los sabios judíos, se acepta que la mayor parte del pueblo hablaba bien el hebreo". El Profesor M.H. Segal, una autoridad en hebreo Mishnaico, opina lo mismo. Es preciso señalar que entre los Manuscritos del Mar Muerto casi todos los textos de inspiración propia tales como himnos, comentarios sobre las Escrituras, correspondencia, la regla de la comunidad, las profecías apocalípticas y el Pesher Habakuk, entre otros, fueron redactados en lo que el erudito John Meiers llama un "hebreo post-bíblico" que estaba en uso en los siglos primero antes y después de Cristo.

El Libro de Ben Sira se escribió en hebreo entre el 190 y el 180 antes de Cristo en la época de la sofocante ocupación de Judea por los griegos. Con este texto los maestros y ancianos judíos enseñaban la sabiduría mosaica y las virtudes a los jóvenes. Fue traducido al griego por el nieto de Ben Sira quien dice en la introducción: “Pues no tienen la misma fuerza las cosas expresadas originalmente en hebreo que cuando se traducen a otra lengua”. Este libro es considerado un texto canónico en la Biblia cristiana (Eclesiástico). Durante el reinado de los reyes de la dinastía Jasmonea (141 al 63 A.C.) las monedas, salvo contadas excepciones, se acuñaron con inscripciones en griego y en hebreo. El historiador judío Yosef Ben Matitiahu o Flavius Josefus (37-100 D.C.) en su libro "La Guerra de los Judíos contra los romanos" (Tomo 6, cap. 2) relata cómo el General Tito lo envió a él a las murallas a negociar la rendición con el pueblo sitiado en Jerusalén en el año 70. En algunas traducciones tendenciosas aparece que lo hizo en "la lengua de sus antepasados" que según eruditos de la iglesia es el arameo (como John Meier en su libro "Un judío marginal"). Josefus escribió textualmente que él le habló al pueblo en hebreo y así aparece en la traducción al inglés de William Whiston en "The Genuine Works of Flavius Josephus" de 1824, así como en la traducción al hebreo del Dr. Yaacob Naftalí Simjoni de 1923 y lo confirma el historiador inglés Desmond Seward en su libro "Jerusalem's Traitor", 2009. Josefus que escribió sus obras en Koiné hace una clara distinción entre el hebreo y el arameo al que llama "Συριστί = Siristi o lengua siria".Los rebeldes judíos que defendieron la fortaleza de Masada fueron derrotados por las legiones romanas en el año 73 de la era cristiana. Entre los hallazgos arqueológicos se encontraron fragmentos de cerámica con los nombres de algunos combatientes escritos en hebreo. Entre los nombres aparece el nombre BEN YAIR del comandante judío ELEAZAR BEN YAIR mencionado por el historiador Flavius Josefus en su relato sobre la caída de Masada en su obra la Guerra de los Judíos contra los romanos. Las cartas de Simón Bar Kojbá o Bar Kosiba (ver la traducción más abajo) halladas en el Desierto de Judea y expuestas en el Museo arqueológico de Israel en Jerusalén fueron escritas en hebreo cotidiano durante la segunda revuelta de la Judea monoteísta contra la Roma pagana entre el 132 y el 135 de la era cristiana. Esas cartas demuestran que unos 100 años después de la Crucifixión de Jesús todavía se hablaba hebreo en Judea. Sin embargo, una generación después de esa aplastante derrota los judíos de la Galilea pasaron paulatinamente a hablar el arameo y el hebreo dejó de hablarse aproximadamente en el año 200 D.C..

Por cierto, fue en el año 135 D.C. cuando el emperador Adriano le cambió el nombre a Judea por el de Palestina y a Jerusalén por el de Aelia Capitolina. Es por eso que el nombre Palestina no aparece en los Evangelios. El Profesor David Flusser afirma en su libro “El judaísmo y las raíces del Cristianismo” que las Parábolas (en hebreo Mashal) de la literatura rabínica fueron relatadas al pueblo por los rabí-maestros solo en hebreo durante todas las épocas. Y las parábolas de Jesús no fueron la excepción. El Dr. Brad Young especialista en este tema coincide con el Profesor Flusser.

También menciona David Flusser como prueba del uso del hebreo entre los judíos el texto de Hechos de los Apóstoles 21, 37 al 40 donde textualmente dice que San Pablo arrestado por los romanos se dirige al pueblo en las escaleras de la fortaleza Antonia de Jerusalén “en lengua hebrea": "Pablo dijo: Yo soy un judío de Tarso…Te ruego que me permitas hablar al pueblo. El tribuno se lo permitió. Pablo de pié sobre las escaleras pidió con la mano silencio al pueblo. Y haciéndose un gran silencio les dirigió la palabra en lengua hebrea...al oír que les hablaba en lengua hebrea guardaron profundo silencio", (Biblia de Jerusalén).

Y de nuevo en Hechos 26, 14 cuando Jesús se le aparece a Pablo (Saúl) en el camino a Damasco dice: "Caímos todos a tierra y yo oí una voz que me decía en lengua hebrea: Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? Te es duro dar coces contra el aguijón. Yo respondí: ¿quién eres Señor? Y me dijo el Señor: Yo soy Jesús a quien tú persigues...". (Biblia de Jerusalén).

Algunos estudiosos de la vieja escuela afirman que el hebreo solo se hablaba entonces entre "sabios" (Jazal). Sin embargo vemos que tanto Pablo como Josefus le hablaron en hebreo al pueblo. Es preciso señalar que el Koiné era una modalidad del griego de uso común en todo el imperio romano y fue la lengua en que se difundieron los Evangelios. Arameo en Koiné se dice Συριστί συριστί (Siristi=en lengua siria) y en griego se dice Αραμαίοι y Αραμαικός. El texto original de los Hechos de los Apóstoles en Koiné dice Ebraisti: Ἑβραιστί = en lengua hebrea.

El investigador Douglas Hamp es M.A. en Biblia de la Universidad Hebrea de Jerusalén y se ha especializado en lenguas antiguas como hebreo bíblico y Griego Koiné. En su libro "Discovering the Language of Jesus" (2005) afirma que la evidencia de que el hebreo era una lengua hablada es inequívoca. Sin embargo se pregunta: "¿Por qué la mayoría de los eruditos y traductores de la Biblia consideran que el hebreo significa realmente arameo? La palabra para arameo en griego es Συριστί, Siristi, que por cierto nunca aparece en el Nuevo Testamento aunque si aparece en la Septuaguinta (la traducción al griego del Antiguo Testamento)". Douglas Hamp también se pregunta: "Dado que los copistas del Nuevo Testamento tenían una palabra para expresar "arameo" si lo hubieran querido ¿por qué no lo hicieron si en verdad hebreo significa arameo?".

La Mishná es la recopilación hecha en la Galilea por Rabi Yehudá Hanasí alrededor del año 200 D.C. que resume los lineamientos de la ancestral sabiduría oral de los sabios (Tanaim) para la práctica correcta de los mandamientos de la Torá. Fue escrita en el hebreo hablado en Judea durante los siglos I y II D.C. conocido como "Hebreo Mishnaico". Józef Tadeusz Milik, catedrático bíblico polaco y ex-sacerdote católico que formó parte del equipo de especialistas que descifró los Manuscritos del Mar Muerto

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