El desierto el mejor lugar de entrenamiento

¿Cual es la razón de que las cosas que valen la pena sean tan difíciles de alcanzar? ¿Cuál es la razón de que en la vida atravesemos por momentos tan difíciles? ¿Por qué a veces parece que en vez de caminar en verdes praderas, atravesamos desiertos tan horribles, que parecen no tener fin, y que no hay un lugar con sombra y ni agua para beber?

Agárrate de tu silla, hay te va la respuesta a esta gran interrogante: ¡Dios siempre ha utilizado el desierto como un campo de entrenamiento para los mejores! "¡DIFICIL DE CREER!", pero es en el desierto donde diferentes personas se han encontrado con Dios de una manera tan diferente y hermosa a la vez.

Los desiertos son más frecuentes de lo que imaginamos. ¿Se ha sentido desanimado?¿Considera que no vale la pena seguir orando?¿Ir a la iglesia ya no tiene sentido para usted?¿Ha pensado que el cristianismo es una mera forma de expresar una bondad y amor que no se viven? ¿Considera que quienes le rodean son un hato de hipócritas? Si sus respuestas son afirmativas como mínimo para dos de los anteriores interrogantes, lo más probable es que está atravesando por un prolongado desierto espiritual y emocional. 

La Biblia dice que Dios convierte los desiertos en manantiales. "Vuelve el desierto en estanques de aguas, y la tierra seca, en manantiales” (Salmo 107:35). Dios transforma las crisis que atravesamos. ¿Cómo lo hace? De una forma especial, como sólo El sabe hacer las cosas. Su fuerza y su poder operan cambios sorprendentes en la existencia de las personas. 

¿Qué se necesita? Dependa de El. Los seres humanos fallamos, pero nuestro amado Creador jamás nos dejará abandonados. Decídase: si está atravesando una crisis, confíesela a El y puedo asegurarle que las cosas no serán iguales desde ahora.

José
¡Sí! El chamaco soñador con delirios de grandeza. Aquél que soñó en dos ocasiones con que él sería mejor que toda su familia junta, tuvo como primer campo de entrenamiento, para llegar a ser esa persona importante, el desierto. ¡Sí! En el desierto fue traicionado por sus hermanos, estuvo encerrado en una cisterna (un pozo sin agua en el desierto) hasta que finalmente fue vendido.

Fue en ese desierto donde tuvo que aprender a dejar de depender de sí mismo, que las cosas a veces se salen de su control y entonces tuvo que depender totalmente de la voluntad de Dios. 
Fue allí donde su arrogancia y orgullo (que todo joven tiene en esa edad) fue moldeada a humildad y servicio, mismos que le sirvieron para llegar de 30 años (después de 13 años de entrenamiento) a ser el segundo hombre sobre Egipto.

David
Antes de ser el gran rey de Israel, David también tuvo como campo de entrenamiento: EL DESIERTO. Apacentando ovejas que necesitaban de agua y comida, que eran constantemente acechados por osos y leones.

Fue allí donde aprendió a tener ese corazón tan noble y compasivo, aprendió a cantarle a Dios en la soledad, a enfrentar enemigos más grandes y fuertes que él y confiar en la fortaleza que Dios le daba.

Jesucristo
Nuestro mismísimo Señor Jesús también fue entrenado, antes de comenzar a predicar, ¿dónde creen? ¡SI! En el DESIERTO; y allí fue confrontado por ni más ni menos que el Adversario.

¡Sí! Quizás Dios te dio sueños maravillosos, anhelos grandes pero ahora parecen tan solo un “espejismo” en el desierto, ese clásico espejismo en el que parece que tienes agua delante de ti, pero que nunca lo alcanzas, parece que estás caminando bajo el sol ardiente y que pronto desfallecerás. Tal parece que Dios se ha ido y que no escucha más tus oraciones.

Dios está contigo, aunque no lo puedas ver, escuchar o sentir Su Presencia. Lo que pasa es que te está ENTRENANDO en el DESIERTO! Porque sin duda serás un gran hombre o una gran mujer que hará cosas maravillosas para Dios