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Ensayo Historia del cristianismo


Enviado por   •  4 de Junio de 2020  •  Ensayos  •  3.799 Palabras (16 Páginas)  •  1.015 Visitas

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TRABAJO FINAL HISTORIA DEL CRISTIANISMO 1

Presentado al Diácono Nelson Riaño

Módulo Historia del Cristianismo 1

Presentado por Carolina Rincón Jurado

Segundo Semestre Académico

INSTITUTO BÍBLICO CASA ROCA

2020

LA IGLESIA IMPERIAL

A continuación, se hace una breve reseña de los aspectos más importantes de la Iglesia Imperial, la cual abarca un periodo de tiempo que va desde el 313 d.C. que inicio con el edicto de Milán, hasta el año 476 d.C.

Después de su victoria final, Constantino declaró como religión oficial del imperio el cristianismo lo cual trajo un periodo de paz a la iglesia y después de ser perseguidos llegaron a ocupar un lugar muy privilegiado en el imperio. Ente periodo marca un punto muy importante en la historia de la iglesia que determinara su futuro desarrollo, tanto para bien como para mal. Con el edicto de Milán en el 313 que favorecía al cristianismo vieron otras leyes que influyeron poderosamente en el futuro del imperio. Los templos de los cristianos que habían sido clausurados y destruidos en tiempos de la persecución fueron reabiertos y remodelados, pronto los ministros del evangelio que un día fueron despreciados y conducidos a la muerte eran estimados en gran manera y llegaron a ocupar puestos de gran prestigio como consejeros de gobernadores y del mismo emperador. También llegaron a estar exentos de algunos impuestos que todo el pueblo pagaba. El emperador declaro el día domingo como el día de descanso y para adorar libremente al Dios y pronto adopto todos sus símbolos para identificarse con el cristianismo, especialmente la cruz a tal punto que llegó a prohibir la muerte en la cruz que el antiguo imperio romano decretaba sobre la pena máxima a criminales que no poseían la ciudadanía romana. Además, los principios del evangelio influyeron tanto que llegaron a establecer leyes más justas para los esclavos, los cuales no gozaban de ninguna, también se abolió la muerte de los niños que los padres aborreciesen por cualquier razón, algo que era común antes de este edicto, y así la vida humana llegó a ser más apreciada. Los juegos de gladiadores  se  prohibieron. 

Estas nuevas concesiones a los cristianos, decretadas por Constantino, un emperador que poseía el raro don de los gobernantes que saben hasta qué punto pueden aumentar los impuestos sin perder la lealtad de sus súbditos, y que saben también cómo ganarse esa lealtad.

Por ser un gran político, con las habilidades propias de los grandes estadistas, tuvo tanto simpatizantes como detractores. Algunos pensaban que para él, conceder privilegios a los cristiano y establecer su iglesia como la oficial del imperio, era solo una jugada política más. Otros pensaban que realmente Constantino había tenido una real conversión a Cristo.

Es así que existen razones que nos llevan a considerar que la versión según la cual Constantino se “convirtió” por puro oportunismo político, es equivocada o por lo menos exagerada. Estas razones son:

  • La primera de ellas es que tal interpretación es en extremo anacrónica. Los dioses eran realidades muy concretas para los antiguos, y aún los más escépticos temían y respetaban los poderes sobrenaturales.

  • La segunda razón es que, desde el punto de vista político, la conversión de Constantino tuvo lugar en el peor momento, cuando se aprestaba a luchar por la ciudad de Roma, centro de las tradiciones paganas. Además, la mayor fuerza numérica del cristianismo no estaba en Occidente sino en Oriente.

  • Por último, se equivocan porque el apoyo que los cristianos pudieran prestar a Constantino era harto dudoso debido al pequeño número de cristianos en el ejército y a que la mayor parte de la población civil cristiana pertenecía a la clase baja, que no podía prestar gran apoyo económico a los designios de Constantino

Pero existe una razón de peso para explicar la “conversión” de Constantino:

Parece ser que Constantino creía verdaderamente en el poder de Jesucristo, aunque esta aseveración no indica que el emperador hubiese entendido la nueva fe como la habían entendido los muchos cristianos que habían ofrendado su vida por ella. Para Constantino el Dios de los cristianos era un ser extremadamente poderoso, que estaba dispuesto a prestarle su apoyo siempre y cuando él favoreciera a sus fieles. Esta interpretación encuentra apoyo en las declaraciones del propio Constantino que la historia ha conservado, y que nos muestran a un hombre sincero cuya comprensión del evangelio era escasa y no le impedía servir a otros dioses.

Sin embargo, los dirigentes eclesiásticos de la época no trataron a Constantino con el rigor que hubieran tratado a cualquier otro cristiano, no simplemente por temor o cobardía ante el poder y la irascibilidad del emperador; sino a que técnicamente, al menos, el emperador no era cristiano, pues no se había sometido al bautismo (de hecho, no fue bautizado sino en su lecho de muerte).

Hubo tres reacciones extremas al "impacto" de Constantino.

  1. La "teología oficial”:  aceptación al nuevo orden

La "teología oficial" cuyo principal representante fue el obispo e historiador eclesiástico "Eusebio de Cesarea". Fue motivada por la aceptación total al nuevo orden establecido.

Ésta veía la conversión de Constantino como la "consumación de la historia humana" y una prueba de la verdad de la fe cristiana.

El principal portavoz de la teología oficial, fue Eusebio de Cesarea. Su principal obra fue la llamada “Teología eclesiástica” cuya intención no era simplemente narrar los acontecimientos de la vida de la iglesia, sino que tenía un propósito apologético que pretendía demostrar que la fe cristiana era la consumación de toda la historia humana. Esta perspectiva teológica le prohíbe toda actitud crítica hacia lo que estaba aconteciendo que es el principal defecto atribuible a su obra.

El aspecto más grave de la posición de Eusebio es que, a través de su obra, buena parte de la teología cristiana abandonó o transformó algunos de sus temas tradicionales. Es así como, por ejemplo, vemos que la cuestión de cómo podía ser salva una persona rica, que había preocupado a los cristianos de los primeros siglos; se transformó hasta el punto de que, a partir de Constantino, la riqueza y el boato comienzan a ser tomados como una señal del favor divino. Igualmente, Eusebio describe con gran gozo y orgullo los lujosos templos que se estaban construyendo. Pero el resultado neto de estas construcciones y de la liturgia que se estaba desarrollando en ellas, fue la creación de una aristocracia clerical, semejante y paralela a la aristocracia imperial, y frecuentemente tan apartada del común de los creyentes como lo estaban los magnates del imperio del común de las gentes.

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