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Enseñanza: “los discípulos de Emaús”


Enviado por   •  1 de Noviembre de 2015  •  Síntesis  •  1.291 Palabras (6 Páginas)  •  250 Visitas

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Enseñanza:

“los discípulos de Emaús”

(Lucas 24, 13-35)

Objetivo:

 Reflexionar como la vivencia y estado de ánimo de los discípulos de Emaús se manifiesta en mi vida conociendo el amor de Dios.

INTRODUCCION.

Jesús el buen  Pastor vela, cuida y custodia sus ovejas   esta historia aconteció inmediatamente después del anuncio de los ángeles a las mujeres, y de ellas a los Apóstoles. Y esta historia es ciertamente extraordinaria, edificante y admirable, muy digna de ser conocida y de ser oída, pues en ella Cristo habría de mostrar su singular amor para con los discípulos, amor que congregaba a sus ovejas dispersas. Esto siempre me hace pensar que el camino de la búsqueda se hace en “comunidad”. El ir solo, por libre tiene excesivos riesgos. El compromiso siempre es personal pero el mejor discernimiento es comunitario. Siempre es el Señor quien nos sale al encuentro, Parece que nos está esperando y al primer paso se coloca a nuestro lado.

Jesús se manifiesta como un desconocido caminante que entabla conversación con aquellos hombres. En el camino de Emaús encontramos a dos desanimados discípulos que lamentan la muerte de su maestro y que sin querer descargan en aquel peregrino todo lo que llevan dentro, todas sus esperanzas, frustraciones, desilusiones, pensamos como jóvenes que  caminamos solos  por la vida, cargando con recuerdos que lastiman y con heridas que jamás sanan, sentir que nos falta ese amor de un ser que no tenemos.  Para los discípulos y para nosotros  en ese momento  llega el amor de Dios que es Jesús mismo quien nos busca y sale a nuestro encuentro el mejor terapeuta que hubiesen encontrado.  Ese peregrino llega a darnos esperanza el  corazón de los discípulos ardía al escucharlo y no entendían el porqué. Cuantas veces nosotros como jóvenes nos hemos sentido tan desanimados en el camino de la vida, cuando una persona que tanto amas te ha fallado o tú mismo le has fallado a alguien y haz experimentado la necesidad que alguien te escuche y te acepte con todos tus problemas, debilidades y complejos, sin encontrar esa mano amiga que te brinde un poco de su valioso tiempo.

El problema de los discípulos y el de nosotros es el poder “ver”  en que momentos el señor se encuentra a nuestro lado y no somos capaces de reconocerlo, mas sin embargo nuestro corazón experimenta una sensación diferente que nos hace acercarnos y sin saber el porqué de ello cambiamos poco a poco. ¿Qué caracteriza a los que aman?  Hablaban sobre él como quien ama a alguien, pues quienes aman a una persona piensan en ella a menudo,  sueñan con ella, y de la abundancia del corazón habla la boca. Pero no lo amaban tanto, sino que también dudaban.

Hoy joven es ese gran día en que un amigo incondicional llamado Jesús te dice, si nadie te ama, mi alegría es amarte, si lloras estoy deseando consolarte. Pero  ¿Cuándo se nos acerca Jesús? Jesús se nos hace presente en la tribulación, así como se hizo presente a los Apóstoles mientras remaban. Se hace presente también por su promesa: "Donde estén dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18). Y lo que entonces cumplió con su presencia corporal, no lo deja de hacer nunca con su presencia espiritual. Se hace presente, en fin, por el diálogo espiritual que tienen: "Cerca está el Señor de quienes lo invocan" (Sal 144), es decir, de quienes hablan de Él.

  Jesús nos habla al alma por sí mismo, o por medio de algunos de sus ministros, o por medio de enfermedades y dolencias. Y sin embargo no lo reconocemos, sino que lo atribuimos al aire, al destino, a alguna coincidencia. Y lo que es peor, cuando lo conocemos, no lo obedecemos, por estar atados a nuestros defectos. Como en el evangelio el señor le dice a sus discípulos cuanto les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas, jóvenes Jesús es quien nos habla para hacernos ver que todo lo que sucede, sucede por una razón, no le damos al señor la oportunidad de escucharlo con el corazón (diferencia entre oír y escuchar).

Llegar a descubrir que todo este tiempo Mis ojos han estado vendados por no poder  descubrir su presencia, no ser capaz de  reconocerlo en todo lo que me rodea, tantas maneras en la que actúa en mi vida, me llama por mi nombre, tantas veces que nos quejamos de la vida que tengo si Dios no me responde pero antes que me formara en el seno de mi madre él ya nos conocía y siempre está con nosotros, mas sin embargo si la venda de mis ojos quito descubriré que a mi lado siempre ha ido, y ver en mi camino recorrido que a  mi lado has estado, en cada paso y suspiro me has amado, me sanas, ser capaz de abrazar mi propia cruz, meditemos esto señor que me aqueja, este dolor de una herida que siento  jamás será cerrada pero ahora puedo  sentirme  inundado de tu amor, señor Jesús,  Dios me pregunta ¿estás dispuesto a seguirme?.

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