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Familia Y Matrimonio


Enviado por   •  4 de Julio de 2013  •  2.410 Palabras (10 Páginas)  •  558 Visitas

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1.- El matrimonio y la familia, bases de la sociedad

Todos los seres humanos, por naturaleza, necesitan y dependen de los demás, en mayor o menor grado, durante toda su vida. Nacen y crecen gracias al amor y cuidados que ofrecen el padre y la madre que los han engendrado.

Por eso, la Doctrina Social de la Iglesia considera que el matrimonio y la familia son el fundamento de la sociedad y la célula original de vida social.

Así, el Concilio Vaticano II enseña:

“La familia contribuye de manera especial al bien social mediante la maternidad y la paternidad responsables, forma especial de la peculiar participación de los cónyuges en la obra creadora de Dios” (GS, nº 50).

Sin embargo, es un hecho que en la sociedad actual la institución social de la familia y la del matrimonio que la sustenta son, con frecuencia, ignoradas o atacadas, identificándolas con meras relaciones individuales, sin compromisos responsables y casi siempre de duración limitada. Esta situación supone un grave daño para la humanidad, pues como es el conjunto de las familias, así es la sociedad. (Pio XII).

El Papa Benedicto XVI ha enseñado que para dar un rostro verdaderamente humano a la sociedad es necesario cuidar el bien precioso de la familia, fundada sobre el matrimonio.

Recuerda el Papa que la alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre si un consorcio para toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, es el fundamento de la familia, patrimonio y bien común de la humanidad.

Así pues, la Iglesia no puede dejar de anunciar que, de acuerdo con los planes de Dios, el matrimonio y la familia son insustituibles y no admiten otras alternativas (carta de Benedicto XVI anunciando el Encuentro Mundial de las Familias, mayo de 2005).

2.- El matrimonio en el plan de Dios

El matrimonio en el Antiguo Testamento. Estas son las propiedades esenciales del matrimonio según la Biblia:

• Es monógamo: ya que la unión matrimonial es de un hombre con una mujer. Dios los creo el uno para el otro; por eso Adán al contemplar a Eva dice: “Esto sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne”

• Es indisoluble: pues la unión matrimonial implica la donación mutua e incondicional de las personas que la constituyen. Según el génesis: “Y vendrán a ser los dos una sola carne”.

• Está orientado a la procreación: Dios bendijo a Adán y a Eva diciéndoles: “ creced y multiplicaos y poblad la tierra(Gn 1, 28)

El matrimonio en el Nuevo Testamento. Debido a la dureza del corazón del pueblo elegido, la concepción primera del matrimonio se fue desvirtuando con el paso del tiempo (Mc 10, 7). Por eso Jesucristo restableció la voluntad divina, enseñando de nuevo la unidad (ya no son dos, sino una sola carne, Mc 10, 8) y la indisolubilidad del matrimonio (lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre, Mc10, 9).

Pero, además Cristo elevó el matrimonio a la condición de sacramento, fuente de gracia para quienes lo contraen. Se explica que el matrimonio no puede ser un simple trámite o una costumbre social.es un sacramento que une mas a los contrayentes a Dios. El matrimonio cristiano es un verdadero camino para la santificación de los cónyuges.

3.- indisolubilidad, nulidad y divorcio

• Indisolubilidad del matrimonio: Jesucristo lo expreso así: lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre (Mc 10,9). La Iglesia debe ser fiel a la voluntad de Dios sobre el matrimonio. Por eso nadie, ni siquiera el Papa, puede disolver un verdadero matrimonio. El Código de Derecho Canónico (CDC) establece: el matrimonio rato (valido) y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano, ni por ninguna causa que fuera de la muerte (canon 1141).

• Nulidad del matrimonio: La Iglesia puede declarar jurídicamente nulas aquellas uniones que no tuvieron en su origen los requisitos indispensables para su validez. Cuando los tribunales eclesiásticos declaran la nulidad de un matrimonio, nunca lo hubo. Por tanto, no anulan un matrimonio, sino que declaran su nulidad.

Las causas de la nulidad pueden ser físicas, como la impotencia antecedente a la celebración del matrimonio e irreversible (CDC, canon 1680); psíquicas, cuando existe un grave defecto de discreción de juicio acerca de los derechos y deberes esenciales del matrimonio (CDC, cánones 1095-1096) ; o por defecto de forma, cuando no se cumplen los requisitos jurídicos para contraer matrimonio (CDC, cánones 1097-1104).

• El divorcio: El divorcio es la ruptura del vínculo matrimonial aceptado libremente por los esposos de vivir juntos hasta la muerte. Es una ofensa grave a la ley natural y la ley evangélica. El hecho de contraer una nueva unión, aunque reconocida por la ley civil, aumenta la gravedad de la ruptura, pues el cónyuge casado de nuevo se halla entonces en situación de adulterio público y permanente (CEC, nº 2384).

4.- valor positivo de la sexualidad

Cabe resumir en 3 principios la doctrina moral católica sobre la sexualidad:

• La sexualidad es un bien querido por Dios: La moral cristiana, siguiendo el mensaje de la revelación, da un sentido muy positivo a la sexualidad. Dios creó al hombre a imagen suya… hombre y mujer los creó (Gn 1, 28). Dios es amor y llama al hombre y a la mujer a un amor semejante al suyo: bueno, noble, generoso, fiel… según el plan establecido por Dios, el amor conyugal incluye las relaciones sexuales entre los esposos como expresión de un amor fiel y generoso, abierto a la procreación.

• El ejercicio de la sexualidad requiere autodominio: La sexualidad humana ha de ser responsable, es decir, debe ser autentica y libre o, lo que es lo mismo, debe estar orientada por la razón y dirigida por la voluntad. Esto implica el autodominio sobre la propia sexualidad ya que, de lo contrario, esta acabaría siendo una inclinación irracional.

El ejercicio del autodominio del instinto sexual debe realizarse durante toda la vida de las personas, tanto en el estado célibe como dentro del matrimonio.

Para alcanzar ese autodominio se precisa una educación sexual y una formación para el amor permanentes, un estilo de vida en el que la sexualidad sea coherente con el amor y la ayuda de la gracia de Dios, que se recibe

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