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Formacion Religios


Enviado por   •  8 de Junio de 2013  •  1.629 Palabras (7 Páginas)  •  308 Visitas

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3. Resuma las ideas principales de: El paternalismo y la autoridad. Como corregir y por qué es necesario corregir. Como tratar a los hijos y a los alumnos.

De acuerdo a las diferentes experiencias contadas vemos la sobreprotección y la autoridad que existe en cada uno, así podemos decir que:

El paternalismo es la actitud protectora hacia los demás, se supone que nuestros hijos no conocen lo que en realidad les conviene para su propio bienestar, por esa razón que de acuerdo a nuestros conocimientos damos tomando decisiones por ellos.

Autoridad es el poder que ejerce una persona sobre otro con decisiones arbitrarias.

Al existir paternalismo y autoridad hacemos que nuestros hijos se confundan sus comportamientos, actitudes, valores, sin diferenciar, quien tiene la razón, mientras no haya un dialogo de pareja y definición del verdadero sentido y sobreprotección del hijo no se podrá orientar a los hijos para construir como verdadera persona como ser humano para el buen vivir y que sea feliz en su futuro.

Como indica las experiencias siempre hay que seguir los consejos y pasos que Cristo nos enseño para vivir a la medida de nuestra dignidad de hijos de Dios, como se dice quién ama educa y para educar a nuestros hijos debemos corregir. Sin embargo, corregir correctamente no es fácil, es un arte, por esta razón hay que reconocer lo bueno de nuestros hijos, hay que destacar todas las bondades y virtudes, corrigiendo siempre con cariño de forma serena en el momento adecuado, siempre examinando sobre la actuación a corregir, ya que para ellos siempre influye nuestro actuar por eso somos responsables de poner todo el esfuerzo posible por guiarlos para mejorar, por lo que el ambiente familiar ayuda a todos los miembros para decir las cosas claras y directas a cada uno, y cuando se tenga que corregir se debe hacerlo en forma privada, cara a cara con comprensión y prudencia, siempre se debe hablar y escuchar con tranquilidad y poniéndose en el lugar del otro, es útil recordar cómo actuábamos nosotros cuando éramos pequeños, se debe evitar juzgar las intenciones, hay que atacar el acto y no a la persona. (Por ejemplo; has dicho una mentira en vez de: ¡eres un mentiroso!), cuando tengamos que corregir no debemos dejar pasar porque deben saber que los estamos corrigiendo porque los queremos. A veces es más fácil dejar pasar una mala actuación sin corregirla, esto es más dañino que el pequeño disgusto por el que podamos transitar al corregirlos.

En cuanto a los alumnos es importante mantener la motivación que es todo un arte, para mantener su entusiasmo por sus estudios y trabajo, por lo que cuando es necesario corregir se debe considerar algunos aspectos como: reunirse en privado con el alumno, indicarle el porqué de la conversación que es de su interés para desarrollar habilidades y recursos para tener éxito en su día a día, indicarle cual es el error o habito que requiere que corrija o que necesita mejorar. Esto ayuda mucho para que el entienda a que si le estás llamando la atención no es porque te caiga mal o porque lo quieras molestar, sino porque está dentro de un sistema y su participación es importante, para esto se debe consultarle a el mismo qué puede hacer para corregir su propia conducta o desempeño, este es un paso estratégico de todo el proceso, porque le estás haciendo reflexionar y encontrar sus propios modos de solucionar el problema. Si tú le dijeras cómo hacerlo lo tomará como una obligación o coacción, pero si él indica su propio modo de corregirse lo hará con más disponibilidad., para luego hacer el seguimiento correspondiente, nunca se debe permitir que un buen desempeño no se note. Si el alumno presenta señales de estar mejorando, hay que felicitarlo, de esta manera reforzaremos su nueva conducta adquirida para lo que siempre hay que cuidar el tono de voz y el lenguaje no verbal al llevar a cabo este proceso.

Los padres debemos ser el mejor ejemplo para nuestros hijos e hijas, ya que es lo primero que aprenden. La vida de niñez es la base de nuestra vida adulta, y por ello es importante que esta basa esté construida lo más firme y resistente posible para así llevar una vida saludable, armoniosa y feliz en todos los sentidos. Por lo que es necesario empezar a tratarlos desde su niñez para que sean unos adultos felices; considerando algunos aspectos que Cristo nos ha enseñado con la palabra del Evangelio como:

Debemos tratar a nuestros hijos con Amor, el amor es la energía maravillosa y poderosa para entender y guiar de la mejor manera, creando una confianza mutua entre padres e hijos, respetándoles desde pequeños y haciéndoles entender que todos nos merecemos respeto como personas, teniendo en cuenta la disciplina que implica terminar lo que

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