HISTORIA DE JOSE, HIJO DE JACOB
Lijesu15 de Junio de 2012
3.671 Palabras (15 Páginas)2.791 Visitas
1. TEMA
“HISTORIA DE JOSÉ “
José, joven de diecisiete años, hijo de Jacob y Lía, se dedicaba a cuidar ovejas con sus hermanos los hijos de Bilá y de Zelfa, mujeres de su padre. José le contaba a su padre sobre la mala conducta que se decía de ellos. Israel quería a José, más que a sus otros hijos, pues lo había tenido en su vejez. Sus hermanos viendo que José era el preferido de su padre, comenzaron a odiarlo. Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos. Tuve un sueño, estábamos nosotros atando gavillas en medio del campo, cuando sucedió que mi gavilla se levantaba y permanecía en pie, mientras las de ustedes la rodeaban y se inclinaban sobre la mía, sus hermanos respondieron, ¿Acaso tu vas a reinar sobre nosotros?, y lo aborrecieron más, a causa de sus sueños y de sus palabras. Sus hermanos habían ido a cuidar el rebaño. José tuvo otro sueño y volvió a contárselo a sus hermanos, éstos se pusieron envidioso con él, mientras que su Padre conservaba esto en la memoria. Sus hermanos habían ido a cuidar el rebaño de su padre en Siquem y dijo Israel, a José: “Tus hermanos cuidan las ovejas en Siquem, ven quiero mandarte donde ellos”, y contestó, aquí estoy, José salió a buscar a sus hermanos y los encontró en Dotán. Al verlo desde lejos, y antes de que llegara, los hermanos se pusieron de acuerdo para matarlo. Matémoslo, echémoslo en un hoyo cualquiera y diremos que un animal feroz lo devoró. Al oír esto Rubén hermano, dijo: No lo matemos, no derramemos su sangre, echémoslo sobre ese pozo y no pongan manos sobre él, fue así, que cuando José llegó donde ellos le sacaron la túnica, lo tomaron y lo arrojaron a un pozo el cual no tenía agua. Después lo sacaron del pozo y lo vendieron por veinte monedas de plata, y fue llevado por los ismaelitas a Egipto. Cuando Rubén lo fue a buscar al pozo, ya no estaba; entonces con sus otros hermanos, tomaron la túnica de José y degollando un cabrito, le tiñeron con sangre, la llevaron a su padre Jacob y le dijeron esto hemos encontrado. ¿No será la túnica de tu hijo?, Jacob la reconoció y exclamó. Es la túnica de José, algún animal feroz lo ha devorado, se vistió con un saco e hizo duelo durante muchos días. Entretanto, los madianitas vendieron a José a Putifar, funcionario del Palacio del faraón y capitán de la guardia. Yavé favoreció a José mientras estuvo en la casa del egipcio su amo. El egipcio vió que Yavé asistía a José, dió prosperidad tanto a la casa como al campo, el amo dejó que José administrara todo. La esposa del amo le dijo a José, acuéstate conmigo, José: respondió: Mi señor confía en mí, nada me ha prohibido excepto tú, como voy a hacer este mal tan grande pecando ante Dios. Y aunque ella insistía, día tras día, José se negaba acostarse con ella, la esposa del amo de José, puso la ropa de José al lado suyo, y dijo al esposo: el esclavo hebreo, que tú nos trajiste, se me acercó para burlarse de mí, cuando grite dejó su ropa, el patrón se enojó mucho y tomó preso a José y lo hecho a la cárcel, pero Yavé lo asistió y trató con misericordia, el alcaide confío en José, pues decía, Yavé está con él y hace que le vaya bien en todo. Sucedió que dos funcionarios, el Jefe de los que preparaban la bebida y el panadero principal del Rey, cometieron algunas faltas contra su Señor, los puso en la cárcel bajo la custodia del capitán de la guardia, la misma cárcel donde estaba José, y quedaron bajo la vigilancia de José. Ambos tuvieron en el mismo día un sueño, que tenían un significado, a la mañana siguiente cuando José los vino a ver, se dio cuenta que estaban preocupados y les preguntó ¿Por qué, amanecieron con tan mala cara?, y le contestaron hemos tenido un sueño y no hay quien lo interprete, José le contestó es cierto que solo Dios puede dar la interpretación de un sueño, sin embargo cuéntenme lo que soñaron, El jefe de los garzones contó, soñaba que frente a mí, había una parra, con tres sarmientos y en cuanto brotó apareció su flor y maduraron los granos de los racimos. Tomé los racimos y los estruje en la copa del Faraón y puse la copa en manos de Faraón, José les respondió: los tres sarmientos quieren decir en tres día el faraón te pondrá nuevamente en tu puesto, acuérdate de mí y háblale. Al ver el jefe de los panaderos que José había dado su interpretación favorable, contó su sueño: Había tres canastos de pan blanco sobre mi cabeza, en el canasto de arriba estaban tres clases de pasteles que come faraón, y venían los pájaros y se comían todo lo que había en el canasto, significa, el faraón en tres días vendrá y te colgará de un árbol. Al tercer día era el cumpleaños del faraón y se acordó de ellos, los mandó a llamar y se cumplió los sueños, y el Jefe sencillamente había olvidado a José. Dos años después faraón tuvo este sueño: Estaba en la orilla del Nilo, cuando vi que salían del río siete vacas hermosas y gordas que se pusieron a pastar entre los juncos, detrás de ellas salieron siete vacas flacas y feas, que se pusieron al lado de las primeras junto a la orilla del Nilo. A la mañana siguiente despertó muy preocupado, mandó a llamar a todos los adivinos y sabios de Egipto y les contó el sueño, pero nadie pudo darle un explicación, entonces el jefe de las bebidas dijo, faraón voy a recordar una falta mía cuando estuve en la cárcel, había un joven hebreo, esclavo del capitán, le contamos el sueño y a cada uno le dio significado, y sucedió justo como él lo dijo, Faraón mandó a llamar a José, y le dijo he tenido un sueño nadie ha podido explicármelo; he escuchado de ti, José respondió, no soy yo, es Dios, quien te dará una respuesta favorable, le contó, que tuvo dos sueños, y José respondió: Faraón, Tu sueño, es uno solo, Dios te ha anunciado lo que él va a hacer, las siete vacas hermosas, al igual que las siete espigas granadas, son siete años de abundancia, las siete vacas feas y flacas, igual que las siete espigas vanas y quemadas, son siete años de hambre, esto es lo que Dios quiere mostrarte, vendrán siete años de escasez, que agotarán al País. Si el sueño se presentó dos veces Dios está muy decidido. Ahora, pues aconsejo busques un hombre inteligente y sabio para ponerlo al frente de Egipto, que nombre además intendentes que recauden la quinta parte de la cosecha durante estos siete años de abundancia, y que recogerán los víveres de estos siete años buenos y almacenarán bajo la autoridad del faraón, de esta manera quedaran reserva para los siete años, y el pueblo no morirá de hambre. El faraón puso al frente a José, y dijo: puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, te pongo al frente de mi casa, todo mi pueblo obedecerá tus órdenes, y quitándose el anillo de la mano, lo puso en la de José, lo hizo vestir con ropa de puro lino, y lo hizo subir en la carroza y ordenó que alguien fuera delante de su carro anunciando. Después el faraón llamó a José y dio por esposa a Asenat, hija de Putifar, sacerdote del Dios On. Antes que llegaran los años de hambre, le nacieron dos hijos: al primero lo llamó Manasés. Dios me ha hecho olvidar la pena y a la familia de mi padre, al segundo lo llamó Efraín, Osea he fructificado, pues decía: Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción. Pasado los años de abundancia, el hambre se extendió por todo el mundo, y de todas partes llegaron a Egipto a comprar trigo a José, la escasez era universal. Al saber Jacob, que en Egipto había trigo, dijo a sus hijos, ¿Por qué, se quedan mirándose unos a los otros?, he oído que se vende trigo en Egipto, pues vayan y compren, bajaron diez de los hermanos de José. Jacob no dejó ir al menor. Al llegar a Egipto ante José, se postraron, tocando el suelo con la cara, apenas José vió a sus hermanos los reconoció, pero los trató duramente sin darse a conocer, les preguntó ¿de dónde vienen? Llegamos de la tierra de Canaán para comprar trigo, José se acordó de los sueños que había tenido con respecto a ellos, y les dijo ustedes han venido a espiar; son espías, ellos respondieron: No Señor, éramos doce hermanos, hijo de un mismo padre establecido en Canaán, el menor quedó en casa, y el otro ya no vive. José insistía tanto, que le dijo manden a uno de ustedes a buscar a su hermano y los demás quedarán presos. Así sabré si es cierto lo que me acaban de decirme, al tercer día José les dijo le doy un medio para salvarse, pues yo también tengo temor de Dios. Si han dicho la verdad, que quede preso uno de ustedes en la casa de guardia, y los demás llevarán el trigo que tanta falta hace a su familia. Pero habrán de traerme a su hermano menor, entre ellos comentaban: De verdad estaremos pagando lo queun día hicimos con nuestro hermano, no hicimos caso de sus súplicas. Ellos no sabían que José les entendía. Cargaron el trigo sobre sus burros y se fueron, al abrir el saco para dar forraje a uno de sus animales, me han devuelto el dinero, aquí lo tengo en mi saco, dijo uno de ellos. Al regreso le contaron todo a su padre, mientras la escasez de alimento seguía y su padre les dijo vuelvan a Egipto, Judá: contestó, aquel hombre nos ha dicho, que no nos admitiría en su presencia si no iba con nosotros nuestro hermano, y Dijo Israel, ¿Porque, para desgracia mía, le dijeron a ese hombre que tienen otro hermano? contestaron, aquel hombre nos preguntó con tanta insistencia ¿Vive su Padre?, ¿Tienen algún otro hermano?. Dijo Judá: deja que el muchacho venga con nosotros, yo me hago responsable, si no te lo traigo de vuelta, no me perdones jamás esta falta, Tomen a su hermano, levántense y vuelvan donde aquel hombre. Que el Dios de las altura, les haga llegar misericordia, Tomaron entonces los regalo y se fueron, el mayordomo hizo como José le ordenó y los llevó a casa. Los hizo entrar
...