LA EPOCA APOSTOLICA. EL CRISTIANISMO Y LA CULTURA PAGANA

Historia de la Iglesia Católica

Libro Primero

LA EPOCA APOSTOLICA.

EL CRISTIANISMO

Y LA CULTURA PAGANA

EPOCA APOSTOLICA

3

PLENITUD DE LOS TIEMPOS

La historia universal había corrido al fracaso. Los hombres ya no encuentran salida del atolladero. ¡Caos! Aunque al exterior existe la engañosa apariencia del orden. Hace tiempo que se extinguieron las grandes monarquías de los egipcios, asirios, babilonios y persas…, y con ellos su cultura. No llegaron a vivir «los nuevos tiempos», prometidos desde los primeros días de la existencia del hombre. Solamente tres pueblos alcanzan el tiempo por el que tanto había suspirado toda la humanidad; los griegos, los romanos y los judíos. Estos pueblos serán, como quien dice, los sillares sobre los cuales el Mesías va a establecer el nuevo orden…, su orden.

¿Sillares? ¡Sí! Pero… muy frágiles. Dios tiene que echar mano de todo su amor y de buena parte de su omnipotencia para convertir ese quebradizo «material» en aquella maravillosa catedral espiritual, en la que desde ahora han de orar y vivir todas las generaciones de la tierra.

¡Los griegos! Pueblo agraciado. Entre ellos, la personalidad lo es todo. Con un talento filosófico y artístico, cual desde entonces no ha vuelto a darse en la historia de la humanidad. El sentido de la existencia les parece que reside en la satisfacción del ansia de felicidad terrena por medio de la contemplación artística y bla inteligencia espiritual de las relaciones naturales de la vida. Su religión es una pura deificación de la naturaleza, y su moralidad está desligada de los vínculos eternos. A pesar de todas las cumbres a las que llega el pensamiento y la creación artística del hombre, no se logran descifrar los enigmas del universo. Y así todo viene a desembocar en el estoicismo panteístico, en el Epicureísmo vividor y en el escepticismo materialista. Es verdad que todavía sigue floreciendo la agradable primavera de la cultura helenística. Mas por breve tiempo. Y aun entonces-en esos días de suprema expectación- adolece la frialdad del sol de otoño tardío.

No se encuentra en ninguna parte una fuerza… que pudiera ser capaz de redimir…

¡Los romanos! Pueblo de unidad nacional y de señorío sobre el mundo. ¡el poderío es el motor que todo lo impulsa! La literatura y el pensamiento son para ellos… entretenimientos despreciables. Roma es espiritualmente mucho más pobre que Grecia; pero moralmente es superior a ella. Roma es una nación con sangre y coraje. Y logra domeñar y ordenar a todo el mundo. El individuo no es nada; el estado lo es todo. Los romanos son incontenibles hombres de acción, con hondo arraigo en lo religioso, y que continuamente se están renovando gracias a una intensa y limpia vida de familia. Hasta que se alcanza la altura suprema del imperio de los césares. Y entonces ya no se puede evitar una rápida decadencia motivada por la idolatría universal de los romanos, por la corrupción de sus costumbres a causa del oro, de los esclavos y de los placeres. Allende los Alpes se encontraba ya el pueblo que había de dar al traste con el poderío romano-la energía, incorrupta aún, de las tribus germánicas-, y estaba preparado para lanzarse sobre el debilitado imperio…

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