LA MEDITACION CREATIVA

La meditación no es un medio para escapar de la vida, sino una ayuda para vivir de manera más activa, plena y feliz.

Al empezar a practicar la meditación descubrimos todo un mundo en nosotros mismos. Si bien ese mundo nos resulta conocido en algunos aspectos, también encierra regalos, tesoros, talentos y otras cosas difíciles de imaginar. Pocas cosas son más útiles y ofrecen mayor alivio que explorar ese MUNDO INTERIOR. La practica constante de la meditación nos guía por un camino de crecimiento y descubrimiento. Crecemos desarrollando nuestro potencial creativo y descubrimos en nosotros una fuerza y una magia insospechadas.

La meditación es una manera de hacer el camino a través de la exploración de nuestro MUNDO INTERIOR, de descubrir su verdadera naturaleza y sus propiedades, y de afinar las campanas para que su nota única cambie este mundo. Como primer paso de este viaje, probemos un ejercicio simple:

En primer lugar, asegúrese que nadie le interrumpirá en los 10 minutos siguientes. Entonces, sentado en una posición cómoda, cierre los ojos y lleve la atención a su respiración.

Relájese, pero no se fije en ninguna otra cosa. Ignore por completo todos los sonidos que oiga. Los pensamientos que le vengan a la mente, o cualquier otro tipo de sentimiento o de sensación corporal. Durante diez minutos centre toda su atención en su respiración……..

Quiza le ha resultado difícil hacerlo, le han pasado por la cabeza ideas inesperadas, le han distraído los sonidos u otras cosas de su alrededor, se le ha complicado la respiración porque le prestaba atención, o le ha sorprendido lo difícil que es mantener la concentración durante un espacio tan corto de tiempo y lo largos que pueden ser diez minutos. Tal vez ha tenido sentimientos de sorpresa, frustración o rabia, al ver lo terca e indisciplinada que es la mente, o este contrariado por haber estado quieto ese rato.

La pregunta que se plantea todo el mundo es ¿Por qué meditar?. Sólo alguien que nunca haya tratado de practicar la meditación, aunque sea con una técnica simple como la del ejercicio anterior, puede preguntarse para qué sirve dedicar un cuarto de hora cada día a sentarse sin hacer nada, o si, en el fondo, no es más que una excusa para matar el tiempo.

Para la mayoría es sobre todo al principio, una de las cosas más difíciles que hayamos tratado de hacer. En cualquier caso, hay razones de peso para intentarlo y comprobarlo personalmente.

Una de las razones por las que es tan interesante explorar nuestro MUNDO INTERIOR, es porque gran parte del terreno figura en el mapa como terra incognita. Pero la mayor parte, inexplorada, nos es desconocida. Antes de emprender el viaje, consideremos adónde podemos ir.

Con el término “MEDITACION” ocurre como con la palabra “AMOR”. No sólo sígnifica diferentes cosas para distintas personas, sino que también una misma persona puede atribuirle diversos significados en distintos momentos.

MEDITAR, considerar y contemplar son hoy en día palabras comunes que significan más o menos lo mismo: “pensar o reflexionar sobre algo”. Sin embargo, si observamos los orígenes de esas palabras, surgen algunos conceptos interesantes.

CONSIDERAR  tiene sus raíces en la Astrología, en observar lo que dicen las estrellas.

CONTEMPLAR  Se deriva de la lectura de los presagios por un augur o adivino y del “espacio vacío” donde se realizaba esa lectura.

MEDITAR  procede de la denominación sánscrita de SABIDURIA, que se puede alcanzar por razonamiento lógico, por la comprensión de las propias experiencias o por inspiración.

Antes de su aplicación actual, el significado de esas palabras ha tenido diversos matices. Ahora se está añadiendo otra capa al término meditación, que cada vez se utiliza más para referirse a un tipo de ejercicios mentales cuyo objetivo es crecer psíquica y espiritualmente, tener más estabilidad mental y emocional y mejorar la salud física.

¿De qué se trata en realidad este viaje a nuestro mundo Interior?

¿A dónde esperamos llegar por el camino de la meditación?

MEDITACION ES  LA PRACTICA DE TECNICAS ESPECIFICAS O EJERCICIOS PARA CREAR UN ESPACIO TRANQUILO Y ABIERTO EN NUESTRO SER, un espacio que por su propia naturaleza, rebosa relajación y vitalidad.

A lo largo de milenios, poetas, santos, artistas y místicos han descrito esta experiencia. Todos coinciden en que no hay nada comparable, que cambia al que lo experimenta, que es una de las cosas más importantes, la principal que les ha pasado en su vida, y que es la experiencia de algún tipo de unión, aunque coinciden menos al decir con qué o con quién.

Vale hacer una aclaración: aunque la meditación nos lleva a concentrarnos en nosotros mismos, esto no significa de ningún modo que sea una forma de aislamiento. Buscar a nuestro Ser y conectarnos con él es una forma de interactuar más plenamente con el mundo exterior. Meditar pone límite a los problemas laborales, a las tensiones, a las discusiones. Inmersos en los problemas, no les encontramos solución. Alejando nuestra mente de ellos, los vemos en su verdadera dimensión. Y al mismo tiempo, hacemos foco en todo lo que el mundo tiene para ofrecernos, y que generalmente perdemos de vista: los amigos, la familia. En fin: los afectos.

Una buena forma de definir a la meditación es como una forma de silencio. Porque meditar es detenerse, es limpiar la mente, es poner en "pausa", aunque sea por unos minutos cada día, el trajín de la vida moderna y conectarse con el Ser, la esencia de todo ser humano.

La meditación permite afrontar la vida con otra actitud. En calma, sin preocuparnos por el mundo real, tangible, nos aventuramos en nuestra alma. Y así, la meditación nos brinda claridad.

Claridad para ver la vida de otro modo. Para tomar decisiones difíciles. Para enfrentar problemas. Para salir al mundo cada nuevo día con una actitud positiva, seguros de nosotros mismos.

Una actitud que es también emprendedora. Porque la meditación nos da la energía que necesitamos para emprender nuestros proyectos y nos da una nueva perspectiva de la vida. Ganamos, así, efectividad, energía, optimismo.

Meditar, entonces, es lograr cumplir con todas las obligaciones que tenemos, y además, encontrarnos con nosotros mismos, ese extraño que se pierde entre las obligaciones, las preocupaciones y el estrés. Ese extraño que, gracias a la meditación, puede volver a hablarnos al oído y al corazón. Sólo

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