LITURGIA FUNDAMENTAL

LITURGIA FUNDAMENTAL

ÍNDICE

Tema 1. El sentido del culto cristiano

(La naturaleza de la liturgia)

OBJETIVO:  Conocer el sentido del culto cristiano y su valor perenne.

I. La presencia del culto en las distintas religiones

- La religión es la realidad que surge del hecho de que el hombre se reconozca como ser dependiente de un ser absoluto, trascendente y personal. Este hecho, esencial a la misma naturaleza humana, tiene su expresión y manifestación adecuada en el culto. Lo demuestra sobradamente la presencia del fenómeno cultual en le desarrollo de la vida de todas las religiones.

- El culto es el momento expresivo en el que se manifiestan las diversas religiones y en el culto se reflejan los dos aspectos fundamentales de la religión: la actitud interior del hombre y su expresión externa de dependencia.

- Los ritos como manifestación mutual exigen tiempos y lugares sagrados y, como tales, afectan a la esfera corpórea humana, pero no agotan la naturaleza del culto, que también vincula el interior del hombre. El culto reducido a los ritos que lo expresan sería un conjunto de acciones que sirven de soporte a la relación religiosa con Dios. Pero el culto es algo más, es en sí mismo expresión de esa actitud interna del hombre en cuanto relacionado con Dios.

- La naturaleza del culto no tiene un carácter puramente funcional, porque el culto no es sólo expresión, sino que constituye la relación hombre-Dios.

Por ser la religión una dimensión esencial del hombre y un hecho universal, hace que en las diversas religiones encontremos manifestaciones cultuales semejantes y, muchas veces comunes a todos los pueblos: plegarias, sacrificios, fiestas etc. Sin embargo estas manifestaciones presentan diferencias que proceden tanto del factor cultural como del mismo contenido al que hacen referencia.

II. Originalidad del culto del Antiguo Testamento.

- A la configuración del culto de Israel contribuyeron fundamentalmente dos hechos: la influencia de las religiones de su entorno, por la que recibe un conjunto de creencias, ritos y prácticas religiosas y, sobre todo, su propia experiencia de Dios. Israel tiene conciencia de que Dios lleva la iniciativa de todos los grandes acontecimientos de su historia, y de que él lo ha constituido como pueblo. Esta conciencia de la presencia de la presencia activa de Dios es la que hace que todas las formas de culto, con ser semejantes a los de los pueblos limítrofes tengan una originalidad peculiar o particular y adquieran un significado nuevo.

- Es evidente la influencia del entorno cultual en el ritual de Israel. El rito del cordero por ejemplo era propio de los pastores nómadas y seminómadas del desierto, lo solían realizar las familias y las tribus a principio de la primavera. La sangre del cordero, con la que solían rociar, primitivamente, los soportes de las tiendas de los pastores, y más adelante, los umbrales de las casas, tenía un valor de exorcismo. Los agricultores realizaban a su vez el rito

de los panes asimos, se hacía en primavera. Con los panes elaborados con la cebada nueva y sin levadura, se quería significar que al empezar el año, todo debía ser nuevo y sin relación con el año viejo.

- Con la salida de la tierra de Egipto el culto de Israel se vincula definitivamente a Yahve, el Dios que lo libra de la esclavitud y establece con el una alianza, este tendrá que abandonar el culto a los dioses de otros pueblo y renunciar a las formas del contenido cultual de Egipto, su único culto se dirigirá en adelante al Dios verdadero, al Dios liberador, al Dios de la alianza. TODO QUEDA IMPREGNADO POR LA EXPERENCIA LIBERADORA DE DIOS, podrá mantener formas de religiones en sus expresiones cultuales, a los ritmos de la naturaleza, pero su contenido estará referido siempre a Dios  único, personal, trascendente y salvador, que actúa en la historia.

- Conclusión: Israel, por influjo de su contexto cultual, conserva formas de culto similares a las de los pueblos de aquella época, pero, por haber encontrado a Dios en su historia, da a su culto un significado original y único. Tiene conciencia de que Dios lleva la iniciativa de todos los grandes acontecimientos de su historia y que él lo ha constituido como su pueblo, y esta conciencia de la presencia activa de Dios es lo que lo hace que todas las formas de culto con ser semejantes a los de los otros pueblos tenga un originalidad peculiar y un significado nuevo.

III. El culto hebreo y el culto cristiano tienen un valor histórico salvífico

- Las fiestas de Israel se hacen coincidir con los grandes acontecimientos de su historia en los que Dios se manifiesta como liberador. Los ritos de celebración cobran entonces, un carácter de acontecimiento memorial de las intervenciones divinas en la historia del pueblo. Los ritos del cordero y de los azimos por ejemplo al quedar integrados en la celebración del a Pascua, dejan de tener su significado primitivo y pasan a ser memorial del poder liberador de Yahvé.

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