La Doctrina De La Iglesia

La Doctrina Social de la Iglesia

Sabemos que Aristóteles, filosofo del siglo IV, dijo que el hombre es un animal social, como las hormigas o las abejas, que necesitan vivir en comunidad para sobrevivir, pero que es diferente de las hormigas y las abejas, pues el hombre es un animal racional, es decir, no actúa por instinto, sino usando la lógica; esto le permite tomar sus propias decisiones y provoca que los seres humanos necesiten de normas y reglas para lograr una buena convivencia. Y como Aristóteles, la mayoría de las personas piensa que la anarquía y/o la falta de reglas solo lleva al caos. La Iglesia esta de acuerdo con esto ultimo por lo que plantea La Doctrina Social de la Iglesia, ofrece a los fieles laicos una orientación clara de cómo comprometerse en la política, la sociedad y la economía , según el espíritu del Evangelio, la caridad, la verdad y la justicia.

La iglesia tiene su propia doctrina no con el fin de tutelar la economía o la política, sino que busca defender la dignidad de la persona y busca que esta dignidad se realice en el ámbito social de todas las personas. La doctrina fue creada al principio por la situación de los trabajadores y el capitalismo después de la Revolución Industrial, pero hoy en día toca temas como la democracia, la globalización, la pobreza, el desempleo etc. Intentando combatir uno de los principales problemas o enfoques de la sociedad hoy en día, que es el desarrollo económico, la desigualdad de clases sociales y la economía mundial.

La postura de la Iglesia ante la democracia, por ejemplo, es que este sistema de gobierno es el que, bien implementado, permite la igualdad ante la ley y los derechos humanos, y recalca que los cristianos deben estar atentos a que no se socaven los valores sin los que una democracia no es duradera y la dignidad humana no es tomada en cuenta. También la Iglesia habla en su doctrina habla sobre el capitalismo del cual dice que si no tiene un orden jurídico sólido puede no pensar en el bien común, por lo tanto se opone completamente a que el capitalismo cae muy fácilmente en monopolios y solamente beneficia a una muy pequeña parte de la población, es decir, aprueba una economía que este al servicio de todos los hombres y mujeres del mundo.

Según La Doctrina Social de la Iglesia, una empresa responsable es aquella que no solo se preocupa por el éxito individual de su empresa, ya que como buen cristiano se debe preocupar también por el beneficio que le hace a sus clientes, a sus proveedores, a sus empleados, a la sociedad y al medio ambiente. Habla también del trabajo y el desempleo, de el cual hace referencia a la Biblia, citando como en el génesis se menciona que Dios, pone a el hombre en el jardín del Edén para que lo cuide, esto lo interpretan como que lo pone a trabajar, además de que el trabajo es lo que ayuda a cumplir con las necesidades básicas del ser humano, por lo que el desempleo es un mal grave. Y sugiere que todos los hombres deberían de trabajar y recibir un salario justo, así como invita a los ricos a moderarse y a compartir con la sociedad.

De la globalización dice que no es buena, ni mala, pero que debería de haber un orden para que no solo beneficie a los países ricos, y haga a los subdesarrollados dependientes de éstos, por lo que los países desarrollados, según el Youcat, están obligados a ayudar a los países pobres a salir adelante. La pobreza es un hecho, que a pesar de parecer irreversible no lo es y los cristianos deben ayudar al pobre tanto con obras corporales, es decir, dándole de comer, vistiéndolo, enterrando a los muertos, etc. Como con obras de misericordia espirituales, como enseñarle al que no sabe, perdonar a los que te ofenden, etc.

En conclusión, la Iglesia hace La Doctrina Social de la Iglesia con el fin de guiar a los cristianos en el camino de la religión, enseñándoles como trabajar por el bien común y el de los más pobres ante todo, en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, como el trabajo, el desempleo, o en temas importantes de la actualidad como son la globalización y el capitalismo. siempre reasaltando que como hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza, los fieles de la iglesia deben siempre seguir las normas de la iglesia para no atentar en contra de su dignidad.

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