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La Religion Y La Empresa


Enviado por   •  16 de Abril de 2014  •  1.412 Palabras (6 Páginas)  •  165 Visitas

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El islamismo y las finanzas:

Funcionamiento de la banca islámica.

Índice:

Introducción y Contenido pág. 1.

Conclusiones pág. 6.

Bibliografía y Referencias pág. 7.

Según datos estadísticos el número de musulmanes está superando al número de católicos en el mundo. Dentro de las principales religiones, el islamismo parece ser la que más seguidores presenta hoy en día. Aproximaciones indican un total de 1.400 millones de musulmanes; es decir que uno de cada cinco ciudadanos del mundo es musulmanes.

Los musulmanes se rigen por la Ley Islámica o Sharia, que es un código de conducta bastante estricto, en el que se incluyen también las normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida, las cosas permitidas o prohibidas, las reglas separadoras entre el bien y el mal. La mayoría de musulmanes la respetan estrictamente. Países como por ejemplo Irán, son legislados bajo la doctrina del Sharia por completo, este hecho se conoce como teocracia.

La Ley Islámica llega a regular las actividades bancarias y de los contratos. Prohíbe invertir en empresas con negocios relacionados al alcohol, el tabaco y la carne de cerdo, a la pornografía, el juego, o los productos cuyo consumo no permita la ley. También se prohíben las cuentas corrientes remuneradas, créditos bancarios, hipotecas con pago de intereses, seguros, etc.

Los musulmanes son muchos en términos demográficos, pero además en volumen del negocio que manejan, estimado en aproximadamente 2.400.000 millones de dólares. Es un volumen de mercado importante, ya que representa el 5% del PIB total mundial. Además, las principales economías exportadoras de petróleo se encuentran en Arabia Saudita, Irán o los Emiratos Árabes Unidos.

Es necesario conocer un poco lo que la Sharia expone acerca del comercio económico en general, ya que muchas de las prácticas que llevan a cabo los bancos de Occidente son consideradas como pecados por la Sharia. Por ejemplo, los intereses son pecado. Dicho de otra forma, la usura sobre transacciones comerciales es pecado para los musulmanes.

Podríamos preguntarnos entonces como operan los bancos musulmanes. El Islam entiende que el dinero es un medio para la transacción de bienes, no un bien en sí mismo. No hay bolsas de valores o mercados financieros en los gobiernos musulmanes como los conocemos en Occidente. El dinero no debe servir como medio para su multiplicación, como provocan los intereses o rentabilidades en los mercados financieros occidentales. En definitiva, la Ley Islámica prohíbe obtener interés alguno a cambio del dinero invertido. Es más, se prohíbe la especulación, es decir obtener rentabilidad especulando con bienes en apuestas.

Las operaciones de compra de productos con créditos bancarios exigen que banco y cliente fijen el precio del bien más una cantidad extra que el cliente deberá pagar en un tiempo que también debe ser establecido previamente. El bien será adquirido por el banco que lo vende al cliente en las condiciones acordadas. La cantidad extra que paga el cliente al banco no estará sujeta a las condiciones cambiantes del mercado, por lo que no hay lugar a la especulación y no se consideraría usura (riba).

El elemento común de estas operaciones es que banco y cliente comparten el riesgo. El sistema que tiene la banca tradicional para asegurarse la devolución del capital prestado es dejando en prenda los bienes del prestatario, los cuales siempre están por encima del valor del préstamo solicitado. La banca islámica comparte riesgos y participa en la cuenta de pérdidas y ganancias. Por otra parte, la especulación se reduce, al trabajar las entidades financieras sobre la economía real. La deuda no puede enajenarse, por lo que el riesgo de la misma ha de asumirlo desde el principio hasta el final el prestamista original, es decir, el banco que cedió los derechos del crédito.

Estos mecanismos se diferencian del concepto de pagar intereses, ya que un interés es un porcentaje de beneficio que se aplica sobre el dinero. La Sharia dice que el dinero no debe ser un bien en sí mismo, por lo que bajo el mecanismo musulmán se paga de más sobre un activo como es una vivienda, y no sobre algo que no consideran un bien, que es el dinero.

Cuando se adquiere una casa, el

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