Manual De Trabajo Catequético 2011
GUADALUPETC_04032 de Diciembre de 2014
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Manual de trabajo catequético 2011
Parroquia santa Maria de Guadalupe
Arquidiócesis de Managua, Nicaragua. monaguillos
Introducción
(Mensaje del papa Benedicto XVI hacia los monaguillos)
Queridos muchachos y jóvenes, ¡bienvenidos!
Queridos monaguillos, me alegra que mi primera audiencia después de mis vacaciones sea con vosotros, y os saludo con afecto a cada uno. Agradezco el pañuelo que me habéis regalado, gracias al cual he vuelto a ser un monaguillo. Hace más de 70 años, en 1935, comencé a ser monaguillo; por tanto, he recorrido un largo itinerario por este camino.
A vosotros, queridos monaguillos, quiero ofreceros un mensaje que os acompañe en vuestra vida y en vuestro servicio a la Iglesia. Para ello, deseo continuar el tema que estoy tratando en las catequesis de estos meses. Quizá algunos de vosotros sepáis que en las audiencias generales de los miércoles estoy presentando las figuras de los Apóstoles: en primer lugar, Simón, al que el Señor dio el nombre de Pedro; su hermano Andrés; luego otros dos hermanos, Santiago, llamado "el Mayor", primer mártir entre los Apóstoles, y Juan, el teólogo, el evangelista; por último, Santiago, llamado "el Menor". Seguiré presentando a cada uno de los Apóstoles en las próximas audiencias, en las que, por decirlo así, la Iglesia se hace personal.
Hoy reflexionamos sobre un tema común: ¿qué tipo de personas eran los Apóstoles? En pocas palabras, podríamos decir que eran "amigos" de Jesús. Él mismo los llamó así en la última Cena, diciéndoles: "Ya no os llamo siervos, sino amigos" (Jn 15, 15). Fueron, y pudieron ser, apóstoles y testigos de Cristo porque eran sus amigos, porque lo conocían a partir de la amistad, porque estaban cerca de él. Estaban unidos con un vínculo de amor vivificado por el Espíritu Santo.
Desde esta perspectiva podemos entender el tema de vuestra peregrinación: "Spiritus vivificat".
El Espíritu, el Espíritu Santo, es quien vivifica. Es él quien vivifica vuestra relación con Jesús, de modo que no sea sólo exterior: "sabemos que existió y que está presente en el Sacramento", pero la transforma en una relación íntima, profunda, de amistad realmente personal, capaz de dar sentido a la vida de cada uno de vosotros. Y puesto que lo conocéis, y lo conocéis en la amistad, podréis dar testimonio de él y llevarlo a las demás personas.
Hoy, al veros aquí, delante de mí en la plaza de San Pedro, pienso en los Apóstoles y oigo la voz de Jesús que os dice: "Ya no os llamo siervos, sino amigos; permaneced en mi amor, y daréis mucho fruto" (cf. Jn 15, 9. 16). Os invito: escuchad esta voz. Cristo no lo dijo sólo hace 2000 años; él vive y os lo dice a vosotros ahora. Escuchad esta voz con gran disponibilidad; tiene algo que deciros a cada uno.
Tal vez a alguno de vosotros le dice: "Quiero que me sirvas de modo especial como sacerdote, convirtiéndote así en mi testigo, siendo mi amigo e introduciendo a otros en esta amistad". Escuchad siempre con confianza la voz de Jesús. La vocación de cada uno es diversa, pero Cristo desea hacer amistad con todos, como hizo con Simón, al que llamó Pedro, con Andrés, Santiago, Juan y los demás Apóstoles. Os ha dado su palabra y sigue dándoosla, para que conozcáis la verdad, para que sepáis cómo están verdaderamente las cosas para el hombre y, por tanto, para que sepáis cómo se debe vivir, cómo se debe afrontar la vida para que sea auténtica. Así, podréis ser sus discípulos y apóstoles, cada uno a su modo.
Queridos monaguillos, en realidad, vosotros ya sois apóstoles de Jesús. Cuando participáis en la liturgia realizando vuestro servicio del altar, dais a todos un testimonio. Vuestra actitud de recogimiento, vuestra devoción, que brota del corazón y se expresa en los gestos, en el canto, en las respuestas: si lo hacéis como se debe, y no distraídamente, de cualquier modo, entonces vuestro testimonio llega a los hombres.
El vínculo de amistad con Jesús tiene su fuente y su cumbre en la Eucaristía. Vosotros estáis muy cerca de Jesús Eucaristía, y este es el mayor signo de su amistad para cada uno de nosotros. No lo olvidéis; y por eso os pido: no os acostumbréis a este don, para que no se convierta en una especie de rutina, sabiendo cómo funciona y haciéndolo automáticamente; al contrario, descubrid cada día de nuevo que sucede algo grande, que el Dios vivo está en medio de nosotros y que podéis estar cerca de él y ayudar para que su misterio se celebre y llegue a las personas.
Si no caéis en la rutina y realizáis vuestro servicio con plena conciencia, entonces seréis verdaderamente sus apóstoles y daréis frutos de bondad y de servicio en todos los ámbitos de vuestra vida: en la familia, en la escuela, en el tiempo libre. El amor que recibís en la liturgia llevadlo a todas las personas, especialmente a aquellas a quienes os dais cuenta de que les falta el amor, que no reciben bondad, que sufren y están solas. Con la fuerza del Espíritu Santo, esforzaos por llevar a Jesús precisamente a las personas marginadas, a las que no son muy amadas, a las que tienen problemas. Precisamente a esas personas, con la fuerza del Espíritu Santo, debéis llevar a Jesús.
Así, el Pan que veis partir sobre el altar se compartirá y multiplicará aún más, y vosotros, como los doce Apóstoles, ayudaréis a Jesús a distribuirlo a la gente de hoy, en las diversas situaciones de la vida. Así, queridos monaguillos, mi última recomendación a vosotros es: ¡sed siempre amigos y apóstoles de Jesucristo!
Índice
Capítulo 1. - ¿Qué es “eso” de la LITURGIA?
o Sacramentos
o Sacramentales
o Liturgia de las Horas
Capítulo 2. - ¿Qué es “eso” del AÑO LITÚRGICO?
o Adviento
o Navidad
o Cuaresma
o Pascua
o Ordinario
Capítulo 3. - Los SACRAMENTOS
Capítulo 4. - Saber estar
o las posiciones en Misa
o Los momentos de la celebración de la Misa
Capítulo 5. - Los ornamentos litúrgicos
o Vestiduras litúrgicas
o Los ornamentos litúrgicos
Capítulo 6. - Los lugares de la celebración
Capítulo 7. – Monaguillos operativos. El rincón del monaguillo
Capítulo 8. – Estatutos del Monaguillo. Valores a fomentar.
Anexos
Capitulo 1
¿Que es eso de liturgia?
Con este nombre se designa el conjunto de celebraciones de la Iglesia que siguen unas normas y unos ritos establecidos por ella. Mediante la liturgia, Jesús se hace presente en su Iglesia y continúa, con ella y por ella, la obra de la Salvación.
La finalidad de la Liturgia es
La alabanza y la adoración de Dios como fuente de todo lo que existe. La unión de los creyentes con Jesús, que les da su vida, fuerza, perdón y ayuda
Las celebraciones litúrgicas más importantes son los Sacramentos la Oración de las horas y los Sacramentales.
La oración de los fieles Los sacramentales
Es una tradición cristiana antigua por la que el curso del día se consagra a Dios mediante unas plegarias. La de la mañana recibe el nombre de Laudes; la de la Tarde, Vísperas; al finalizar el día, completas...
La rezan todos los días los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, y a veces todo el pueblo cristiano. No son sacramentos, pero también son signos por los que los cristianos, mediante la Iglesia, reciben los dones de Dios.
Los más importantes son: las bendiciones, la profesión de los religiosos y las religiosas, las exequias, la exposición y bendición con el Santísimo Sacramento, las rogativas,...
Existen también otras prácticas de piedad, muy apreciadas por la Iglesia y practicadas por muchos cristianos que, sin ser acciones litúrgicas, son muy dignas y loables, como, por ejemplo: las oraciones que rezan individualmente los cristianos, la práctica del Vía Crucis, el Santo Rosario, las procesiones, las peregrinaciones, las romerías,...
Capitulo 2
¿Qué es “eso” del AÑO LITÚRGICO?
Toda sociedad y toda colectividad tienen su calendario de fiestas. Podemos hablar de diferentes tipos de calendarios: escolar, religioso, laboral,...
La Iglesia también ha confeccionado su propio calendario, denominado Año Litúrgico o año cristiano. Su objetivo es que los cristianos puedan celebrar y profundizar progresivamente, durante el año, en la vida y las enseñanzas de Jesús y honrar a la Virgen María y a los Santos.
El año litúrgico sigue dos ritmos distintos:
El temporal El santoral
Sigue la vida de Jesús: sus hechos y sus palabras Celebra las fiestas de la Virgen y de los santos
Así como nuestro calendario se divide en 12 meses, el año litúrgico se divide en cinco tiempos litúrgicos que celebran los hechos más importantes de la vida de Jesús: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y Tiempo Ordinario. El año litúrgico:
Comienza en el primer domingo de Adviento, es decir, cuatro semanas antes de Navidad.
Finaliza el sábado anterior al primer domingo de Adviento.
En el transcurso del año litúrgico se insertan las fiestas de Virgen María y de los Santos.
Según sea el tiempo litúrgico, el sacerdote se reviste con diferentes colores:
Blanco Significa alegría y pureza Navidad y Pascua
Verde Significa
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