Padre Rafael Garcia Herreros

PADRE RAFAEL GARCIA HERREROS

El servir a los demás a los seres humanos nos hace sentir gratificantes en poder ayudar a nuestros semejantes y ser útiles dando una mano al que lo necesita. El por eso el padre Rafael García Herreros enfatiza en servir a los demás y por eso reconocido por la frase “que nadie se quede sin servir”. Para el padre servir era honor y nadie lo hacía más feliz que servir a los demás y recalcaba que fuimos puestos en la tierra con un propósito, para a servir a Dios y a los demás. El servicio que ofreció el padre fue muy constructivo ante la sociedad ya que el pensaba sobre la vida de las personas en poder ayudarles que nunca se rindió ante los problemas que surgían día a día que no habían cosas imposibles que todo era posible para él.

El padre García decía “que todos tengamos la satisfacción de ayudar a los menos favorecidos” ayudar a los demás no debe ser una obligación ni un castigo por lo cual cuando tu ayudas a alguien debe ser de corazón que lo hagas por tu propia voluntad, nadie debe obligarnos hacer lo que no queremos y todo lo que emprendamos debemos realizarlo con amor y que sea realmente gratificante y no una tortura. El padre aplicaba otra frase como “hay buena exigencia interior, implacable, de servir, de ocupar el tiempo en cosas útiles pero sobre todo en prestar servicio a los desamparados”, la palabra servir para el padre era como su vitamina y como lo ha dicho nuestro señor para eso vine al mundo para servir.

Cabe resaltar que no todos tenemos la vocación para el servicio social, pero esto no quiere decir que no podamos servir a los demás, lo podemos ofrecer de otra manera no como el padre específicamente, si no aportar cada día un grano de arena en lograr ser mejor persona para todo nuestro entorno en cual convivimos.

La alegría de servir El que sirve encuentra la felicidad

“…Yo no pasé por la vida sin haber hecho nada. Yo no guardé todo para mí, para mis hijos para mis allegados. Yo compartí. Yo simpaticé con todos, yo me inundé de amor para con todos, yo besé en silencio, yo miré con ternura, yo nunca fui indolente, yo nunca odié.”

Considero que al pasar de nuestros días, debemos ir formándonos para ser personas de bien, en los diferentes ámbitos que se nos presentan, saber llevar los intereses políticos y las responsabilidades éticas de nuestros actos, sin olvidar el dolor, la angustia, la muerte, la injusticia, la pobreza, que sin lugar a duda siempre ha predominado en nuestra sociedad.

Debemos comportarnos con honestidad, nobleza, perdón y sobre todo, esperanza y amor, dejando como la principal enseñanza a nuestros hijos, nuestras acciones deben ser reflejadas en todo nuestro ser, allí comienza la búsqueda del desarrollo integral de las personas.

Nuestras acciones pueden despertar la conciencia necesaria para descubrir la verdadera dignidad del ser humano debe en busca de una sociedad más justa, fraternal, tolerante y pacífica impulsar el desarrollo de todos los hombres, cuando enseñamos a nuestros hijos a amar a DIOS a través de las personas que nos rodean, ayudándolas, guiándolas, haciéndolas participes, pues cada una de las personas son fundamental para el progreso de nuestro planeta.

En mi lugar de trabajo y en mi profesión puedo actuar como un servidor aquel que sin egoísmo, ni pretensiones deshonestas, da todo de sí mismo a favor de demás realizando y proyectando planes de trabajo en los cuales se reflejen el desarrollo y progreso de la entidad y a nuestro país, siempre sin esperar nada a cambio, como lo hacía el padre Rafel Garcia pensando siempre en las necesidades de las demás personas y más de las más necesitadas, buscando la manera de ayudarlas, organizando, creando la fundación y ideando la forma de tener los recursos necesarios para llevara cabo tanta obra e su vida, a lo largo de tantos años nos damos cuanta cual edificante es servir a Dios a través de las personas y los hechos.

Otra idea o reflexión que expuso el padre Rafael Garcia H. al querer que Colombia no fuera tildada siempre como personas de narcotráfico, el siempre trabajo para buscar el mejoramiento interno y externo de nuestro país, nosotros podemos trabajar también en esta meta, queremos un país y unas ciudades llenos de interés por el mejoramiento en todos los aspectos, como decía el padre Rafael Gracia Herreros, “…que solamente un verdadero cristianismo puede producir unos hombres capaces de cambios.”. El cambio está en nosotros y en nuestros hijos.

Igualmente el profundo amor en lo que realizaba, el trabajo incansable del padre Rafael García, bajo la esperanza y reconciliación de las personas que actuaban fuera de las leyes, tratando cada día de erradicar lo que le hace mal a nuestra sociedad, fue amigo y guía cuando aquellos que lo necesitaron, siempre pendiente de los campesinos, los pobres, los ricos, ayudando a que la PAZ se visibilizara y se le diera la importancia, a cada una de estas personas, hoy podemos tener un buen ejemplo de lo que podemos hacer como personas y no es tarde para empezar.

EL VOLUNTARIADO

El voluntariado es una acción libre y de decisión propia para la ayuda a sociedades realmente vulnerable, ésta se lleva a cabo sin ningún ánimo de lucrarse, sino que por el contrario, se busca la manera de recolectar fondos con el fin colaborar con situaciones desmejoradas de determinada comunidad; es un trabajo desinteresado ya que no se persigue una gratificación por la ayuda prestada, es intencionado, ya que la o las personas que lo realizan, toman la iniciativa propia de hacerlo y por otra parte es justificable debido a que persigue la satisfacción de una necesidad como tal.

El quería que fuéramos personas de bien que ayudáramos a todo el que lo necesite con amor,

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