Resumen Del Capitulo Décimo Del Compendio De La Doctrina Social En La Iglesia

Compendio de la Doctrina Social en la Iglesia

Capitulo Décimo

Salvaguardar el medio ambiente

I. Aspectos bíblicos

La naturaleza es una obra de la acción creadora de Dios que ha hecho todas las cosas, de cada una de ellas vio que estaba bien. Solo el hombre y la mujer, entre todas las criaturas, han sido queridos por Dios, confiándoles la responsabilidad de toda la creación, la tarea de tutelas, su armonía y desarrollo. La relación del hombre con el mundo es un elemento constitutivo de la identidad humana. Asimismo, Jesús valora los elementos naturales, él es, no sólo su intérprete, sino también su dominador.

II. El hombre y el universo de las cosas

La visión bíblica inspira las actitudes de los cristianos al uso de la tierra, y al desarrollo de la ciencia y de la técnica. El Concilio del Vaticano II declara que, el hombre, por virtud de su inteligencia, es superior al universo material, gracias a la ciencia y la técnica y que ha logrado dilatar y sigue dilatando el campo de su dominio sobre casi toda la naturaleza. Además señalan que la actividad humana, individual y colectiva para lograr mejores condiciones de vida responde a la voluntad de Dios. Así mismo, los resultados de la ciencia y de la técnica son positivos pues, cuanto más se acrecienta el poder del hombre, más amplia es su responsabilidad individual y colectiva. La ciencia y la tecnología es un maravilloso producto de la creatividad humana donada por dios.

Las consideraciones del magisterio se extienden también es sus aplicaciones al medio ambiente y a la agricultura. Un punto central de referencia para toda aplicación científica y técnica es el respeto del hombre hacia las demás criaturas vivientes y la responsabilidad de sus consecuencias. Se ha constatado que la aplicación de algunos descubrimientos en el campo industrial y agrícola produce, a largo plazo, efectos negativos. Si el hombre interviene sobre la naturaleza sin abusar de ella ni dañarla, se puede decir que: interviene no para modificarla, sino para ayudarla a desarrollar.

III. La crisis en la relación entre el hombre y el medio ambiente

La pretensión de ejercer un dominio absoluto sobre las cosas de parte del hombre, es el origen de este problema. A causa de los poderosos medios de transformación que brinda la civilización tecnológica parece, a veces, que el equilibrio hombre-ambiente ha alcanzado un punto crítico. La naturaleza aparece como un instrumento en las manos del hombre y que él debe manipular constantemente mediante la tecnología. Una correcta concepción del medio ambiente no puede reducir la naturaleza a un simple objeto de explotación ni tampoco divinizarla y colocarla por encima del hombre. El Magisterio subraya la responsabilidad humana de preservar un ambiente íntegro y sano para todos. La tecnología que contamina también puede descontaminar, la producción que se acumula debe ser distribuida equitativamente, a condición de que prevalezca la ética del respeto a la vida.

IV. Una responsabilidad común

a) El ambiente, un bien colectivo

La tutela del medio ambiente constituye un desafío para la entera humanidad. Es una responsabilidad que debe crecer, teniendo en cuenta la globalidad de la actual crisis ecológica y la consiguiente necesidad de afrontarla globalmente. Esta perspectiva adquiere una importancia

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