ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

San Ignacio De Loyola


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2014  •  2.427 Palabras (10 Páginas)  •  230 Visitas

Página 1 de 10

 San Ignacio de Loyola su vida antes de su conversión

Lo mandan Arévalo donde paso 11 años de su vida ya que Juan Velázquez de Cuellar le pidió al Señor Loyola que le mandara uno de sus once hijos para tenerlo como propio, educarlo en palacio y abrirle las puertas de la corte ya que era ministro de Hacienda, del Rey Católico. Le dio una educación cortesana y caballeresca que iba a ser admirado en un futuro.

Empezó a hacer viajes muy frecuentes a Valladolid, donde se mantenía siempre muy cerca de la corte porque su tutor era el consejero Real y contador, practicaba la caza, torneos, correr toros. Servía y participaba en los opíparos banquetes que la señora María de Velasco preparaba a la reina Germana de Foix.

En todo ese tiempo, Ignacio aprendió todo lo que un hombre de esa época tenía que saber que era el dominio de las armas.

La biblioteca de Arévalo era muy abundante, lo que le llamo la atención y así su afición por la lectura y escritura creció cada día más poco a poco hasta que se volvió una obsesión. Después de mucho tiempo de estar metido en las bibliotecas, se le empezó a considerar como un muy buen escritor.

Cuando en 1517 Velázquez de Cuellar muere, un año después que Fernando el Católico, María de Velasco mando a Iñigo a servir al duque de Nájera que era Antonio Manrique de Lara (virrey) donde empezó a demostrar que era bastante ingenioso y muy prudente al igual que siendo de muy noble ánimo y liberal. Todas estas cualidades que el tenia se reflejaron en la guerra de las comunidades de castilla y en los conflictos donde participo entre villas de Guipúzcoa, que destaco principalmente por su manejo de toda la situación a pesar de que era difícil.

Las tropas castellanas conquistaron el Reino de Navarra con muchos episodios antes. Después, se produjo una incursión de tropas franco navarras procedentes de Baja Navarra cuando intentaban conquistar otra vez y expulsar al invasor.

Al mismo tiempo se subleva la población de varias ciudades, incluida la de Pamplona. Iñigo lucho con el ejército castellano y se fue a Pamplona, cuando llegan las tropas franco navarras, resiste en el castillo de la ciudad que fue atacado poniendo a sus soldados en una defensa que era imposible. El defendía como un soldado la fortaleza de Pamplona contra los franceses que aseguraban soberanía del territorio ante España. Los españoles eran muy pocos, por lo cual el comandante quería rendirse pero fue Ignacio el que lo convenció de que siguiera luchando por la honra de España, no por tener una victoria.

Durante el combate, una bala de cañón pasó entre sus dos piernas hiriéndole una y rompiéndole la otra. Los vencedores de su castillo como estaban admirados por su valentía lo llevaron al hospital. Tuvo tres operaciones en la rodilla sin anestesia pero ni eso permitió a lo sostuvieran, él quería seguir. Era una persona muy fuerte en todos los sentidos. Después de la operación, una pierna le había quedado más corta que la otra por un hueso en la parte de atrás por lo que quedo cojo toda su vida.

Mientras seguía en las mismas condiciones, pidió que le llevaran novelas de caballería inventadas e imaginarias pero su hermana le dijo que no tenía más libros que “La vida de Cristo” y el “Año Cristiano”.

Mientras leía las obras, le sucedían cosas muy especiales. Mientras las leía, sentía una satisfacción enorme pero a la vez con un sentimiento de tristeza horrible y frustración, en cambio, sentía una alegría inmensa que le duraba muchos días cuando leía la Vida de Cristo y las Vidas de los Santos lo que lo fue impresionando profundamente hasta llegar al punto de preguntarse porque si ellos habían llegado a un enorme grado de espiritualidad él no podía.

 Eventos y personajes que lo llevaron a su conversión, mencionar los lugares y como fue esta hasta la fundación de la Compañía de Jesús

• Juan Velázquez de Cuellar

• María de Velasco

• Germana de Foix

• Fernando el Católico

• Su hermana

• Señor Loyola

o 1507 Juan Velázquez de Cuellar le pidió al Señor Loyola que le mandara uno de sus once hijos para tenerlo como propio.

o 1517 María de Velasco mando a Iñigo a servir al duque de Nájera que era Antonio Manrique de Lara.

o 1522 Ignacio comienza su peregrinaje a Monserrat y Manresa

o 1523 Comienza a peregrinar a Tierra Santa

o 1527 Es encarcelado, perseguido por la inquisición. Le prohíben predicar y enseñar religión, así que se va a Salamanca.

o 1534 15 de agosto Hace sus votos en Montmartre

o 1540 27 de septiembre El Papa Pablo III aprueba la fundación de la Compañía de Jesús

 ¿Qué es la compañía de Jesús?

Los jesuitas, es decir la Compañía de Jesús, somos una orden religiosa de la Iglesia católica, fundada por san Ignacio de Loyola, hace 450 años. Actualmente somos más de 23 mil, y estamos trabajando por todo el mundo.

Para dar una idea de quiénes somos, podemos acudir a las ocho características que recientemente presentó la Congregación General 34, (una reunión de representantes de todos los jesuitas). El jesuita ideal es un constante desafío.

Dios que descubrió san Ignacio en la experiencia de los Ejercicios Espirituales no es un Dios resguardado en el cielo, ni en los templos. Trabaja todos los días, en todas las cosas, para liberar al mundo. Por eso el jesuita sabe que la iniciativa de su trabajo evangelizador, no es propia; es el Creador quien nos invita constantemente a unirnos a su acción.

Es muy importante descubrir al Señor, en todos los acontecimientos para unirse a Él, a su trabajo, a su determinación de que todos los seres humanos vivan ya como auténticos hijos Suyos.

Ignacio y sus seguidores comenzaron su predicación en pobreza. Trabajaron con los poderosos y los sin poder, con príncipes, reyes y obispos, también con la mujeres de la calle y con las víctimas de la peste. Conectaron su ministerio con los poderosos, a las necesidades de los sin poder. Ahora, sea cual sea nuestro ministerio, nos hacemos solidarios con los pobres, los marginados y los sin voz, para que puedan participar en los procesos que modelan la sociedad en que todos vivimos y trabajamos. Ellos nos instruyen sobre nuestra pobreza, como ningún documento puede hacerlo. Nos ayudan a entender la gratuidad de nuestros ministerios.

 ¿Quiénes fueron los fundadores y como se dieron los eventos para la extinción de la Compañía de Jesús? (Mencionar personajes que intervinieron en esta así como las fechas)

Fundada en 1539 por Ignacio de Loyola, junto con Francisco Javier, Pedro Fabro, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla, Simão Rodrigues, Juan Coduri, Pascasio Broët y Claudio Jayo en la ciudad de Roma, siendo aprobada por el Papa Paulo III en 1540.

Los gobiernos ilustrados de la Europa del siglo XVIII se propusieron acabar con la Compañía de Jesús por su defensa incondicional del Papado, su actividad intelectual, su poder financiero y su influjo político. Ciertamente, se habían ganado poderosos enemigos: los partidarios del absolutismo, los jansenistas y los filósofos franceses (Voltaire, Montesquieu, Diderot). No faltaron tampoco las intrigas de ciertos grupos en la misma Roma. El contexto político europeo se caracterizó en estos años por el advenimiento del llamado Despotismo Ilustrado y por un declive notorio del prestigio político del Papado y la voluntad política de los Borbones y de la Corona Portuguesa de robustecerse en detrimento de la Iglesia.

El Padre General desde 1758 era el florentino Lorenzo Ricci. El primer país en expulsar a la Compañía de Jesús fue Portugal. El ministro Sebastião José de Carvalho e Melo, marqués de Pombal, fue su principal adversario; encerró en el calabozo a 180 jesuitas en Lisboa y expulsó al resto en 1759. Con esta dura medida pretendía robustecer la autoridad real y dar una clara señal al Papa de que no toleraría intromisiones pontificias en los asuntos del Estado. Más de mil jesuitas de Portugal y sus colonias fueron deportados con destino a los Estados Pontificios. Clemente XIII protestó por la medida.

En 1763, Luis XV de Francia los acusó de malversación de fondos debido a la quiebra de Antoine Lavalette en Martinica. El Parlamento de París, que ya desde la fundación de la Orden había impugnado la presencia legal de la Orden en Francia, condenó las Constituciones y el Rey decretó la disolución de la orden en sus dominios, y el embargo de sus bienes.

Más tarde, los jesuitas fueron expulsados de los territorios de la Corona española a través de la Pragmática Sanción de 1767 dictada por Carlos III el 2 de abril de 1767 y cuyo dictamen fue obra de Pedro Rodríguez de Campomanes (futuro conde de Campomanes), regalista y por entonces Fiscal del Consejo de Castilla.10 Al mismo tiempo, se decretaba la incautación del patrimonio que la Compañía tenía en estos reinos (haciendas, edificios, bibliotecas), aunque no se encontró el supuesto «tesoro» en efectivo que se esperaba. Los hijos de San Ignacio tuvieron que dejar el trabajo que realizaban en sus obras educativas (lo que supuso un duro golpe para la formación de la juventud en la América Hispana) y sus misiones entre indígenas, como las famosas reducciones guaraníes y las menos célebres, pero no menos esforzadas misiones en el noroeste de México (Baja California, Sonora y Sierra Tarahumara) y a lo largo del Amazonas (misiones del Marañón).

La supresión de los jesuitas fue llevada a cabo en 1773, cuando el nuevo Papa Clemente XIV enfrentó fuertes presiones de los reyes de Francia, España, Portugal y de las Dos Sicilias quienes, por razones políticas, le exigían la desaparición de la Compañía. El Papa cedió y mediante el breve Dominus ac Redemptor suprimió la Compañía de Jesús. Los sacerdotes jesuitas podían convertirse al clero secular; los escolares y hermanos coadjutores quedaron libres de sus votos. Ricci y su Consejo de Asistentes fueron apresados y encerrados en el Castillo Sant'Angelo (Roma) sin juicio alguno.

Sin embargo, en Rusia —concretamente en Bielorrusia— y Prusia el edicto de supresión no fue promulgado por los monarcas. Jesuitas de toda Europa aceptaron la oferta de refugio hecha por la zarina Catalina la Grande, quien esperaba continuar así, con el apoyo intelectual de la Compañía, la obra de modernización iniciada por Pedro el Grande.

En 1789 —el mismo año en que la Constitución de Estados Unidos entró en vigor y en el que se inició la Revolución francesa— fue fundada por el Obispo John Carroll —exjesuita— la universidad católica más antigua de Estados Unidos, la de Georgetown, en Washington D.C.; en el siglo XIX, sería integrada a la Compañía restaurada.

 ¿Cómo se dio la restauración de la Compañía de Jesús? (mencionar los personajes que intervinieron en esta así como las fechas)

Cuarenta años después, en medio de los efectos causados por la Revolución francesa, las guerras napoleónicas y las guerras de independencia en la América Hispánica, Pío VII decidió restaurar a la Compañía. De hecho, los jesuitas habían sobrevivido en Rusia —unos cuantos centenares— protegidos por Catalina II. La restauración universal era vista como una respuesta al desafío que representaban quienes eran vistos en ese entonces como los enemigos de la Iglesia: la masonería y los liberales, principalmente.

Desde 1814 hasta el Concilio Vaticano II11 de 1962, la SJ es asociada con corrientes conservadoras y elitistas. La Orden es identificada con un incondicional apoyo hacia la autoridad del Papa. Poco tiempo después de la restauración, el Zar expulsa a los jesuitas de Rusia. Los generales (Fortis, Roothaan y Beckx) vuelven a instalarse en Roma después de un paréntesis de 40 años. Durante el siglo XIX la SJ sufre las consecuencias de las revoluciones políticas de corte liberal y tiene que afrontar numerosos ataques. Acaba siendo nuevamente expulsada de Portugal, Italia, Francia, España, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Alemania, etc.

El resurgimiento italiano, es decir, la unificación de la península bajo la égida de la Casa de Saboya, acarreó complicaciones al Papado y a la Compañía. Camillo Benso, conde de Cavour y primer ministro del rey Víctor Manuel II, era francamente liberal y, por ende, anticlerical. En 1870 surge la «cuestión romana» cuando los ejércitos piamonteses ocupan Roma y el Papa se declara prisionero en el Vaticano. La situación política posterior en Italia, obligó al padre general Luis Martín a abandonar Roma y a gobernar desde Fiésole.

A pesar de estas expulsiones y conflictos, el número de jesuitas va ascendiendo lentamente. Cuando los jesuitas alemanes fueron expulsados por Otto von Bismarck, cientos de ellos se trasladaron a Norteamérica y colaboraron en la evangelización del interior de los Estados Unidos.

 Pensamientos y sentimiento de la Compañía de Jesús, la UIA y como piensas aplicar lo que ella te ofrece en tu vida, persona, familiar y profesional.

Los jesuitas (compañía de Jesús, nos enseñan a ver la vida desde un punto de vista diferente de un enfoque más humanos lo esto lleva a vivir con valores, ser mejores personas y preocuparnos más en lo sentimental que en lo material (más en el interior que en el exterior de uno mismo).

Una de las ideas claves para explicar el ideario ignaciano es su espiritualidad, entendida como una forma concreta de plasmar su seguimiento de Cristo, así como que nos permite las cosas para bien de los que lo aman, nos permite abrir nuestro corazón hacia él y permitir su gracia, cuando alguien se cuestiona de esta manera es porque Dios quiere que no solo lo pienses ni lo veas si no que uno haga algo para remediar esta situación.

Reconociendo la necesidad de misericordia, cada jesuita, como lo hizo primero san Ignacio de Loyola, ha orado delante de Jesús crucificado y se ha preguntado "qué he hecho por Cristo, qué hago y qué debo hacer por Él". Por esta experiencia de encuentro con el amor, los jesuitas nos sabemos pecadores, y sin embargo llamados a ser compañeros de Jesús.

En un mundo como el nuestro, predicar el mensaje de Cristo pobre y humilde, puede ser ocasión de sufrir humillaciones, persecución y muerte. Los mártires jesuitas no son una historia lejana. En nuestros días se derrama sangre de nuestros hermanos. Y aun así continuamos adelante con la determinación de imitar y seguir a Jesús, el Hijo de Dios, nuestro Hermano.

Por eso el jesuita es alguien que no está satisfecho con lo establecido, lo conocido, lo probado, lo ya existente. A donde las necesidades están desatendidas, el jesuita es un hombre para la misión (para ser enviado), misión que recibe del Papa y de su propio Superior, pero en último término, de Jesucristo mismo, el Enviado por el Padre por eso surge la necesidad de una buena instrucción para el servicio de la fe y el ministerio de la Palabra

...

Descargar como  txt (14.7 Kb)  
Leer 9 páginas más »
txt