Tránsito De San Francisco De Asís
alan3024 de Septiembre de 2014
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Tránsito de San Francisco de Asís
Loado seas, mi señor,
Por nuestra hermana la muerte corporal
Sábado 03 de Octubre: Tránsito de San Francisco
Loado seas, mi señor, por nuestra hermana la muerte corporal
Monición de entrada (antes de que entre el sacerdote)
MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos a esta celebración en la que recordaremos el Tránsito de San Francisco de Asís, su paso definitivo a las manos del Padre, que desde el atardecer de aquel 3 de Octubre de 1226, la familia fran¬ciscana conmemora. Enfermo y con las cinco llagas de Cristo en su cuerpo, junto a la ermita de la Porciúncula, Francisco se despidió del mundo, celebrando su muerte como una Pascua de li¬beración, pues moría en Cristo para resucitar a la vida definitiva. Mandó que leyeran el relato de la Pasión según san Mateo y poco después se presentaba la Hermana Muerte liberadora. Viéndola entrar en su chabola, el Poverello la sa¬ludó cortésmente diciendo: "¡Bienvenida seas, Hermana Muerte!" y rogó al médico que le asistía, que anunciara a todos esta visita por¬que, añadió Francisco: "Ella es quien me ha de introducir en la vida eterna".
Que esta celebración nos ayude a discernir cómo vivimos nuestro ser cristianos, cuánto de servicio a los demás hay en nuestro día a día, cuántas veces echamos una mano al que camina a nuestro lado.
Canto de entrada
SALUDO DE CELEBRANTE
+ En el nombre del Padre, ...
Que la cercanía de Dios Padre, el ejemplo servicial de su Hijo y la protección del Espíritu Santo estén con todos ustedes.
ACTO PENITENCIAL
Antes de compartir la mesa del Pan y de la Palabra, reconozcamos ante Dios y ante los hermanos, en unos instantes de silencio, aquello que hace que nuestras manos y nuestra vida no se entregue incondicionalmente, aquello que en nosotros no es minoridad, ni servicio (silencio)
- Por las veces que nuestras manos no están abiertas, ni acarician, ni adoptan un gesto de entrega. Señor, ten piedad
- Por las veces que nuestras manos se cierran y se convierten en puños que golpean, amenazan y dañan. Cristo, ten piedad
- Por las veces que nuestras manos no ofrecen amistad sincera, ni consuelan las penas, ni se aferran a otras con fuerza derribando los muros del odio. Señor, ten piedad
Dios todopoderoso, tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén
LECTURA
Monición
En esta segunda carta a Timoteo, San Pablo nos comunica, que hemos sido llamados a trabajar por el Evangelio: con tesón y sin dejarnos desanimar, por los sufrimientos o vicisitudes que se nos puedan presentar. Dios nos da gratuitamente la salvación, por medio de nuestro Redentor Jesucristo, quien vino a resplandecer la vida y la inmortalidad. Escuchemos atentamente:
Lectura de la segunda Carta a Timoteo (1, 1-17)
[1].Pablo, apóstol de Cristo Jesús por decisión de Dios, que nos prometió la vida en Cristo Jesús, [2].a su querido hijo Timoteo. Vengan sobre ti de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Señor, la gracia, la misericordia y la paz. [3].Doy gracias a Dios, a quien sirvo con conciencia limpia como mis antepasados, cuando constantemente te recuerdo en mis oraciones noche y día. [4].Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte, para llenarme de alegría. [5].Recuerdo tu fe sincera. Así eran tu abuela Loide y tu madre, Eunice, y estoy convencido de que la recibiste de ellas.
[6].Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos. [7].Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino un espíritu de fortaleza, de amor y de buen juicio. [8].No te avergüences, pues, del martirio de nuestro Señor ni de mí, al verme preso. Al contrario, sufre por el Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios.
[9].El nos ha salvado y nos ha llamado para una vocación santa, no como premio a nuestros méritos, sino gratuitamente y por iniciativa propia. Esta llamada, que nos concedió en Cristo Jesús desde la eternidad, [10].acaba de manifestarse ahora con la aparición de Cristo Jesús, nuestro Salvador, que ha destruido la muerte y ha hecho resplandecer en su Evangelio la vida y la inmortalidad.
[11].Este es el mensaje para el que fui hecho predicador, apóstol y maestro, [12].y por el que ahora padezco esta nueva prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he puesto mi confianza y estoy convencido de que tiene poder para guardarme hasta aquel día lo que deposité en sus manos.
[13].Toma como norma la sana doctrina que has oído de mí sobre la fe y el amor según Cristo Jesús. [14].Conserva el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
[15].Ya sabes que todos los de Asia me han abandonado, entre ellos Figelo y Hermógenes. [16].Que el Señor bendiga a la familia de Onesíforo, pues a menudo vino a confortarme y no se avergonzó de mis cadenas. [17].Apenas llegó a Roma, se puso a buscarme hasta que me encontró. [18].El Señor le conceda que alcance misericordia ante el Señor aquel día; tú conoces mejor que nadie los servicios que me prestó en Efeso.
Palabra de Dios.
SALMODIA
Antífona: Ved que dulzura, que delicia convivir los hermanos unidos.
VED QUÉ DULZURA (Salmo 133)
No hay un ungüento que iguale a la concordia,
ni suavidad como el amor sincero.
Ruede, Señor, el trato entre nosotros
sin que chirríen gestos ni palabras.
Aromen la verdad y la franqueza
cuantas palabras pronunciemos todos.
Danos, oh Dios, tu amor como un perfume,
fragancias en nuestros rostros diferentes.
Danos anchura y corazón templado
para enfrentarnos al error del otro
sin derramar el odio o el desprecio.
La paciencia, el perdón son un rocío
que baja de tu monte,
y la sonrisa abierta hacia el hermano
tendrá la misma luz que tu sonrisa
y el mismo brillo que tus dulces ojos
cuando nos miras con amor de Padre.
ALELUYA
Felices los que escuchan la Palabra de dios y la practican.
EVANGELIO
Monición
La muerte de Francisco fue una evocación casi litúrgica de la Pascua de Jesús. Al sentir su inminencia hizo leer a uno de los hermanos presentes el relato de la Pasión de Jesús según San Juan. Escuchemos con atención algunos pasajes de este conmovedor relato.
+ Lectura del Santo Evangelio según San Juan (13,1-5.12-17.33-35)
[1].Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de salir de este mundo para ir al Padre, como había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el extremo. [2].Estaban comiendo la cena y el diablo ya había depositado en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle. [3].Jesús, por su parte, sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos y que había salido de Dios y que a Dios volvía. [4].Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. [5].Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado.
[12].Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? [13].Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. [14].Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. [15].Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo.
[16].En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía. [17].Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica.
[33].Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Me buscarán, y como ya dije a los judíos, ahora se lo digo a ustedes: donde yo voy, ustedes no pueden venir.
[34].Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. [35].En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos otros.» Palabra del Señor.
Homilía
CEREMONIA DE TRANSITO
Monición
Vamos a recordar con gozo la “hora en que nuestro Padre san Francisco voló al Cielo”, su transito. Esta celebración conserva su pleno sentido, cualquiera que sea la hora o el momento en que se haga, para seguir renovando en nosotros los valores evangélicos y hasta humanos de aquella muerte, preciosa realmente a los ojos de Dios y de los hombres.
Por favor prender sus velas.
Canto franciscano: ......
Monición
Cuando Francisco presintió ya próxima su muerte reaccionó exclamando gozoso: “Bienvenida sea mi hermana muerte”. De hecho, la muerte fue para el, no el final, sino la Pascua, el paso o “transito” de este mundo al Padre.
Lectura de la Leyenda Mayor de San Buenaventura (LM 14 5-6 y CtaF)
Acercándose,
...