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Didáctica y Enseñanza Actividad N° 2: Ampliando conocimientos


Enviado por   •  28 de Junio de 2021  •  Síntesis  •  3.263 Palabras (14 Páginas)  •  61 Visitas

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Didáctica General

Unidad N° 1: Didáctica y Enseñanza

Actividad N° 2: Ampliando conocimientos

Consigna 1: Responda las siguientes preguntas

  1. ¿Cuáles son las características que debe reunir un buen profesor?

El discurso pedagógico se ha ocupado de retratar, también las actitudes que deberían caracterizar al educador,  desde un punto de vista más normativo. Confianza, aprecio, empatía, autenticidad, tolerancia, humor,  sensibilidad, son expresiones  a la que se apela a menudo para dar cuenta de las virtudes que están en la base de una buena relación pedagógica.

BASABE, L. Y COLS, E. (2007) “La enseñanza”, en CAMILLONI, A. y otras, El saber didáctico, Paidós, Buenos Aires. Capítulo 6 página 146.

  1. ¿Qué es enseñar?

La enseñanza es un proceso ordenado, sistemático, deliberado, intencional, organizado y metódico de transmisión de conocimiento de una persona a otra que carece de él.

De modo general, puede definirse a la enseñanza como un intento de alguien de transmitir cierto contenido a otra persona. Es una definición sencilla que no especifica nada acerca de las acciones de los participantes, de los recursos y los resultados esperables.

Distintos aspectos de esta definición:

  • La enseñanza involucra siempre tres elementos: alguien que tiene un conocimiento, alguien que carece de él y un saber que es el contenido de la transmisión. En el caso de enseñar, esta naturaleza tríadica es cubierta (Passmore) porque puede omitirse a quién o qué sin que pierda sentido la afirmación de que alguien enseña. Pero la enseñanza es siempre una forma de intervención destinada a mediar en la relación entre un aprendiz y un contenido a aprender y por eso una actividad marcada por el conocimiento a transmitir y las características de sus destinatarios.  La interacción entre estos elementos da lugar a tres tipos de relaciones: la relación entre profesor y estudiante (relación pedagógica o de mediación), la relación entre el profesor y el contenido (relación didáctica) y la relación entre el estudiante y el contenido (relación de estudio).

  • La enseñanza consiste en un intento de transmitir contenido. Puede tratarse de una destreza, de un cuerpo organizado de conocimiento o de una disposición. En cualquier caso, una actividad puede clasificarse como enseñanza por su propósito de transmitir contenido, aunque el cometido no se logre. De este modo, el término abarca tanto a los esfuerzos infructuosos como a las ocasiones en las que eso efectivamente sucede. Entonces entre los procesos de enseñanza y aprendizaje no hay una relación de tipo causal. La idea de causalidad entre enseñanza y aprendizaje domina el sentido común y lleva a pensar a estos dos procesos como si fueran dos caras de la misma moneda. Para Fenstermacher la confusión se origina en que no habría una idea de enseñanza si el aprendizaje no existiera como posibilidad; el concepto de enseñanza depende para existir del concepto de aprendizaje. El hecho de que el aprendizaje se produzca después de la enseñanza no debe ser explicado como una consecuencia de las acciones de enseñanza, sino de las actividades que el propio estudiante realiza, a partir de la enseñanza, para incorporar un contenido. El término aprendizaje alude tanto al proceso mediante el cual se adquiere un conocimiento (tarea), y son las tareas de aprendizaje desarrolladas por el alumno las responsables del aprendizaje como rendimiento. Fenstermacher denomina estudiantar al conjunto de actividades que los estudiantes desarrollan para apropiarse del contenido. La enseñanza sólo incide sobre el aprendizaje de manera indirecta, a través de la tarea de aprendizaje del propio estudiante. Se pasa de una concepción causal a una que reconoce mediaciones entre las acciones del docente y los logros del estudiante: mediaciones de carácter cognitivo (resultante de los procesos psicológicos mediante los cuales los estudiantes intentan la comprensión) y mediaciones sociales (derivadas de la estructura social del aula).

  • La enseñanza implica siempre una acción intencional por parte de quien enseña. Si bien en la interacción social espontánea las personas adquieren gran cantidad de información, este es un aprendizaje incidental. En estos casos hay aprendizaje pero no enseñanza. La enseñanza implica siempre un intento deliberado y relativamente sistemático de transmitir conocimiento.
  • La definición presentada es genérica, mayores detalles acerca del contexto, los recursos, la transmisión, implican algún tipo de marco valorativo que define ya no la enseñanza, sino una “buena enseñanza”.

La enseñanza será eficaz en la medida en que logre cambiar a los alumnos en las direcciones deseadas. Hay varios tipos de actividades si se pretende que la enseñanza sea satisfactoria: asegurarse que existe una necesidad de enseñanza, especificar claramente los objetivos que se pretende alcanzar y seleccionar, preparar experiencias de aprendizaje para los alumnos de acuerdo con los principios didácticos y evaluar la realización del alumno de acuerdo con los objetivos previamente elegidos.

Según Fenstermacher, la buena enseñanza puede definirse desde un punto de vista moral, es decir, si las acciones empleadas para la transmisión son éticamente justificables y a la vez inspiradoras de buenas acciones, es decir, si el conocimiento a transmitir es racionalmente justificable.

BASABE, L. Y COLS, E. (2007) “La enseñanza”, en CAMILLONI, A. y otras, El saber didáctico, Paidós, Buenos Aires. Capítulo 6 páginas 126 a 130.

La enseñanza implica:

  • Transmitir un conocimiento o un saber.
  • Favorecer el desarrollo de una capacidad.
  • Corregir y apuntalar una habilidad.
  • Guiar una práctica.

La enseñanza es una acción voluntaria y conscientemente dirigida para que alguien aprenda algo que no puede aprender solo. Cuando una persona aprende sola, lo que ocurre no es “enseñanza”, sino aprendizaje social o socialización.

Estas intenciones son de doble vía: quien enseña desea hacerlo y quienes aprenden desean aprender. Sin embargo la intencionalidad surge de quien enseña. Pero la intencionalidad de la enseñanza no se restringe a lograr que otros aprendan, quienes enseñan buscan transmitir un saber o una práctica considerada culturalmente válida, socialmente justa y éticamente valiosa.

Enseñar es un acto de transmisión cultural con intenciones sociales y opciones de valor. Fenstermacher distingue la enseñanza con éxito, con logro de resultados de aprendizaje, y la buena enseñanza, sustentada en valores éticos y en la validez de aquello que se enseña.

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