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La vocación


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2013  •  Tesis  •  835 Palabras (4 Páginas)  •  249 Visitas

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Para empezar, hay que insistir en que la vocación por la profesión docente no es el resultado de una inclinación espontánea, surgida de la nada, hacia el ejercicio de la enseñanza. La vocación tampoco se debe a factores que genéticamente pudieran determinar que las personas, poseyendo ciertos rasgos hereditarios, hubieran de orientarse indubitablemente al ejercicio de esta profesión. Ya lo dijo hace casi medio siglo el eminente maestro español Patricio Redondo: “Rechazamos la idea de que el maestro nace: no sabemos en virtud de qué elementos genéticos especiales que le (sic) inducen a ejercer esta profesión.

Es que la aparición de intereses por la docencia en una persona depende fundamentalmente de factores individuales y sociales, de un contacto cercano con la actividad pedagógica, pues nadie podría tener interés por la docencia si no la conociera previamente; pero también depende de otros aspectos que suelen ser más sutiles, que están implícitos en la vida diaria del sujeto y que se ubican en sus zonas afectiva, social e intelectual. Así surge la vocación por el magisterio; no es algo cuya esencia psíquica podamos explicar específicamente, pero sí sabemos que tiene que ver con un conocimiento cercano de las habilidades docentes y del trabajo con grupos escolares. De modo que “querer ser maestro” no proviene de un acto de iluminación o de llamamiento extrasubjetivo hacia el ejercicio de esta profesión, sino de una serie de factores que la conforman y que son construidos día con día en la vida de cada persona; por eso afirmamos que el maestro no nace: se hace, y que por lo tanto podemos construir la vocación al igual que otras habilidades y aptitudes del sujeto. En concomitancia con lo que decíamos párrafos arriba, y dada la condición específica de la práctica docente en las escuelas normales, este planteamiento es válido tanto para los maestros como para los estudiantes de las mismas.

En seguimiento a lo planteado viene ahora al caso preguntarnos qué nivel de importancia habría que darle a la vocación en el proceso de selección de alumnos de primer ingreso en las escuelas normales, sobre todo porque en la actualidad y desde hace ya varios años ha adquirido rasgos de un proceso poco aseado, algo descompuesto y desaliñado. Me excuso por no argumentar en torno a semejante temática, puesto que no es el objeto de este trabajo; sin embargo sí es una circunstancia que está en la base de las consideraciones que se desea plantear, pues en la consistencia o en la debilidad del proceso en cuestión se basan la mayoría de las explicaciones que se ofrecen a la calidad del producto que las normales entregan a la sociedad: se trata de buenos maestros cuando aparecen la vocación o la buena selección de alumnos en un plano primordial de las características de nuestros estudiantes, o de maestros débilmente formados cuando éstas no tuvieron un papel preponderante dentro de las características

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