Objetivos Comunicacionales

OBJETIVOS COMUNICACIONALES

El documento "Política y Plan Nacional de Prevención y Control de Drogas" contempla en el área prevención un plan específico de sensibilización de la opinión pública. Este plantea los siguientes objetivos 63/: a) "Diseñar y ejecutar campañas y acciones educativas que se difundan a través de distintos medios y estrategias para la prevención del consumo indebido de estupefacientes y sustancias sicotrópicas. b) Promover la formación de grupos de trabajo y la reflexión en torno al tema del consumo indebido de drogas que incluyan a líderes de opinión, empresarios y responsables de los medios de comunicación, entre otros .c) Entregar sistemáticamente información a organismos públicos y privados, en especial a aquellos en contacto con grupos que se consideren en riesgo". Cabe constatar que en los documentos sobre comunicaciones del CONACE revisados no hemos encontrado una "traducción" de los objetivos del Plan -acciones a realizar- en objetivos propiamente comunicacionales, vale decir, no se especifican los objetivos involucrados en una labor de "sensibilización". Por ello recomendamos acompañar las inversiones en comunicación con una reflexión más sistemática en torno al tema. Antes de precisar algunos objetivos de una política comunicacional en materia de drogas es necesario destacar dos elementos: Lo primero es la necesidad de plantearse los objetivos comunicacionales con criterio de realidad. En lo fundamental, ello significa tener presente que la comunicación no es todopoderosa, ni puede aspirarse a lograr cualquier cambio propuesto como producto de una acción comunicativa. Sólo planteando los objetivos comunicacionales con criterio de realidad permitirá que los receptores sientan que el CONACE tiene por objeto dialogar sobre el tema de la droga más que dar señales periódicas respecto de la preocupación del gobierno. Si se busca una comunicación efectiva no es posible plantear cambios a nivel de las actitudes, especialmente si las campañas comunicacionales son coyunturales y no están pensadas en el marco de una estrategia de mediano y largo plazo. Tampoco es posible pensar el tema en forma coyuntural para abordar la campaña estival. La última campaña realizada por CONACE -"Juégatela por tus amigos"- puede ser considerada como un claro ejemplo de una campaña que no fue planteada con criterio de realidad. El objetivo de esa campaña se planteó en términos de "prevenir la iniciación del consumo de drogas", lo que implica una relación de efecto a nivel de la conducta entre el mensaje y sus destinatarios. La definición del objetivo de la campaña en estos términos asigna excesivas expectativas al logro de una campaña comunicativa, más aún si se considera que la campaña se dio en forma aislada y no como parte de un proceso estructurado.

Lo segundo es que los objetivos deben ser planteados en el tiempo como parte de una estrategia de mediano/largo plazo. Objetivos tales como el cambio de actitud, el cambio de opinión o la sensibilización respecto a un tema como la droga podrían eventualmente ser formulados con criterio de realidad. Pero para ello es fundamental introducir la idea de proceso, vale decir, el marco normalizado de una política con visión estratégica.

Al igual que los objetivos también los mensajes, los medios y los públicos destinatarios de la política comunicacional deben ser pensados en el tiempo. Es necesario programar los mensajes en el tiempo, a través de un proceso estructurado, para públicos diversos y a través de medios diversos.

Con el fin de avanzar en esta línea, proponemos que el plan de "sensibilización" de la opinión pública contenido en el documento Política y Plan Nacional involucre dos objetivos comunicacionales de carácter estratégico:

a) El primer objetivo es generar los mecanismos que permitan operar el tránsito hacia la conversación ciudadana en el tema de las drogas, lo que implica, tal como se

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