Pacto Y Contrato
salamandra679 de Octubre de 2013
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DIFERENCIA ENTRE PACTO Y CONTRATO
1 enero, 2013 | Filed underReflexiones | Posted by Willians
PACTO:
SE BASA EN EL AMOR
SE BASA EN LA LEY
LO MIO ES TUYO
TUS INTERESES SON LOS MÍOS
CONTRATO:
MOTIVADO POR LA OBLIGACIÓN
MOTIVADO POR LA COACCIÓN
PROTEGE LO QUE ES MIO
CUIDA MIS INTERESES
Sin embargo, a través de las Escrituras el término "pacto" describe más comúnmente la relación formal que existía entre Dios, por una parte, e Israel como el pueblo escogido, por otra. Obviamente, éste no era un pacto entre iguales, sino entre el Dios infinito y el hombre finito. El Señor mismo determinó las provisiones del pacto, las dio a conocer a su pueblo y les dio la posibilidad de aceptarlo o rechazarlo. Una vez ratificado, sin embargo, se consideraba que era obligatorio tanto para Dios como para su pueblo. En suma, abarcaba todo lo necesario para que el plan de salvación fuera totalmente efectivo. Por su parte, Dios prometía bendecir a su pueblo, darle en posesión la tierra de Canaán, revelarle su voluntad para ellos, enviarles el Mesías y emplearlos como un instrumento escogido para convertir al mundo. Por su parte, el pueblo debía rendir obediencia implícita y cooperar con todos los requerimientos de Dios.
En una forma preliminar, este pacto fue hecho con Adán, en ocasión de la caída (Gn. 3:15), y más tarde con Noé (9:12, 15, 16). Pero llegó a ser plenamente efectivo por primera vez para Abrahán y su descendencia ( 1 2:1-3; 15:18; 17:1-7; etc.). Fue ratificado formalmente en el Sinaí, cuando Israel como nación prometió cumplir las demandas divinas y aceptó las promesas (Ex. 19:5-8; 24:3-8). Después de siglos de infidelidad a su compromiso de cooperar con Dios, fue liberado del pacto y se le dejó ir en cautividad como señal de que sus provisiones ya no estaban en vigencia (Jer. 11:1-16; Ez. 16; He. 8:9; etc.). Al volver del cautiverio, Dios prometió hacer "un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá" (Jer. 31:31-34). Al rechazar y crucificar a Cristo, el pueblo judío renunció al pacto y fue rechazado como pueblo escogido de Dios (Mt. 21:43). Al mismo tiempo. Dios transfirió los privilegios y las responsabilidades de la relación del pacto a su nuevo pueblo escogido: la iglesia cristiana (Mt. 21:43; Gá. 3:29; He. 8:8-11; 1 P. 2:9, 10).
El autor de Hebreos se refiere al pacto con el antiguo Israel como el "primer" pacto, o "antiguo" pacto, y al que hizo con los cristianos como el "segundo" o "nuevo" pacto (8:7, 13). Esencialmente, las provisiones, condiciones y objetivos de los 2 pactos son idénticos. La principal diferencia es que el "antiguo" fue hecho con Israel como nación, mientras que el "nuevo" se hace con los creyentes en Cristo en forma individual. Este también es llamado el "eterno" (Gn. 17:13; He. 13:20). Se puso en operación en el Edén cuando el hombre pecó, pero no fue ratificado hasta que la sangre de Cristo fue derramada en la cruz (He. 13:20). El "antiguo" fue ratificado en el Sinaí (Ex. 24:3-8); fue, en realidad, una disposición temporaria para permitir que quienes estaban ligados por sus provisiones pudieran entrar en los privilegios y las responsabilidades del pacto
Es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. (Heb. 8: 6).
Habían presenciado la grandiosa majestad de la proclamación de la ley, y habían temblado de terror ante el monte; y sin embargo, apenas unas pocas semanas después, quebrantaron su pacto con Dios al postrarse a adorar una imagen fundida. No podían esperar el favor de Dios por medio de un pacto que ya habían roto; y entonces, viendo su pecaminosidad y su necesidad de perdón. Llegaron a sentir la necesidad del Salvador revelado en el pacto de Abrahán y simbolizado en los sacrificios. De manera que mediante la fe y el amor se vincularon con Dios como su libertador de la esclavitud del pecado. Ya estaban capacitados para apreciar las bendiciones del nuevo pacto.
Los términos del pacto antiguo eran: Obedece y vivirás. "El hombre que los hiciere, vivirá en ellos" (Eze. 20: 11; Lev. 18: 5); pero "maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas" (Deut 27: 26). El nuevo pacto se estableció sobre "mejores promesas" , la promesa del perdón de los pecados, y de la gracia de Dios para renovar el corazón.-PR 388, 389.
Las bendiciones del nuevo pacto se fundan únicamente en la misericordia evidenciada en el perdón de la injusticia y de los pecados. . . Todos los que humillen sus corazones y confiesen sus pecados, encontrarán misericordia, gracia y seguridad. ¿A caso ha dejado de ser justo Dios porque manifiesta misericordia hacia el pecador? ¿Ha deshonrado él su santa ley y de aquí en adelante pasará por alto la violación de ella? Dios es fiel a sí mismo. No cambia. Las condiciones de la salvación son siempre las mismas. . .
Bajo el nuevo pacto, las condiciones mediante las cuales se puede obtener la vida eterna son las mismas que en el pacto antiguo, a saber, obediencia perfecta. . . En el nuevo y mejor pacto, Cristo ha cumplido la ley a favor de los transgresores de ella, si lo reciben por fe como Salvador personal. . . En el pacto mejor o somos purificados de pecado por la sangre de Cristo.-
1.
Porque.
" [ Los obreros de la viña , Mat. 20: 1-16 . Con referencia a parábolas, ver pp. 193-197.] La interrupción entre el cap. 19: 30 y el 20: 1 tiende a borrar la estrecha relación que existe entre los dos capítulos, tanto en el tiempo como en el tema. Fue la conversación de Jesús con el joven rico (cap. 19: 16-22) y la resultante discusión con los discípulos lo que llevó a la presentación de la parábola de los " obreros de la viña. En realidad, la parábola ilustra específicamente la verdad afirmada en el cap. 19: 30, verdad que se repite al final de la parábola para darle mayor realce (cap. 20:16). La repetición, antes y después de la parábola, hace resaltar la lección que la misma debía enseñar (PVGM 322). "
" Esta parábola estaba dirigida a los discípulos a manera de respuesta a la pregunta "¿Qué, pues, tendremos?" " (cap. 19:27). Puesto que lo habían dejado todo para seguir a Jesús, esperaban recibir una recompensa en compensación por el sacrificio realizado. Jesús les había asegurado que tendrían una recompensa (vers. 28-29), pero también les advirtió que no debían pensar que simplemente por haber sido los primeros en seguir a Jesús, podrían esperar recibir mayores recompensas y honores que otros súbditos del reino. En la parábola de los obreros de la viña, Jesús expone el trato de Dios para con los que le dedican su servicio y explica la base sobre la cual serán recompensados (PVGM 326-327). La parábola enseña que no recibirían ni más ni menos que los otros, porque los ciudadanos del reino son todos iguales en el sentido de que todos son pecadores redimidos.
Reino de los cielos.
Ver com. Mat. 3: 2; 4:17; 5: 3; Luc. 4: 19.
Es semejante.
Esta era una fórmula común empleada para comenzar una parábola. Los principios que rigen la interpretación de las parábolas aparecen en la p. 194.
Padre de familia.
Gr. oikodespót's , "propietario" (BJ); literalmente, "señor de la casa" (ver com. Luc. 2:29).
Por la mañana.
"A primera hora de la mañana" (BJ). Gr. háma prÇí (ver com. Mar. 1: 35), al amanecer.
A contratar obreros.
En algunos países del Cercano Oriente los jornaleros todavía suelen reunirse en la plaza del mercado, donde aguardan quien les ofrezca trabajo.
Su viña.
El profeta Isaías se había referido a Israel como la viña del Señor (Isa. 5: 1-7).
2.
Habiendo convenido con los obreros.
En el Cercano Oriente, es esencial el regateo en un trato de índole comercial, y se espera que se lo practique en cualquier transacción que ataña a bienes o servicios (ver com. Juan 9: 4).
Un denario.
Gr. d'nárion , el denarius romano, moneda de plata que pesaba unos 3,89 g. Sin duda, el denario de esa época (ver p. 51) tenía mayor valor adquisitivo que el tendría la misma suma hoy. Un denario era lo que se acostumbraba pagar al jornalero por un día de trabajo, el cual se computaba de sol a sol.
3.
Hora tercera.
Es decir, en torno de las nueve de la mañana (ver p. 51).
Plaza.
Ver com. Mat. 11: 16; Mar. 7: 4.
Desocupados.
Cf. vers. 6-7.
4.
Lo que sea justo.
Es decir, lo que fuera justo en relación con el trabajo que de ellos se esperaba. Según la parábola, el propietario no convino con ninguno de los que fueron a trabajar después de la primera hora el salario que habían de recibir. Los obreros no preguntaron nada y se fueron a hacer lo que se les mandaba, confiados en la promesa y en la justicia del propietario (ver PVGM 327-330).
5.
Las horas sexta y novena.
Es decir, a mediodía y a las 15 horas (3:00 p.m.).
6.
Hora undécima.
Es decir, en torno de las 5
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