Recibos De Caja
medicsoftsas16 de Septiembre de 2014
16.663 Palabras (67 Páginas)318 Visitas
El recibo de caja es indispensable para aquellas dfacturas por ventas de servicio donde se requiere un soporte para certificar el recibo y entraga del dinero por parte del paciente.
liberalismo
y justicia
social: un
debate
Martha Nussbaum
89
Las capacidades de las mujeres y la justicia social*
Martha Nussbaum
Se verá cómo en lugar de la riqueza y la pobreza de la economía política vendrá el
ser humano rico y la necesidad humana rica. El ser humano rico es... el ser humano con
necesidad de una totalidad de actividades de la vida humana.
(Marx, Manuscritos económicos y filosóficos de 1844)
Me encontré hermosa como una mente humana libre.
(Mrinal, heroína de "Carta de una esposa" de Rabindranath Tagore, 1914)
El desarrollo y la equidad de sexos
En gran parte del mundo, las mujeres no tienen el apoyo para las funcio-
nes fundamentales de una vida humana. Están peor alimentadas que los
hombres, están menos sanas, y son más vulnerables a la violencia física y el
abuso sexual. En comparación con los hombres es mucho menos probable
que estén alfabetizadas y existen muchas menos probabilidades de que
tengan una educación preparatoria o técnica. Si intentan comenzar a tra-
bajar enfrentan mayores obstáculos, incluyendo intimidación por parte de
la familia o la pareja, discriminación sexual en los contratos y acoso sexual,
todo, con frecuencia, sin un recurso legal efectivo. Obstáculos similares a
menudo impiden su participación en la vida política. En muchas naciones
las mujeres no son iguales ante la ley: no tienen los mismos derechos de
* Este texto es un capítulo del libro compilado por Maxine Molyneux y Shahra Razavi: Gender
justice, development and rights, Oxford University Press, 2002.
Este capítulo está estrechamente relacionado con los argumentos de mi libro Las mujeres
y el desarrollo humano: el enfoque de las capacidades (2000b): introducción y cap. 1. Ahí pueden
encontrarse versiones más amplias de mis razonamientos (y más materiales empíricos, cen-
trados en la India). El libro incluye, además, un tratamiento detallado de las posturas de Sen
y las diferencias entre su versión del enfoque y la mía. Para versiones más tempranas de mis
posturas sobre las capacidades, véase Nussbaum 1988, 1990, 1992, 1995a, 1997a, 1997b; "Non-
relative virtues: An Aristotelian approach", en Nussbaum y Sen 1993; "Human capabilities,
female human beings", en Nussbaum y Glover 1995b: 61-104, y "Women and cultural univer-
sals", cap. 1 en Nussbaum 1999.
90
liberalismo y justicia social: un debate
propiedad que los hombres, los mismos derechos para establecer un con-
trato, ni los mismos derechos de asociación, movilidad y libertad religiosa.1
Cargadas frecuentemente con la doble jornada de un extenuante empleo y
las responsabilidades completas de una casa y del cuidado de los hijos, les
faltan oportunidades para recrearse y cultivar sus facultades imaginativas
y cognoscitivas. Todos estos factores afectan el bienestar emocional: las
mujeres tienen menos oportunidades que los hombres de vivir libres del
temor y de disfrutar formas de amor gratificantes —especialmente cuando,
como es común, están casadas desde la niñez sin haberlo elegido y no tienen
manera de escapar del matrimonio. Es así como las circunstancias política
y socialmente inequitativas le dan a las mujeres capacidades humanas
inequitativas.
De acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano 1999 del Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo, no hay ningún país que trate a sus
mujeres tan bien como trata a sus hombres, de acuerdo con una compleja
medición que incluye expectativa de vida, riqueza y educación (undp 1999).
Las naciones en desarrollo, sin embargo, presentan problemas especial-
mente urgentes. La inequidad de género está fuertemente relacionada con
la pobreza.2 Cuando la pobreza se combina con la inequidad de género,
el resultado es una falla aguda de las capacidades humanas principales.
En el grupo de países de "desarrollo humano medio", considerado como
un todo, el nivel de alfabetización en la población masculina adulta es de
83.3% contra 67.3% para las mujeres; en los países de "desarrollo humano
bajo" la proporción es de 57.2% para los hombres y 35.8% para las mujeres.
El porcentaje de inscripciones escolares (combinando los tres niveles) es,
en los países de desarrollo medio, de 60% para las mujeres y 68% para los
hombres. En los países de desarrollo humano bajo de 33% para las mujeres
y 44% para los hombres. En términos reales de pib per cápita, en los países
Para ejemplos de esas inequidades, véase Nussbaum 2000b, cap. 3; 1997c y 1999.
De los cuatro países que ocupan los últimos lugares en el índice de desarrollo relativo al
género (idg) (Níger, Etiopía, Burkina Faso y Burundi; y Sierra Leona sin posición debido a que
la información era insuficiente), tres están entre los últimos cuatro en el índice de pobreza hu-
mana (iph), una medida compleja que incluye una baja expectativa de vida, falta de educación,
desnutrición y falta de acceso a agua segura y servicios de salud (los últimos cuatro países son
Sierra Leona, Níger, Etiopía y Burkina Faso; Burundi está 15 lugares más arriba). Véase undp
1999, pp. 140-1, 146-8. De los cuatro países en desarrollo con las primera posiciones en el iph
(Barbados, Trinidad y Tobago, Costa Rica y Uruguay) todos ocupan posturas altas en el idg
(Barbados, 27; Uruguay, 36; Costa Rica, 42 y Trinidad y Tobago, 44).
1
2
Martha Nussbaum
91
de desarrollo medio, las mujeres controlan $2 220 contra $4 414 para los
hombres, y en los países de desarrollo humano bajo $691 las mujeres y
$1,277 los hombres. No tenemos aún estadísticas confiables para violación,
violencia doméstica y acoso sexual porque en muchos países se le da poca
atención a la violencia doméstica y al acoso sexual; la violación dentro del
matrimonio no es considerada un crimen y como la violación por parte
de extraños casi nunca se castiga, a muchas mujeres se las convence de
no denunciar el crimen.3
Si vamos al área básica de salud y nutrición, existen serias pruebas de
discriminación en contra de las mujeres en muchas de las naciones del mun-
do desarrollado. Se cree de manera generalizada que, en donde la nutrición
y el cuidado a la salud son iguales, las mujeres viven en promedio un poco
más que los hombres: por lo tanto, podemos esperar una proporción de
sexos de algo así como 102.2 mujeres por cada 100 hombres (la proporción
de sexo actual del África sub-sahariana4). Muchos países tienen una pro-
porción de sexos mucho más baja: en India, por ejemplo, la proporción es
de 92.7 mujeres por cada 100 hombres, la más baja desde que comenzó la
aplicación de censos, a principios del siglo xx. Si estudiamos esas propor-
ciones y nos hacemos la pregunta "¿Cuántas mujeres más de las que hay
ahora en el país C habría ahí si tuvieran la misma proporción de sexos que
Sobre la India, ver el informe especial sobre violación sexual en India Abroad, 10 de julio de
1998. De acuerdo con las últimas estadísticas, cada 54 minutos se viola a una mujer en la India,
y los casos de violación se han incrementado en 32% entre 1990 y 1997. Aunque parte de este
incremento se deba a que se denuncia más, es difícil que todo se deba a ello, pues hay varios
factores que disuaden a las mujeres. Con toda seguridad en el juicio se usará la historia sexual
y la clase social de la mujer en contra de ella, rara vez se toman oportunamente las pruebas
médicas, la policía retarda el procesamiento de las denuncias, y, por lo tanto, es extremada-
mente difícil asegurar las condenas. Para la legislación india la penetración peneana es todavía
un elemento necesario para definir una violación. Además llevar un caso de violación resulta
caro y actualmente no existe ayuda legal gratuita para víctimas de violación. En una muestra
de 105 casos que pasaron a juicio (en un estudio conducido por Sakshi, una ong con oficinas
en Nueva Delhi) sólo 17 terminaron en condena.
4Se eligió África subsahariana como la línea de base porque puede considerarse inapropiado
comparar países desarrollados con países en vías de desarrollo. Europa y América del Norte
tienen una proporción aún más alta de mujeres: 105 por cada 100 hombres. La proporción
relativamente alta de mujeres en África subsahariana, en comparación con otras partes del
mundo en desarrollo, se explica probablemente por el papel central desempeñado por las mujeres
en la actividad económica productiva, lo que da derecho a la alimentación a las mujeres en
tiempos de escasez. Para un estudio clásico de este tema, véase
...