Ética En El Uso De Las TI

Lo Bueno:

Actualmente para muchos en nuestra sociedad es imposible concebir un mundo sin tecnología. El simple hecho de imaginar la desaparición de cajeros automáticos, computadoras personales o incluso el internet, puede llegar a sonar como un escenario apocalíptico para algunos.

Y es que realmente son innumerables los beneficios que han traído consigo las tecnologías de la información: comunicación instantánea, reducción de costos de operación, acercamiento al cliente, procesamiento de datos, etc. El simple hecho de poder comprimir toneladas de papel en un solo dispositivo digital de no más de 5cm de largo, pudiera haber sonado disparatado hace algunos años, pero hoy en día todo esto y más es posible.

Las empresas son sin lugar a duda las que más provecho le han sacado a este tipo de avances, pues han podido minimizar al máximo el gasto empleado en sus operaciones. Esto no sólo ha traído mayores regalías para los empresarios, sino que además hizo posible brindar mejores productos y servicios al consumidor final.

Además, estos nuevos sistemas han abierto la puerta a la formulación de nuevas estrategias de comunicación de una empresa, pues el desarrollo tecnológico posibilita a los mercadólogos, a hacer estudios cada vez más precisos sobre las distintas necesidades de sus clientes.

La tecnología de la información ha roto barreras que antes eran impenetrables, pues ahora se puede conocer en tiempo real qué es lo que un usuario esta comprando, en qué tienda, a qué hora e incluso predecir qué es lo que querrá comprar en el futuro.

Por la personalización de las distintas herramientas de estos sistemas, se puede decir que sus aplicaciones son interminables, ya que pueden ser usadas en cualquier tipo de organización e incluso en cualquier área de esta, pues sirve tanto como para recursos humanos como para el área de finanzas.

Todo esto ha hecho que las TI, más allá de ser un diferenciador de la empresa, se vuelvan un recurso necesario y obligatorio para el desarrollo de la misma.

Lo Malo:

“Este invento producirá el olvido en las mentes de los que la conozcan, haciéndoles despreciar la memoria; fiados en este auxilio extraño, abandonarán a caracteres materiales el cuidado de conservar los recuerdos”.

De esta manera es que el rey egipcio Thamus, en el diálogo de Platón, desacredita la invención de la escritura, al pensar que ésta, en vez de ayudar a la memoria de los egipcios para hacerlos más sabios, simplemente los hará más olvidadizos por depender de un objeto que contenga sus recuerdos y conocimientos escritos.

Sin embargo, como todos sabemos, la invención de la escritura en realidad fue una de las principales razones por las que se pudo expandir el conocimiento, y hacer que llegue a otras mentes que con su ingenio, lo transformaron en progreso y desarrollo.

Pero, ¿acaso esta duda planteaba hace más de 2500 años no es lo que esta ocurriendo hoy en día con el Internet? Según un estudio realizado por la Universidad de Columbia, sí.

El estudio llamado “Google Effects on Memory” analiza cómo es que este buscador o en general cualquier aparato de la era digital, debilita nuestra memoria por un concepto conocido como “memoria transactiva”.

La memoria transactiva no es más que aquel efecto que se produce en nuestro cerebro cuando inconscientemente decidimos no recordar algo porque sabemos que alguien o algo más, podrá hacerlo por nosotros. Quizás el ejemplo más claro de esto es cuando salen los primeros celulares capaces de almacenar nuestra agenda telefónica, y de repente, de manera colectiva, todos redujeron ese listado de 8, 10 o más teléfonos memorizados a tan sólo uno o dos como en la mayoría de los casos.

Por otro lado, en el informe “Situación y Perspectivas de la economía mundial 2012” realizado por las Naciones Unidas, se sostiene que más de 400 millones de nuevos puestos de trabajo serán necesarios durante los próximos diez años para poder responder al crecimiento anual de la fuerza de laboral, sin embargo, la tendencia en los últimos años se manifiesta contraria.

Estas cifras hacen que la tecnología sea señalada como una de las culpables, pues esta se caracteriza por desplazar la mano de obra humana. Una fábrica en la que trabajaban 400 personas, hoy sólo requiere 8 empleados y 200 máquinas.

Pero quizás lo más peligroso en tecnologías de la información no sean las máquinas, sino las personas que las utilizan. En los últimos años, el mundo ha sido testigo de terribles casos de corrupción de empresas financieras que no solo dejaron sin trabajo a muchos empleados al momento de ser descubiertas, sino que además estafaron a miles de personas en el camino.

Probablemente el caso más escandaloso fue el sucedido entre los años 2008 – 2010 con el banco de inversión estadounidense más antiguo: Lehman Brothers. Los funcionarios de esta empresa usaron durante años un complejo sistema de información contable artificial, alterando sus balances para ocultar sus malas inversiones, involucrándose incluso en tácticas engañosas para desviar inversiones de sus libros.

Otros casos en los que se puede ver una mala praxis en el uso de las tecnologías de la información, son los términos de uso de servicio que algunas páginas web llegan a tener. Y es que realmente en estos tiempos, quién se puede dar el lujo de leer toda verborrea legal que muchos sites utilizan. Aquí es donde páginas inescrupulosas utilizan artificios legales para que los usuarios brinden sus datos personales y éstas puedan utilizarlos a su antojo.

“Mientras Facebook, Twitter o Google suelen pedir que el usuario apruebe sus condiciones para poder utilizar sus servicios, ellos a cambio utilizan la información de éste para otros fines que no quedan del todo claro en las condiciones”. De hecho, según el diario The Wall Street Journal, Facebook admitió que los creadores de algunas de sus aplicaciones vendieron datos de usuarios a otras empresas y agencias

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