ANALISIS DE LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD

La guerra de baja intensidad, es la forma que adquiere la intervención estadounidense en los asuntos internos de otros países, a partir de los ochenta y sus tácticas se desarrollan a partir de los objetivos y contextos particulares de cada conflicto. Sin embargo, los militares consideran que ésta también puede ser necesaria para reprimir conflictos internos dentro de países como Estados Unidos.

A Grosso modo, la Guerra de baja intensidad (GBI) podríamos decir que es una confrontación político militar entre estados o grupos por debajo de la guerra convencional y por encima de la competencia pacífica entre naciones. En otras palabras, es una noción clave de la actual estrategia militar de Estados Unidos, para combatir las revoluciones, movimientos de liberación o cualquier conflicto que amenace sus intereses. La GBI involucra a menudo luchas prolongadas de principios e ideologías y se desarrolla a través de una combinación de medios políticos, económicos, de información y militares. Por lo general, este tipo de confrontación se ubica generalmente en el Tercer mundo que a su vez contiene implicaciones de seguridad regional y global.

Son muchos los elementos militares y políticos que se combinan para asegurar que la Guerra de baja intensidad, se convierta en la forma más común de confrontación que los norteamericanos tienen. Entre ellas, destacan los profundos problemas sociales, económicos y políticos de las naciones del Tercer Mundo, que crean un terreno fértil para el desarrollo de la insurgencia y otros conflictos con un impacto adverso a los intereses de los Estados Unidos.

Por otro lado, existen cinco operativos para llevar a cabo las operaciones de GBI: el dominio político, la unidad de acción, adaptabilidad, legitimidad y perseverancia. Las operaciones de GBI están clasificadas en cuatro categorías: Insurgencia y contrainsurgencia, Lucha contra el terrorismo, Operaciones de mantenimiento de la paz y Operaciones de contingencia en tiempo de paz. La insurgencia y contrainsurgencia, aunque se encuentran en polos opuestos, aplican los mismos principios generales y todo depende de a quien se quiera apoyar.

Formulación de la doctrina en la guerra de baja Intensidad:

En el año 1985 el pentágono inició el proyecto sobre la Guerra de baja intensidad. 1986 se dio la publicación de una obra de dos volúmenes titulada Joint Low-Intensity Conflict Proyect Final Report, en ella se fijan los conceptos, la estrategia, las pautas y la aplicación de la doctrina de combate para el Conflicto de Baja Intensidad. En enero de ese mismo año, el Secretario de Defensa, Caspar Weinberger, inauguró la primera conferencia del Pentágono sobre la Guerra de Baja Intensidad, se celebró en Washington D.C. En febrero del 86, se estableció el Ejército y la Fuerza Aérea para la Guerra de Baja Intensidad. La doctrina del GBI fue transferida a los cuerpos militares operativos a través de manuales de campo y folletos especiales. En los años 60 la doctrina fue la implementación de una categoría específica de lucha armada y representa una orientación dominante en materia militar. Fue diseñada por los estrategas de la Era Reagan. La nueva gama de conflictos de tipo revolucionario y guerrillero en el tercer mundo.

Operaciones de paz:

Las misiones de paz abarcan operaciones diferentes. Están destinadas a emplear a las fuerzas militares en tiempos de paz para evitar desórdenes sociales, intimidar a gobiernos rebeldes, realizar operativos de asalto, ataque y recuperación, implementar operaciones de inteligencia y llevar a cabo muestras de poderío que respalden la política exterior norteamericana. La intervención de fuerzas armadas se vincula con la imagen del país como “gendarme internacional”. Este rol fue abandonado por los estrategas del Pentágono después la guerra de Vietnam; pero en la década del 80 vigorosamente por la administración Reagan y, en la actualidad, constituye uno de las alternativas más frecuentes y viables para la política exterior norteamericana. Su implementación dio lugar a la significativa expansión de las fuerzas de despliegue rápido como: Grupos aerotransportados, fuerzas anfibias, tropas de asalto, grupos comando, divisiones de infantería ligera etc. Su objetivo primordial es llevar a cabo operaciones selectivas, rápidas y con propósitos muy delimitados.

GUERRAS DE BAJA INTENSIDAD CERCANAS:

1. Nicaragua:

Cuando Reagan derrotó al demócrata Jimmy Carter, en noviembre de 1980, los sandinistas llevaban más de un año en el poder en Nicaragua tras haber derrocado el régimen de Anastasio Somoza. Reagan vio esto como una creciente amenaza para la seguridad de Estados Unidos y lanzó su propio contraataque con la intervención estadounidense en Nicaragua, lugar donde la guerra civil dejó más de 50.000 muertos y se prolongó durante más de una década. El gobierno de Reagan autorizó a la CIA para brindar apoyo a los "contras", que se oponían al gobierno de los sandinistas y operaban desde Costa Rica y Honduras.

Críticas y alabanzas también se despertaron en El Salvador, donde el grupo guerrillero Frente de Liberación Farabundo Martí se opuso al gobierno durante un conflicto con una duración de 12 años que terminó con la firma de unos acuerdos de paz en 1992.

2. El Salvador:

Un grupo de guerrilleros Frente de Liberación Farabundo Martí se opuso al gobierno durante un conflicto con una duración de 12 años que terminó con la firma de unos acuerdos de paz en 1992. El gobierno de Reagan alcanzó a entregar US$3 mil millones en asistencia al gobierno salvadoreño.

Durante la década de los ochenta, el gobierno militar en Argentina había lanzado una ofensiva contra el comunismo proporcionando armas y entrenamiento a los "contras" nicaragüenses en Honduras, con el apoyo del gobierno estadounidense.

3. Las Malvinas:

Durante la década de los ochenta, el gobierno militar en Argentina había lanzado una ofensiva contra el comunismo proporcionando armas y entrenamiento a los "contras" nicaragüenses en Honduras, con el apoyo del gobierno estadounidense. Pero la decisión de desembarcar en las islas Falklands / Malvinas en 1982 puso en aprietos a Reagan, quien en una llamada telefónica intentó disuadir sin éxito

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