ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ANALISIS DE LAS ESCUELAS Y CORRIENTES CRIMINOLOGICAS

mtzamorayTrabajo10 de Julio de 2013

7.967 Palabras (32 Páginas)768 Visitas

Página 1 de 32

ANALISIS DE LAS ESCUELAS Y CORRIENTES CRIMINOLOGICAS ESTABLECIENDO LOS FUNDADORES DE LAS ESCUELA Y SUS POSTULADO

ANALISIS DE LAS ESCUELAS Y CORRIENTES CRIMINOLOGICAS ESTABLECIENDO LOS FUNDADORES DE LAS ESCUELA Y SUS POSTULADO

INDICE TEMATICO

TEMA PÁGINA

I. INTRODUCCION-------------------------------------------------------------1

II. LA EVOLUCION DE LA CRIMINOLOGIA---------------------------2

III. HISTORIA DE LA CRIMINOLOGIA------------------------------------3

IV. LOS PRECURSORES DE LA CRIMINOLOGIA---------------------4

V. CRIMINALISTICA Y CRIMINOLOGIA-------------------------------5

VI. ESCUELA CLASICA--------------------------------------------------------5

VII. PRECURSORES DE LA ESCUELA CLASICA-----------------------7

a) Cesar Becarea--------------------------------------------------------------7

De Los Delitos y Las Penas-----------------------------------------------7

b) Jeremías Bentham---------------------------------------------------------7

El Utilitarismo---------------------------------------------------------------7

c) Gian Doménico Romagnosi----------------------------------------------8

d) Postulados De La Escuela Clásica-------------------------------------8

VIII. ESCUELA POSITIVISTA--------------------------------------------------9

IX. PRECURSORES DEL POSITIVISMO----------------------------------9

a) Cesar Lombroso-----------------------------------------------------------9

Criminal Nato--------------------------------------------------------------9

b) Enrico Ferri----------------------------------------------------------------10

Sociología Criminal------------------------------------------------------10

c) Rafael Garofalo----------------------------------------------------------11

Delito Natural-------------------------------------------------------------11

d) Postulados De La Escuela Positiva-----------------------------------11

X. LA ESCUELA ECLÉCTICA---------------------------------------------12

XI. ESCUELA SOCIAL--------------------------------------------------------12

XII. ESCUELA ANÓMMICA--------------------------------------------------13

XIII. ESCUELA ECOLÓGICA-------------------------------------------------13

XIV. CONCLUSIÓN---------------------------------------------------------------14

XV. BIBLIOGRAFIA-------------------------------------------------------------15

I. INTRODUCCION

Esta introducción al estudio de la criminología no tiene la intención de convertirse en un tratado ni en un manual. Solo pretendemos que sea de utilidad a los estudiantes que siguen cursis de criminología, al lector corriente y a las personas que de una u otra manera se interesan por el estudio del fenómeno criminal.

Este trabajo esta destinado a evitar esa ruptura que se produce a veces en el ánimo del lector cuando se enfrenta a la lectura de un pasaje jurídico, de un artículo de periódico o revista, cuyo sentido es un poco conocido o totalmente ignorado. Si hemos querido concentrarnos sobre asuntos específicos del dominio de la ciencia criminológica, señalando en cada capitulo los problemas principales en los que las investigaciones anteriores nos han fijado pautas. De ahí la delimitación del titulo, que en principio parece difícil plantear problemas, soluciones y debates sobre el criminal y la delincuencia.

Cuando se tiene la ocasión de consultar algunas de las obras que tratan sobre los problemas de la criminalidad, se encuentran, sin duda, frases como esta: Siempre ha habido criminales; el problema del criminal y la criminalidad, siempre se ha presentado en todas las sociedades. En todas las épocas el crimen ha sido objeto y motivo de preocupación general, y los poderes públicos y la sociedad han debido tomas en algunas de ellas medidas inmoderadas con respecto al criminal. Las cosas, sin embargo, han variado un poco en nuestro mundo, en el que la mayoría de las veces esas mismas medidas han sido criticadas por no comparecerse con los avances de la humanidad civilizada. He aquí un acuerdo sensato que parece haberse generalizado entre investigadores y científicos de las ciencias sociales. Es una opinión compartida y aceptada por todos: siempre ha habido y habrá personas que delincan y comentan actos deshonestos.

Antes de la creación de la antropología criminal, se estudiaba el crimen como algo aislado de un contexto igual que como en el pasado se estudiaba a la enfermedad en si. Cierto progreso se obtuvo cuando llego a decirse que, tal y como no existen enfermedades, sino enfermos, no existen crimines, sino criminales.

Un error, sin embargo, persistía y persiste todavía y aparece de vez en vez en la forma de estudiar al criminal arrancado de su contexto social, en la prisión donde el no es el mismo. Cabe comprender que un delito o un crimen no representan el mal, sino que son síntomas de un desarreglo o de una inadaptación manifestada por las actitudes de una persona en un cierto medio y en un cierto momento.

Al igual que la terapéutica eficaz exige combatir no el síntoma, sino las causas profundas, tratado así de una manera indirecta, pero eficaz, al enfermo, de igual forma el conocimiento del criminal exige el estudio completo de la personalidad total de este, en acción si es posible o, al menos, en libertad: el hombre y su medio socioeconómico y familiar, con el cual constituye una unidad indivisible. En nuestro deseo que tanto los primeros como los segundos se ocupen con amplitud de dicho fenómeno, ya que la criminología ha sido colocada, con todo merecimiento, dentro del marco de las ciencias sociales, a causa, precisamente del aspecto social e individual fenómeno sobre el cual gravita.

Si como lo creemos, la criminalidad con su cortejo de sufrimiento y desordenes es uno de los problemas mas angustiosos con que se enfrenta el hombre, parece evidente que nuestra condición humana se vería enriquecida tanto con la multiplicación de los criminólogos como con el incremento bajo todas sus formas, de la enseñanza y de la difusión de la criminología.

II. LA EVOLUCION DE LA CRIMINOLOGIA

Puede afirmarse que la criminología en el sentido científico del termino nació en el sigo XIX como reacción, en contra de un derecho penal clásico que consideraba el acto criminal como si se tratara de una entidad jurídica aislada, haciendo abstracción tanto de la realidad humana del delincuente como de las influencias sociales que intervienen en los móviles de la delincuencia.

La criminología había nacido, así, de las observaciones hechas por Adolfo Quetelet, quien en 1835 publica su obra Sobre el hombre y el desarrollo de sus facultades o ensayo de la física social, por Guerry de Champneuf, a nivel del fenómeno de masa (la criminalidad) y por Lombroso a nivel del fenómeno individual (el delincuente). Pero antes de estos autores, es preciso hablar de los pre-criminólogos y, entre los mismos, el primero, Platón.

En su obra Las Leyes, Platón considera el crimen como un síntoma de una enfermedad del alma, que tiene una triple fuente: las pasiones (envidia, celos, la ambición, la cólera, Etc.), la búsqueda del placer y la ignorancia. La pena es una medicina moral y es, en cierta medida, una dicha para el culpable sufrir un castigo, puesto que así se libera de la maldad de su alma. Pero si el delincuente se manifiesta como incurable refractorio a toda acción educativa, la sociedad debe elimínalo. De esta manera la pena de muerte tiene el doble merito de librar a la República de aquellos ciudadanos que han dado prueba de una incurable perversidad y de inspirar un beneficioso temor a cuantos se vieran en la tentación de imitarlos.

También Aristóteles se ocupo de los criminales. Pero lejos de ver en ellos a enfermos que es preciso curar, los considera como seres maleantes, enemigos de la sociedad que es necesario castigar inmisericordemente, algunos caracteres morfológicos del criminal, Aristóteles puso de relieve el origen pasional del delito que deriva de hábitos culpables o de apetitos que la razón reprueba.

Agrega, sin embargo, que la miseria engendra igualmente la revuelta y el crimen y puede así influir en las disposiciones morales de los delincuentes. Se muestra partidario de los castigos severos (pena capital, deportación, etc.) y considera que la pena es legitimada por la necesidad de restablecer el equilibrio destruido por la infracción.

En la edad media, Santo Tomas de Aquino (1226-1274) vio en las pasiones humanas el origen de la mayoría de los crímenes. Pero también es de los primeros filósofos que consideraron la miseria como un factor criminógeno. No obstante, convencido de la real necesidad de salvar la parte sana de Aquino considera la pena capital como un instrumento indispensable para la salvaguarda del bien común.

Los reformadores y los filósofos de los siglos XVI, XVII, y XVIII (Lutero, Calvino, Tomas Moro, Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Beccaria, y Benthan) comenzaron a considerar la criminología como un fenómeno social y económico. Así, Beccaria señala que el robo es cometido

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (50 Kb)
Leer 31 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com