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ANTECEDENTES DEL ÁMBITO RURAL EN CALVILLO, AGS.


Enviado por   •  7 de Mayo de 2012  •  3.961 Palabras (16 Páginas)  •  734 Visitas

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ANTECEDENTES DEL ÁMBITO RURAL EN CALVILLO, AGS.

Para hablar de antecedentes en un ámbito rural en Calvillo es necesario entrar en un enfoque estatal, esto basándose en que Aguascalientes, podría decirse que inició con su desarrollo y creación como estado durante y después de la época revolucionaria, pero antes de la conquista española era ocupada por diversas tribus nómadas y belicosas de origen chichimeca, tanto la red caminera como los presidios fueron elementos esenciales para penetrar el territorio y efectuar el trasiego de sus incipientes riquezas.

Por esta región pasaba la ruta de la plata, proveniente de las minas de Zacatecas, con rumbo a la capital de la Nueva España, Aguascalientes se encuentra situado en la meseta central equidistante de dos mares, un poco al norte del fertilísimo Bajío y un poco al sur de los páramos desérticos norteños. Con el tiempo, en los alrededores se fueron asentando prestadores de servicios, agricultores y comerciantes, conformando pequeñas poblaciones. Así, el 22 de octubre de 1575, se funda la antigua Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes, que debe su nombre a la abundancia de aguas termales en la zona.

Durante la Colonia, Aguascalientes formó parte del reino de la Nueva Galicia, cuya audiencia y gubernatura tenían asiento en Guadalajara. Después de la Independencia pasó a ser un partido del estado de Zacatecas y el 23 de mayo de 1835 logró su separación para constituirse en estado libre y soberano, dado Santa Anna, no contento con derrotar al Tata Panchito, quien se opuso al centralismo, le propinó el castigo adicional de la separación de Aguascalientes, dando de pasada obsequio a los viejos anhelos independentistas de la población.

Aunque dando enfoque al aspecto rural, se podría decir que el estado empezó a participar en la zona rural poco después de ya concluida la época revolucionaria, este inicio se etiquetaba como dos corrientes basadas en la política.

El Agrarismo Callista

Rafael Arellano Valle (ex gobernador de Ags), hasta donde pudo, detuvo el reparto de tierras que se iniciaba en todo el país después de la revolución, y más bien propició la dotación de pequeñas parcelas, que los grandes propietarios estaban dispuestos a dar con tal de no ver afectados sus intereses.

Sólo al final de su gobierno, Arellano tuvo que repartir tierras. Las causas fueron el fortalecimiento de las organizaciones campesinas del estado que presionaban al gobierno para que atendiera sus demandas; entre esas agrupaciones la más importante era el Club de Regeneración Agrícola.

Entre 1925 y 1929 hubo en Aguascalientes importantes luchas entre el gobierno y los cristeros lo que impidió el reparto agrario en el estado. Los años de 1926 a 1929, cuantitativamente, fueron de franco retroceso

En 1930 el nuevo gobernador, Rafael Quevedo, informó que se habían repartido aproximadamente 5 000 hectáreas a los campesinos; poco tiempo después, la Comisión Nacional Agraria daba por terminado el reparto agrario por orden del presidente Pascual Ortiz Rubio.

Sin embargo, no era verdad que el problema del campo estuviera resuelto, pues durante los primeros años de la década de los treinta numerosos grupos de campesinos continuaron demandando tierras, y de las 2 661 propiedades agrarias existentes en 478 000 hectáreas, 97.6% eran privadas y sólo 2.4% ejidales.

El Agrarismo Cardenista

En 1934 se habían repartido en la entidad 1 270 hectáreas a 164 campesinos, en 1935 se distribuyeron 18,437 hectáreas a 1 089 agraristas. En los primeros meses de 1935 se pidió al presidente Cárdenas que enviara ingenieros para que desde la Comisión Agraria Mixta acelerara la reforma agraria, petición que fue correspondida, fortaleciendo la nueva estructura burocrática. De 1934 a 1940 se repartieron en Aguascalientes 128,553 hectáreas; es decir, casi el doble de lo que se repartió de 1910 a 1934.

Durante el mandato del gobernador Juan Gualberto Alvarado (1936-1940), el gobierno permitió la movilización de campesinos en su lucha por la tierra. Hubo múltiples solicitudes de dotación y de ampliación de tierras y muchas de ellas fueron atendidas.

El Desarrollo Rural de Aguascalientes de 1940 a 1993

Entre 1940 y 1993 Aguascalientes vivió un profundo proceso de urbanización que invirtió los porcentajes de población urbana y rural, ya que en estos años el porcentaje de la población que habitaba en el campo descendió de 42.60% a 15%. Tres fueron los factores principales que contribuyeron a propiciar este fenómeno: en primer lugar, el proceso de industrialización que ha vivido la entidad, intensificado notablemente a partir de 1981, año en el que se registraba una población rural de 30%; en segundo lugar, la situación del campo, que resultó incapaz de retener a la gente, expulsándola hacia los centros de población en busca de las oportunidades de vida; en tercer lugar, el proceso de mecanización de las labores del campo, que ha implicado un importante ahorro de mano de obra.

En materia de desarrollo agropecuario, en Aguascalientes pueden distinguirse dos regiones: una meseta volcánica ubicada en el occidente del estado, en la que están enclavados los valles de Calvillo y San José de Gracia, con vocación ganadera, y el valle de Aguascalientes, lugar en donde tradicionalmente se han desarrollado las actividades agrícolas, aún cuando el clima predominante en el estado es semidesértico.

A lo largo del periodo 1940-1993, puede distinguirse la presencia de una agricultura comercial que, particularmente a partir de la década de los cincuenta, se concentró en el cultivo de frutales, forrajes y hortalizas, así como de una ganadería, tanto de leche como de carne, que se expandió desde fines de la década de los sesenta y que en los noventa parece haberse estabilizado. Por otra parte, también ha sido importante la presencia de una agricultura de subsistencia dedicada fundamentalmente al cultivo del maíz y el frijol y, en menor volumen, al girasol, el sorgo y algunos otros cultivos.

Durante la década de los años sesenta la agricultura experimentó un importante dinamismo, al crecer a tasas superiores a 8%, más que la industria y los servicios. Esto no significa que el crecimiento haya sido armónico; en realidad una parte importante de éste fue experimentado únicamente por algunas actividades, fundamentalmente los cultivos comerciales ubicados en las tierras de riego. Por ejemplo la fruticultura, que en el transcurso de una década aumentó en más de 20 puntos porcentuales su contribución al producto estatal agropecuario, y casi en 100% la superficie cultivada. En efecto, para 1973 su participación

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