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APRENDIZAJE DE LA LENGUA INGLESA EN NIÑOS CON TDAH

luissbrossTrabajo11 de Diciembre de 2022

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APRENDIZAJE DE LA LENGUA INGLESA EN NIÑOS CON TDAH

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Asignatura: El aula bilingüe en la escuela inclusiva

Profesora: María Asunción Barreras Gómez

Alumno: Luis Roa González

Máster en Intervención e Innovación Educativa

Año 2019/2020

ÍNDICE

1.        INTRODUCCIÓN        2

2.        MARCO TEÓRICO        3

2.1.        Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)        3

2.2.        Enseñanza de una segunda lengua en la escuela        5

3.        PROPUESTA EDUCATIVA        7

4.        CONCLUSIÓN        11

5.        REFERENCIAS        12

  1. INTRODUCCIÓN

Actualmente, el mundo se ve sumergido en una época en la que la comunicación entre personas es fundamental y es posible en parte, a la innovación en las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), pero también gracias al interés del ser humano por aprender una lengua extranjera a la nativa. Este aprendizaje ha permitido que miembros de distintas sociedades puedan comunicarse mutuamente, posibilitando de tal forma el intercambio masivo de ideas, opiniones y pensamientos. El conocimiento adquirido gracias a esta interrelación de pensamientos ha permitido que el ser humano pueda descubrir nuevos horizontes que hasta entonces no habían sido posibles.

 Por esta razón, la escuela al ajustarse a la realidad en la que vive la sociedad emerge como agente principal en la enseñanza de segundas lenguas, y también como la protagonista de la formación integral de la persona. Sin embargo, a día de hoy se puede observar en las aulas un hecho que pone a prueba las habilidades o estrategias educativas que posee un maestro, y es la existencia de una gran diversidad entre el alumnado.

Para la escuela actual este hecho ha supuesto un punto en el cual hay que hacer gran hincapié para tratar de responder satisfactoriamente a las necesidades que requieren las presentes generaciones. Según autores como Jiménez y Vilá (1999), definen la educación en la diversidad como un proceso en el que se favorece la construcción y reconstrucción de conocimiento gracias a la interacción entre individuos pertenecientes a distintas sociedades que presentan valores, ideas, capacidades e intereses dispares entre sí, posibilitando así el enriquecimiento de las condiciones y relaciones sociales y culturales.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se ha convertido en uno de los grandes retos ante los cuales debe hacer frente el maestro del aula. ¿Pero realmente sabemos lo que es el TDAH? ¿Cómo podemos enseñar un segundo idioma a un niño con TDAH?. Por esta razón, el presente trabajo trata de esclarecer este concepto y ofrecer una serie de adaptaciones en cuanto a la enseñanza de una segunda lengua para alumnos con TDAH.


  1. MARCO TEÓRICO

  1. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

En los últimos años, según manifiesta De la Peña Olvera (2000) el TDAH se ha convertido en uno de los trastornos más frecuentes en la población pediátrica, ya que se estima que su prevalencia en la población abierta es entre un 3% y 4%, mientras que en una población de niños con edades comprendidas entre los 6 y 9 años es del 8%. Por esta razón, en la actualidad el TDAH se presenta como uno de los grandes retos ante el cual los maestros tienen que hacer frente en sus aulas.

Según Pascual-Castroviejo (2008, p. 140) “los Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad vienen definidos por la presencia de tres síntomas fundamentales: 1. Disminución de la atención. 2. Impulsividad. 3. Hiperactividad”. Sin embargo, De la Peña Olvera (2000) define el TDAH como una enfermedad crónica que tiene su origen en la infancia y que en la mayoría de los casos persiste durante la adolescencia y adultez. A través de las definiciones, se clasifica el TDAH como una enfermedad en la que se manifiestan los diversos síntomas caracterizados por una falta de atención, una impulsividad y una hiperactividad desmedida desde las edades más tempranas. Por ello, a pesar de la imposibilidad de un diagnóstico en infantil, debido a la temprana edad que poseen los niños, es fundamental que se trabajen lo más pronto posible técnicas para fomentar la atención en el aula y también educar las emociones y el control de éstas para disminuir el grado de impulsividad e hiperactividad.

La etiología de este trastorno viene dada en su gran medida a cuestiones relacionadas con los genes parentales, ya que el TDAH posee una heredabilidad de 60-75% (I. López, E. Rodillo, K. Kleinsteuber, 2008). Este hecho conlleva a que el TDAH no sea en su totalidad un trastorno hereditario, sino que también puede ser provocado por la interacción con factores ambientales (ej.: drogas, medicamentos). Estos factores pueden repercutir significativamente en el correcto desarrollo del niño, ya que agravan el diagnóstico del trastorno produciendo así un mayor número de alteraciones relacionadas con la impulsividad e hiperactividad.

Estudios llevados a cabo por Rodillo (2015) manifiestan que en estudios realizados de forma longitudinal sobre imágenes en niños con TDAH, se ha visto en el proceso de alcanzar el área y grosor cortical especialmente a nivel de las regiones frontal, superior temporal y parietal, un retraso de 2-5 años. Por esta razón, las personas afectadas por este trastorno poseen una maduración progresiva cerebral más lenta, produciendo así un importante retraso madurativo en aspectos cognitivos.

Los efectos que padecen las personas con TDAH suelen ser en su gran mayoría negativos, e incluso si este trastorno no es tratado con un margen de tiempo suficiente puede desembocar en una disminución importante del rendimiento académico. Además, este trastorno no solo afecta al ámbito académico de la persona sino que también al social, ya que las personas que sufren este trastorno no suelen llegar a establecer relaciones sociales estables debido a sus actitudes impulsivas. Debido a tanto sentimiento negativo que rodea a la persona afectada, suele ocurrir que en un gran número de casos estas personas desarrollen comportamientos negativistas y acaben abusando del alcohol o de ciertos estupefacientes para lidiar con su situación.

Según un estudio llevado a cabo por Ohlmeier, et al., (2009) sugieren que el TDAH puede ser un importante factor de riesgo para el desarrollo de acciones y para un consumo precoz de estas.

Por otro lado, en cuanto a los tipos de TDAH existentes, Espeón (2008, p. 6) menciona la existencia de tres tipos:

  1. “TDAH tipo hiperactivo-impulsivo (muy poco frecuente)
  2. TDAH tipo inatento
  3. TDAH tipo combinado (el más frecuente)”

Los tres tipos de TDAH presentan un rasgo común, y son los síntomas relacionados con la inatención, es decir, no prestan atención al contenido del mensaje. En las aulas de los centros educativos es fácil observar estos síntomas, ya que estos niños suelen hacer que escuchan, son desorganizados y evitan con frecuencia las tareas que requieren de un esfuerzo mental.

En cuanto al tratamiento de las personas que padecen TDAH, la recomendación por lo general suele ser tranquilizar, relajar y motivar a la persona afectada a través de un gran refuerzo positivo permanente. Sin embargo, como comenta en su estudio Fernández (2012) el TDAH puede ser tratado de forma más específica mediante el uso de fármacos (estimulantes, antidepresivos o Donepezil), tratamiento psicosocial (contexto familiar, escolar o combinados) y también, mediante tratamientos alternativos (suplementos alimentarios, neurofeedback o combinación de varias).

No obstante, en un estudio llevado a cabo por Swason, et al. (2001) observaron que el mayor porcentaje de mejora en niños que padecían TDAH se obtenía mediante el uso de un tratamiento combinado, es decir, a través de la interacción familia-escuela.

  1. Enseñanza de una segunda lengua en la escuela

En la actualidad, es indiscutible la importancia que posee el aprendizaje de al menos una segunda lengua. A su vez, cabe destacar la relevancia que tiene adoptar una actitud positiva frente al aprendizaje de un nuevo idioma. Por ello, el maestro debe crear una curiosidad de la cual surja un aprendizaje de la lengua basado en rutinas y juegos mediante los cuales los alumnos puedan aprender a medida que juegan.

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