Administracion

Al conseguir práctica en el Parque Explora para el segundo semestre de 2010, me encontraba en ese momento rodeada de una gran cantidad de teorías, las cuales, pude recopilar paulatinamente en el transcurso de la Universidad y que debido a la ausencia de experiencia laboral previa, me convertían en un “Homo Academicus” el cual, como bien lo enuncia Richard Déry en su artículo “Homo Administrativus y su doble, en busca del saber”, posee conocimientos de diferentes áreas: Economía, Mercadeo, Finanzas, Gestión humana entre otras, en las que se tiene un noción conceptual del que hacer de cada una, pero que no cuenta con un contacto directo con la acción y la realidad administrativa de las empresas. En este punto, la pregunta de si tendría aplicabilidad en la práctica los conceptos aprendidos en la universidad, se hacía más constante y persistente, a pesar que ya se había planteado desde el inicio de la carrera.

Al iniciar la experiencia laboral, me fueron trazados una serie de resultados, que esperaban pudiera alcanzar durante el tiempo de estadía en la empresa. En este punto, comencé la búsqueda como lo define Renée Bédard en “El rombo y las cuatro dimensiones filosóficas”, de certificación de las decisiones, a través, de la validación desde el elemento intelectual (Epistemología) y de la legitimación por medio del aspecto moral (Axiología), para llegar a realizar una acción (Praxeología) acorde a la meta fijada. En el proceso de certificación de las acciones, y con el desarrollo en la práctica de estas, se presentaron situaciones difíciles, que llevaron a una confrontación con el aspecto ontológico en el que me fundamentaba, generando reflexiones no solo de cómo me veía mí misma, sino también a los demás y al entorno que me rodeaba en lo que anteriormente no había profundizado debido a la complejidad que representa.

Durante todo el proceso de la práctica puede observar que muchas de las teorías que me fueron enseñadas no podían ser implementadas tal cual en la labor que ejercía, debido a las condiciones particulares en las que Explora estaba en el momento y en este punto me identifico con lo que Laurent Lapierre manifiesta en el artículo de “Gerenciar es crear” , en el que señala que existe una gran complejidad para la toma de decisiones en el mundo empresarial, que no pueden ser analizadas a la luz de una única teoría y modelo de gestión aprendido, ya que, se requiere de la comprensión de múltiples variables que se desarrollan en contextos diferentes, y en medio de relaciones con seres humanos, cuyas perspectivas difieren entre sí por su propia experiencia individual. Si bien se apoya este postulado de Lapierre, tampoco es posible subestimar la formación teórica como lo hace este autor y por el contrario es necesario conciliar las dos dimensiones que parecieran ajenas la una de la otra y que Richard Déry en su artículo, busca unir a través de una alianza entre el Homo Administrivus y el Homo Academicus en un contexto de pluralismo y dialogo, donde por un lado, uno brinda el orden lógico a las cosas y el otro establece las limitaciones que impone el contexto ; por ejemplo en el caso de la practica en Explora aunque si bien no contaba con una receta mágica que en la universidad me hubieran enseñado si existía un sin número de elementos que podía retomar para adaptar según las necesidades especificas que el contexto presentaba.

Durante la práctica y al igual que Luis Carlos Valenzuela constantemente repetía la frase “si me hubieran enseñado” pues de alguna manera no podía comprender el porqué nunca había recibido la explicación durante la universidad de las cosas que me pasaban a diario y que consideraba me debieron ser enseñadas. Sin embargo esto cambio en cierto

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