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Algunas dimensiones de la subjetividad en la práctica docente


Enviado por   •  14 de Marzo de 2015  •  Trabajos  •  2.519 Palabras (11 Páginas)  •  150 Visitas

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La subjetividad en el aula de clase

Enviado por Ezequiel Zambrano Castro

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2.

3.Algunas Reflexiones sobre nuestra práctica Docente

4.La subjetividad en el aula de clases

5.Conclusiones

Introducción.

Algunas dimensiones de la subjetividad en la práctica docente.

según (fierro c., rosas l., fortoul b., 1995 ) el trabajo de los maestros donde quiera que se realice está conformado por un conjunto de relaciones.

El docente además de conocer sobre los contenidos que debe transmitir a sus alumnos, de reproducir la cultura existente a través de los tiempos y de describir el aquí y el ahora en el que viven él y sus alumnos, es importante considerar y analizar otros fenómenos que ocurren en el aula, una pregunta importante sería considerar qué tan ubicados espacialmente nos encontramos en el aula como maestros, en relación con las diferentes dimensiones que rodean la realidad escolar, como se presenta en el esquema de arriba.

Debemos considerar que cuando estamos frente a un grupo, conocemos algunas partes de nuestra práctica docente, e ignoramos otras. sería importante plantearnos preguntas como: ¿Analizamos nuestra práctica docente?, ¿Hemos buscado conformar un estilo pedagógico particular?, ¿De qué manera nos comunicamos con los alumnos? ¿cuál es mi función en la sociedad, y ésta que espera de mí?

Algunas reflexiones sobre nuestra práctica docente.

¿Analizamos nuestra práctica docente?

nuestra práctica docente debe ser analizada, ya que si la función del docente es el transmitir conocimientos a sus alumnos, y promover el cambio en la sociedad, hay mucho que tiene que profundizar para llegar al propósito mencionado, puesto que no es lo mismo la poesía que la prosa en la práctica docente, la realidad es compleja y desordenada, por lo tanto el docente necesita ubicarse espacialmente con respecto al grupo escolar al que se enfrenta, puesto que el grupo es un reflejo de los valores que ha adquirido en la familia, en la sociedad allá afuera, el alumno ha sido educado a través de una violencia simbólica, mediante el lenguaje, se le ha enseñado ha depender de otros tutores para aprender o para ver la realidad, o simplemente se les ha dejado andar por el mundo sin riendas, porque los papás trabajan todo el día, o talvez tengo la suerte de que el grupo escolar con el que me relaciono vive en una colonia acomodada y tienen computadoras cada uno, van a clases de música, de piano, tienen interés por aprender cosas nuevas.

En fin, existen múltiples situaciones que pueden surgir en un salón de clases y que es necesario verlas cuando surjan, pero… y ahora qué vamos a hacer, sería la gran pregunta, qué métodos voy a utilizar y hasta donde voy a profundizar para resolver problemas, cuáles son las herramientas que como docente se me acomodan para utilizarlas en mi práctica, que dirección llevo, hacia dónde quiero ir.

Pienso que en éste escenario se encuentra el docente, éste es el punto de partida para incidir en el aula.

¿Hemos buscado conformar un estilo pedagógico

particular?

pienso que si, que de toda la vida lo mejor para educar ha sido el imitar ciertos roles, y de ahí se ha identificado la educación tradicional, de párbulos, la educación tecnocrática; lo más perjudicial en un estilo pedagógico particular es la funcionalidad, si funciona es que está bien, es lo primero que intuyen las personas para situar de alguna manera su práctica docente, y ésto me parece patético.

Es obvio que el estilo pedagógico se construye como la mayoría de las funciones vitales, porque va en función pienso o se relaciona con la personalidad, y ésta se construye, y la manera de construirnos a nosotros mismos como sujetos es enfrentándonos a nosotros mismos, ante nuestras debilidades y fortalezas, para identificarlas y darnos cuenta de lo que podemos y no podemos cambiar, que es lo que nos gusta y lo que no nos gusta.

Yo no estoy en contra de conformar un estilo pedagógico particular en función de lo que imitamos a lo largo de nuestra vida, en nuestra formación o deformación educativa, puesto que mediante la reflexión de la forma en que hemos sido educados, de la forma en que nos han enseñado, no de una forma pasiva, sino de una forma destructora-constructora de la otredad educativa.

Por ejemplo si a mí personalmente me cae gorda la forma en que me han educado mis padres, e identifico porqué, estoy reconociendo lo que no me gustaría ser, ser como ellos, si yo identifico que en lugar de talento para mostrar los caminos a seguir, me muestran una amorosa imposición de lo que hay que aprender, ésto te aleja de ti mismo porque sigues las expectativas de los padres, lo que ellos esperan está situado en otro tiempo y espacio distinto al nuestro, al actual.

Si nos agrada el estilo pedagógico particular de un docente, y analizamos la fundamentación teórica en la que descansa, estamos profundizando en nuestro estilo pedagógico también porque lo confrontamos con el nuestro, con nuestra personalidad. si un maestro es irónico y le funciona su estilo, y nos agrada, talvez lo podemos implementar porque nosotros somos así, si una maestra a todo el mundo embeleza con su dulzura y a mí en lo particular no, es porque talvez lo amoroso lo observo desde otro punto de vista, talvez para mí el amor debe ser duro, se puede demostrar de otras formas.

Por lo tanto un estilo pedagógico se construye, nosotros somos la medida para ello, pero la construcción está en función con la otredad, con el afuera, no con nosotros mismos, no podemos profundizar en nosotros mismos porque no hay más que vísceras.

Si

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