Analisis Foda

Capítulo 1

El comportamiento o conducta del humano tienen su origen en el cerebro al igual que los sistemas sensorial y motor, mientras la corteza cerebral esté intacta, el desarrollo del niño será sano. El comportamiento hace referencia a las reacciones reflejas, voluntarias, espontaneas o aprendidas, dicho comportamiento, es un proceso evolutivo y de moldeamiento, es decir, que el niño adquiere y se adapta a nuevos modos de conducta.

Para un diagnóstico evolutivo es necesario tomar en cuenta:

-conducta adaptativa: hace referencia a la coordinación de movimientos, percepción de relaciones, organización de estímulos y la descomposición e integración de las totalidades.

-conducta motriz gruesa: referente a postura y equilibrio de cabeza para poder gatear, sentar parar y caminar

-conducta motriz fina: uso de manos y dedos ante la manipulación de un objeto

-conducta de lenguaje: no solo hace referencia al habla, sino, a todo aquello visible como gestos y movimientos.

-conducta personal-social: reacciones ante la cultura de donde vive.

La conducta tipificada es aquella que nos determina el desarrollo normal o sano del niño, es una escala o medida de etapas de madurez, que determina las tendencias medias del desarrollo conductual, tomando en cuenta la edad cronológica y las secuencias del desarrollo. El diagnóstico evolutivo interpreta la conducta por comparación entre lo que se observa y las normas.

La organización real de la conducta desde antes del nacimiento va de los segmentos proximales a los distales y a grandes rasgos el niño adquiere ciertas conductas, en el primer trimestre de vida tiene control de sus músculos oculomotores, en el segundo trimestre controla músculos que sostiene la cabeza, en tercer trimestre domina su tronco y dedos, cuarto trimestre domina piernas y pies, al segundo año comienza e control de esfínteres, articula palabras, camina y corre hasta los cuatro años se puede decir que el niño prácticamente es un ser independiente que hace muchas peguntas.

Capítulo 2

El examen evolutivo es la estimación de la madurez e integridad del sistema nervioso apoyándonos en las etapas de la conducta, historia y datos actuales del niño. Para esto es necesario la observación del desarrollo de la conducta, dicha información puede ser recabada por entrevistas y exámenes directos periódicos y detallados, para detectar de manera oportuna cualquier deficiencia neuromotriz o sensorial o algún riesgo para la función intelectual normal.

Los test están diseñados para establecer un estado normal y revelar posibles desviaciones. Para la realización del examen se utiliza cierto material como cubo, bolita, campanilla, pelota, corralito, etcétera con fines específicos, cada herramienta actúa como activador y estimulante de alguna respuesta moldada o prendida.

III Etapas del desarrollo

Para comprender las características del desarrollo infantil debemos pensar en función de modos de conducta, etapas de madurez y tendencias de crecimiento. Denominamos edades clave a saber: 4, 16, 28, y 40 semanas; 18 meses, 2 y 3 años estas edades representas las etapas básicas de maduración a las cuales es posible referir la conducta observada para producir una estimación.

Cada una de las edades claves se trata de la misma manera:

Dibujos: estos modos de comportamiento son representativos y típicos, delinean los tipos de reacciones que provoca el examen evolutivo.

Texto narrativo: Se emplean para especificar toda la conducta que parece típica por primera vez en cada edad clave.

• Secuencia de examen (tabulación)

• Esquema evolutivo (codificación de modos conductuales)

• Glosario de modos de conducta (facilitar comprensión)

• Tendencias del crecimiento (secuencia)

Las edades claves corresponden a 3 períodos evolutivos, o zonas de madurez, que señalan la posición inicial habitual para el examen.

EDADES CLAVE ZONAS DE MADUREZ

4 Y 16 semanas Supina (boca arriba)

28, 40, 52 semanas Sentada

18 meses, 2 y 3 años Locomotriz ( mesa y silla del niño)

CUATRO SEMANAS O MENOS

El momento más conveniente para examinar a un niño de cuatro semanas es cuando no está somnoliento o con hambre, su mirada espontanea es fija y vaga y subsiste cuando se lo coloca en posición supina para observarlo, además de que reposa en la actitud del reflejo tónico-cervical, las manos están fuertemente apretadas, a veces, una de ellas se aproxima a la boca. Cuando el niño está en actividad realiza movimientos simétricos extendiendo uno o ambos brazos, de manera brusca, extiende las piernas y las levanta de 3 a 5 cm. Debido a su espalda redondeada puede rodar parcialmente a un costado.

No presta atención al aro colgante suspendido en el plano medio , cuando se coloca dentro de su línea de visión lo mira, si se lo desplaza lentamente desde el costado hacia el plano medio lo persigue con movimiento combinado con la cabeza ; también el sonajero es desatendido; colocándolo en posición sentada con sostén o ayuda, la cabeza se vuelca hacia delante de modo predominante asentándose sobre su pecho; cuando se le pone de pie sosteniéndolo por debajo de las axilas, extiende brevemente los pies y flexiona los dedos, pero la resistencia que hace sobre los pies o la mesa es nula.

Durante gran parte de su vida de vigilia el niño de 4 semanas descansa en una actitud que recuerda la pose de un esgrimista, los procesos del control oculomotor y postura se revelan en la amplitud y agudeza de la atención. También su respuesta al entorno social se vuelve más discriminativa ya que reacciona a un estimulo social mediante reducción general de la actividad corporal.

DIECISEIS SEMANAS

El menos inspecciona los alrededores y las personas con mayor vivacidad, esto se debe al progreso en el control de cabeza y los ojos, el reflejo tónico puede presentarse por breves periodos , las manos se encuentran encima de la cara o sobre el pecho, los dedos están extendedidos o débilmente

...