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Antecedentes De La Hospitalidad


Enviado por   •  11 de Febrero de 2014  •  3.936 Palabras (16 Páginas)  •  466 Visitas

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Introducción

En ésta lección aprenderemos desde los principios incipientes de la hospitalidad en el mundo hasta la actualidad.

La manera en que se ha desarrollado a través de los años y de la mano con la tecnología; grandes personajes que han sido impulsores de éste ramo, así como las situaciones que se han tenido que superar y adaptarse.

Además de cómo ha sido el servicio de hospedaje en México desde la época prehispánica, hasta la creación de las cadenas hoteleras mexicanas.

También la manera en que ha ido evolucionando éste servicio en la ciudad de Campeche, y la importancia de éstos establecimientos como gran impacto en la economía de estado.

Las lecciones del pasado

El pasado, el presente, y quizás, el futuro de la industria hospitalaria están íntimamente ligados. Las industrias actuales de hospedaje y restaurantes son el resultado de la evolución social y cultural de muchos siglos. El hospedaje cómodo, higiénico, se consideró alguna vez el privilegio exclusivo de ricos, pero con el surgimiento de la industria y la expansión de la democracia, la hospitalidad se hizo accesible al ciudadano común. El progreso en la transportación permitió a más gente viajar distancias más largas a un costo más bajo, y el turismo se desarrolló en todo el globo.

De sus humildes inicios, la hospitalidad y el turismo crecieron hasta convertirse en las dos industrias más grandes de todo el mundo. Muchos estados y naciones dependen de gran manera de los dólares que arroja el turismo para proveer empleo a los ciudadanos y propiciar el bienestar de ellos. Un mundo sin espacio y servicios relacionados a los viajes es impensable en el contexto de la vida moderna.

Actualmente, la industria del hospedaje es compleja y diversa. Entender porque esto es así, requiere un viaje breve a través de la historia. Desde las posadas de los tiempos bíblicos hasta los complejos resorts modernos, la evolución del establecimiento para hospedaje ha influido en, y a su vez ha sido influida por, los cambios sociales, culturales, económicos, y políticos de la sociedad.

Orígenes de la industria de la hospitalidad

Cuando los antiguos hombres se aventuraron a salir por primera vez de sus asentamientos triales, no había, desde luego, hoteles en los cuales pudieran alojarse. Muy probablemente, esto primeros viajeros fueron guerreros o comerciantes. Los conquistadores armaban sus tiendas donde lo deseaban: en cambio, los mercaderes, como buscaban hacer trueques con herramientas, vestido y ganado en las nuevas tierras, daban un alto valor a la hospitalidad. Los primeros viajeros intercambiaban mercancías -tales como adornos, tela o animales- por hospedaje. Indudablemente, hospedar fue una de las primeras empresas comerciales, y la hospitalidad fue uno de los primeros servicios a cambio de dinero.

Las posadas de los tiempos bíblicos ofrecían a penas un poco más que una cama o una banca en el rincón de un cuarto o establo. La mayoría de estos establecimientos no eran sino moradas privadas que ofrecían alojamiento temporal para los extraños. Los huéspedes se quedaban en cuartos comunales de gran tamaño donde no existía higiene ni privacidad. Las tarifas era razonables –aproximadamente 2 centavos por noche- pero la compañía era ruda; los viajeros compartían cuartos con los caballos y el ganado.

El acontecimiento más famoso en torno al hospedaje lo refiere la versión King James de la Biblia. María y José fueron rechazados por el mesonero de Belén porque “no había lugar en mesón”. Según los eruditos bíblicos, el mesonero tal vez quiso decir que el cuarto no era adecuado para una mujer a punto de dar a luz. En ese tiempo, y durante muchos siglos después, hombres y mujeres compartieron el mismo alojamiento y los acompañaron caballos, pollos, cabras y ovejas. El establo donde María y José pasaron la noche, probablemente fue tan cómodo como el mesón, y seguramente más privado que éste.

En el tercer siglo de la era cristiana el Imperio Romano desarrollo un sistema extenso de caminos revestidos con ladrillos en Europa y Asia Menor. Para conveniencia de los viajeros se construyó una cadena de alojamientos a las orillas de las principales vías públicas, desde España hasta Turquía.

No fue sino hasta la Revolución Industrial en el siglo XVIII, cuando las tabernas Europeas comenzaron a combinar el servicio de hospedaje con servicio de comida y bebida. A pesar de ello, la higiene recibió poca atención. Los viajeros todavía tenían que compartir con otros viajeros las camas y las habitaciones, y las tarifas eran altas. Como las posadas y tabernas Europeas donde los mercaderes y soldados pasaban la noche era inadecuada para los aristócratas, se erigieron para éstos estructuras lujosas, con cuartos privados, saneamiento individual y todas las comodidades de los castillos Europeos. Los nuevos y elegantes establecimientos adoptaron la palabra francesa hôtel, que significa mansión, y sus tarifas excedían los recursos de los ciudadanos comunes.

Durante la época colonia en Estados Unidos, las posadas siguieron el modelo de las tabernas europeas, en las que dos o más huéspedes compartían las habitaciones. En la novela Moby Dick de Herman Melville, un marinero pasa la noche en una posada del siglo XIX en Nueva Inglaterra; al levantarse descubre que comparte la cama con un caníbal tatuado. Aunque no todos los clientes se encontraban durmiendo con un guerrero melanesio, compartir la cama con extraños era una práctica común en las primeras posadas de Estados Unidos y Europa.

A lo largo del siglo XIX los posaderos estadounidenses mejoraron los servicios y continuaron construyendo propiedades de mayor tamaño y las equiparon más ampliamente. La mayoría de tales establecimientos se localizaba en los puertos y operaban junto con las tabernas. Pero la tendencia viajera de los estadounidenses produjo una constante inspiración en las casa de hospedaje. Ningún otro facto influyo tanto como el espíritu democrático de la nación para desarrollar un hospedaje cómodo e higiénico, accesible al ciudadano común.

El primer hotel estadounidense, el City Hotel, se inauguró en 1794, en el bullicioso puerto de la ciudad de Nueva York que en aquel tiempo tenía 30 000 habitantes. A diferencia de cualquier establecimiento de hospedaje anterior, el City Hotel no era solo una residencia o una taberna a la que se hubieran añadido habitaciones para huéspedes, sino un espacioso edificio autónomo –uno de los más grandes de Nueva York- con 73 cuartos para huéspedes

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