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“Jugar a ser” Eduardo Sigler Islas

EL juego dramático, maestro ¿promotor o barrera?

El siguiente ensayo es para precisar la importancia que tiene el que el niño tenga la libertad de expresar sus emociones a través del juego, ya que con ello le permite poner a prueba el mundo real y su imaginación. Tienen la libertad de expresarse de acuerdo a sus experiencias vividas, no hay quien los señale o les diga que está mal algo, ellos simplemente se desenvuelven y sacan su verdadera personalidad jugando. También de aquí a la importancia del papel que juega el docente en la impartición de sus clases.

Si bien vemos que lamentablemente en la escuela cada día que pasa se va tomando en cuenta menos estas actividades lúdicas en las que el niño puede significar más sus aprendizajes, se piensa que lo único que se debe lograr en un aula es el llegar al propósito de cumplir con revisar todos los contenidos marcados en un programa; sin embargo ¿esto dejará un aprendizaje permanente en ellos?, no lo creo, hace falta tener la información adecuada.

Si retomamos el hecho de utilizar juegos como una estrategia de aprendizaje en ellos, tal vez si pueda haber un poco de más entretenimiento, pero tomemos en cuenta que es un momento en el que estamos cambiando un poco su ambiente, no es igual estar siempre viendo lo mismo y estar sentado solo en una butaca a salir a recrearse y además de eso, aprendiendo algo nuevo, que tal vez asociarán después con actividades que se realicen en el salón.

El juego es parte de la naturaleza del niño, algo que es innato en ellos, los ayuda a conocer y adentrarse en el mundo, a explorarlo, plantearse situaciones y tratar de responderlas mediante sus experimentaciones y adentrándose en escenarios para así realizar papeles con los que está relacionado, tal vez si su papá es su héroe actuará como su papá o quiere ser de grande un bombero y se adentra a esa situación con el uso de su imaginación y ver realizados sus sueños.

Otra cosa que es muy importante a la hora de realizar este tipo de actividades son las relaciones afectivas y sociales que conlleva, ya que constantemente está conviviendo con sus iguales, aprende a tratarlos con valores, y sabe convivir la cuál es una de las competencias que se espera que el niño desarrolle dentro de su educación básica.

Entonces es aquí, dónde me pregunto: ¿qué postura debería tomar yo como docente? Desde mi punto de vista considero que no debemos ser los típicos maestros que solo se la pasan en el aula, haciendo siempre lo mismo sino al contrario, debemos ser promotores y animadores del juego dramático, producir aquellas situaciones y el ambiente lúdico que lleven al niño a desenvolverse y tener una participación colectiva.

Debemos tener un papel activo, no solo dejar que los niños jueguen y hacernos a un lado, hay que integrarnos, adentrarnos a esos pequeños nuevos mundos creados por los niños pero sin dejar de marcar aquellas normas y reglas para no afectar a terceros pero también no olvidemos que: “la experiencia del juego puede ser llevada a otros medios de expresión como lo son la danza, la música, la literatura y las artes plásticas”.

Para finalizar, creo que si todos ponemos un granito de arena y nos salimos un poco de lo cotidiano y hacemos un pequeño cambio, pronto tendremos una cadena de cambios. No sabemos si el día de mañana habremos tenido a otro profesor en nuestra aula, un presidente, un regidor, etc. Pero si recordamos que también nosotros fuimos niños y que lo que más nos gustaba era poder expresarnos, ¿por qué no utilizar ese interés y motivación para crear, desafiar y afianzar?

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