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Autogestion

josegonzalez27212 de Noviembre de 2013

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA

DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL

NÚCLEO LARA

Autogestión en la Unidad Productiva ALBARCA, para mejorar las condiciones socio – económicas de sus integrantes

Autor: José Arquímedes González Rangel

Noviembre 2013.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA

DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL

NÚCLEO LARA

Autogestión en la Unidad Productiva ALBARCA, para mejorar las condiciones socio – económicas de sus integrantes

Autor: Tutor:

José Arquímedes González Rangel Prof Samuel Colmenarez

Barquisimeto, Noviembre de 2013.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA

DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL

NÚCLEO LARA

Autogestión en la Unidad Productiva ALBARCA, para mejorar las condiciones socio – económicas de sus integrantes

Estudio presentado como requisito para optar al grado de

Licenciado en Economía Social.

Autor: Tutor:

José Arquímedes González Rangel Prof Samuel Colmenarez

Barquisimeto, Noviembre de 2013.

INTRODUCCIÓN

El concepto de autogestión ocupa un lugar preponderante en la historia reciente de Latinoamérica. Experiencias de diferente índole, agrupaciones de desempleados, empresas recuperadas por sus obreros, movimientos territoriales, indígenas, ambientalistas, cartoneros, clubes del trueque, cooperativas de productores de la Economía Social, entre otros, construidas en las aberturas de nuestra sociedad ante el avance absoluto del neoliberalismo, han despertado el interés de sectores políticos, académicos e incluso periodísticos. Sin embargo, seguramente como principal paradoja, a pesar de la expansión de estas experiencias y de las investigaciones, no abunda bibliografía que se interese por hacer un rastreo histórico de los fundamentos teórico–conceptuales de la autogestión. Más bien podemos afirmar que en la literatura sociológica proliferan los estudios de casos pero no se profundiza ni delimita el significado de este concepto ni sus antecedentes.

El término autogestión "proviene de la traducción del término serbio–croata samoupravlje, que se compone desamo, que equivale al prefijo griego auto (por sí mismo) y upravlje, que se traduce como gestión. Del serbio–croata, lengua principal de Yugoslavia, pasó al francés y con la misma grafía (más el acento ortográfico en la última vocal) al español" (Iturraspe, 1986: 30).

Henri Arvon (1980), por su parte, aclara que el término autogestión fue introducido en Francia a finales de los años setenta para designar la experiencia yugoslava instaurada a partir de 1950. Para los anglosajones el término autogestión se corresponde con dos nominaciones: el self–government, que implica la voluntad ciudadana para participar en el funcionamiento democrático de la sociedad, y el self–management, que implica la voluntad de transferir el poder decisorio a todos los integrantes de una empresa.

Entre tanto, Francisco Iturraspe (1986: 31) define la autogestión de la siguiente manera:

Se entiende por autogestión el movimiento social, económico y político que tiene como método y objetivo que la empresa, la economía y la sociedad en general estén dirigidas por quienes producen y distribuyen los bienes y servicios generados socialmente. La autogestión propugna la gestión directa y democrática de los trabajadores, en las funciones empresariales de planificación, dirección y ejecución.

Bourdet y Guillerm (en Arvon, 1980: 8) analizan la autogestión como "una transformación radical, no sólo económica sino también política, en el sentido en que destruye la noción común de política (como gestión reservada a una casta de políticos) para crear otro sentido de esta palabra: a saber, la toma en sus manos, sin intermediarios y a todos los niveles, de todos 'sus asuntos' por todos los hombres".

Además, la definición brindada por Denis Rougemont (en Arvon, 1980: 8): "La autogestión es en principio la gestión por parte de las comunidades de base, municipalidades y empresas, luego regiones, de las tareas de naturaleza estatal que a su nivel le son propias. Pero es también el ejercicio permanente de los poderes de decisión política y de control de aquellos que los ejecutan".

Las definiciones esbozadas coinciden en un mismo punto: la autogestión implica la elevación directa por parte de un conjunto de personas, sin intermediarios ni sectores especializados, de la elaboración y de la toma de decisiones en un territorio, fábrica, comuna, país, dado. De todas maneras, este proceso, según estas conceptualizaciones, trasciende la mera administración de una empresa por parte de los trabajadores puesto que incluye el objetivo de una gestión integral de la sociedad.

Examinando lo expuesto con anterioridad nuestras podemos afirmar que: La autogestión se opone a "heterogestión", que es una forma de conducir las empresas, la economía, las políticas o la sociedad al margen del conjunto de los trabajadores, como acontece ahora, cuando las empresas y la economía son dirigidas por el capital, la política por los partidos, y la sociedad por el estado.

Es un proyecto o movimiento. Ello quiere decir que no es un modelo inmediato. Su organización, estructura y también su funcionamiento serán fruto del deseo, del pensamiento y de la acción de los miembros del grupo implicado (una fábrica, una propiedad agrícola, una oficina o una sociedad entera) sin preconceptos ni imposiciones.

Es social por no ser individual. La administración es el procedimiento de diligencias para una cuestión, lo que implica la participación de más de una persona. Si esta administración es llevada a cabo en el seno de un grupo, por medio de acuerdos y sin coerciones externas, la libertad individual no es afectada, lo que está en la base para que un acuerdo no signifique ningún tipo de sumisión.

La autogestión es método y objetivo, quiere decir que su fin es la propia y plena participación del individuo en el conjunto social, asumiendo de forma directa y colectiva la conducción de su grupo. La única forma de alcanzarla es la ejecución de acciones autogestionarias. No hay un método que nos lleve a la autogestión más que su propio ejercicio en un medio colectivo.

Se han mencionado dos aspectos, social y económico, y en este último dos niveles: macroeconómico y microeconómico. En el nivel microeconómico, la empresa autogestionada se caracteriza porque su dirección está en manos de los trabajadores y no en manos de los patrones, tanto privados como estatales. En el nivel macroeconómico lo anteriormente dicho se traduce en la total pérdida de peso del capital en las decisiones económicas, como lo es ahora, siendo los trabajadores y sus intereses colectivos los que pasen a dirigir la economía; creando para esto, si fuera necesario, nuevos sistemas de organización. Extender la autogestión a la sociedad implica hacer desaparecer todos los centros de poder que ahora se reservan a la administración político-social, tales como los partidos políticos, las burocracias sindicales, el estado, el ejército, etc.; poniendo en las manos de todos los miembros de la colectividad sus asuntos, sin intermediarios, dirigentes o líderes, organizándose de la mejor manera que juzguen necesaria o más apropiada.

La autogestión ha revivido en los últimos años. Lo ha hecho de la mano de nuevos movimientos sociales dispuestos a forjar su identidad colectiva en torno a un significante con ondas raíces en la cultura obrera. Se logró más allá de las dificultades generadas por un concepto que a partir de los noventa se reconvertía hacia la descentralización promovida por las tecnologías informáticas: las universidades privadas, los bancos, las grandes empresas de servicios invitaban a sus clientes a “autogestionar” sus dudas ingresando a una cuenta por Internet.

El resultado es que hoy numerosos colectivos de trabajadores, sobre todo afectados por los mecanismos excluyentes del mercado capitalista, rescatan el término para dar cuenta de una modalidad de organización colectiva de carácter alternativo. Sin duda que el cuadro de crisis sistémica con el que comenzamos a nivel mundial el Siglo XXI explica al menos en parte este fenómeno.

Una crisis que en el plano estrictamente de paradigmas económicos hace referencia en primer lugar a la caída del modelo autoritario y fuertemente centralizado (economía centralmente planificada) de los países del eje

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