Ayudando A La Economia Global A Permanecer En Forma

AYUDANDO A LA ECONOMÍA MUNDIAL, PERMANECER EN FORMA

Carlo Cottarelli and Isabelle Mateos y Lago

El FMI adopta un nuevo marco teorico para monitorear el desempeño económico de los países

Desde una perspectiva económica, ningún país es una isla. Las decisiones políticas de un país a menudo tienen consecuencias para los vecinos. Cuando se trata de las políticas de los países grandes, una región o incluso todo el mundo puede verse afectado. Esto es más cierto hoy que nunca. Los vínculos comerciales se han incrementado, y los mercados de capitales están ahora en condiciones de ampliar y transmitir crisis a través de las fronteras a una velocidad extraordinaria. A menudo, estas dinámicas son buenas. Sin embargo, a finales de 1990, la crisis asiática nos mostró cómo las fuerzas económicas poderosas tienen la capacidad de causar estragos a través de las fronteras, cuando la crisis en un país se propaga rápidamente otras economías que han sido percibidas como fuertes hasta entonces. Aunque el conocimiento de esta dinámica mundial está creciendo, las autoridades nacionales están inherentemente mal preparados para lidiar con ellas.

Aquí es donde el FMI entra en escena. El FMI fue creado a inicios de la Segunda guerra mundial acontecimiento que muchos historiadores consideran arraigado, -Para ayudar asegurar la estabilidad global monetaria. Los padres fundadores eran en particular inclinados a evitar devaluaciones competitivas, que habían empeorado la crisis y habían ayudado a hacerla global. Mientras este objetivo básico aun permanece hoy la forma en que el fondo monetario monitorea la estabilidad económica global ha evolucionado en respuesta al nuevo panorama del comercio internacional y de las finanzas.

En las últimas décadas, el FMI a menudo se veía como bombero financiero global o el catalizador de ayuda. Sin embargo, la prestación de asistencia financiera a los países necesitados ha sido siempre un medio para un fin. Hoy en día, el modelo del FMI de negocios está experimentando un nuevo examen de amplio alcance para asegurar que pueda seguir cumpliendo con su mandato básico de promover la estabilidad financiera internacional.

Un código de conducta universal

En 1945, se hizo hincapié en evitar las devaluaciones competitivas que habían estropeado la década de 1930. En el marco del sistema de Bretton Woods, este objetivo se logra a través de tasas de cambios fijos pero ajustables, pilar fundamental del código original de conducta que animó a los países a seguir cuando se unieron al FMI. Cambios en las paridades cambiarias de más de 10 por ciento podría tener lugar sólo con la aprobación del FMI. Cuando Estados Unidos rompió vínculo del dólar con el oro en 1971, este sistema se vino abajo. Como resultado, un nuevo código de conducta tuvo que ser acordados. El resultado de esas deliberaciones fue la revisión del artículo IV de los artículos de acuerdo del FMI, que entró en vigoren 1978 y aún está en vigor.

En virtud de la revisión del Artículo IV, los países se comprometieron a no ejecutar sus políticas en ciega persecución de sus propios intereses a corto plazo, ignorando los efectos de sus políticas en los países vecinos o incluso por su propia estabilidad a largo plazo. En particular, el nuevo código de conducta alentó a los países miembros a promover el crecimiento económico, manteniendo la estabilidad razonable de precios y ordenadas las condiciones financieras. También dirigió a los Estados Miembros de no manipular su tasa de cambio para fines de balanza de pagos, por ejemplo, para obtener una ventaja competitiva injusta, y pidió llevar a cabo políticas de tipo de cambio que eran compatibles con la estabilidad interna y externa.

En cuanto a las obligaciones propias del FMI, la revisión del artículo IV encargó a la organización determinar si las políticas de los países eran coherentes con el código de conducta y proporcionar asesoramiento sobre la política económica. Este proceso ha llegado a ser conocido, como supervisión bilateral o supervisión del país, y se aplica a todos los países miembros, independientemente del tamaño y la salud económica. El artículo IV exige también que el FMI para supervisar el funcionamiento del sistema monetario internacional garantice su funcionamiento eficaz, un mandato conocido como la supervisión multilateral.

Asesoramiento en materia de políticas focalizadas

A través dela supervisión, el FMI proporciona una evaluación experta de las condiciones económicas de los países miembros e identifica los riesgos para la estabilidad y el crecimiento. Este análisis se comprime con el asesoramiento sobre políticas entregados en discusiones de alto nivel con los responsables políticos de cada país miembro y en los informes escritos, la mayoría de los cuales son accesibles en el sitio web del FMI. Por supuesto, hay muchas otras fuentes de evaluación y asesoramiento, pero el FMI tiene claras ventajas comparativas. Estos incluyen el acceso a la política económica y todos los datos necesarios para el análisis económico exhaustivo, una perspectiva libre de sesgos comerciales políticos y nacionales que refleje los intereses de la comunidad internacional en su conjunto, y la posibilidad de recurrir a un amplio stock de conocimiento, que comprenden o sólo una vista panorámica de las condiciones económicas y financieras, sino también la experiencia acumulada de los 185 países miembros para determinar cuáles políticas funcionan mejor en qué circunstancias.

El proceso de supervisión tiene la ventaja adicional de darles a todos los miembros de 185 países representados por 24 directores ejecutivos que formará parte de la junta ejecutiva del FMI la oportunidad de pronunciarse sobre las políticas económicas de cada país. Las opiniones de la Junta se comunicarán a las autoridades del país después de la reunión.

Vigilancia en el centro de atención

El trabajo de supervisión del FMI en general ha atraído mucha menos atención pública que sus paquetes de financiamiento externo y la condicionalidad de la política a veces controversial-de sus préstamos. Pero en los últimos años, las necesidades de financiación externo de los países han retrocedido, dejando la vigilancia en el centro de atención. El escrutinio resultante ha conducido a un reconocimiento de que la supervisión del FMI se enfrenta a retos importantes para su eficacia. Algunos de estos son de larga data, mientras que otros son más recientes.

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