Bitácora Módulo Fundamentos Filosóficos y Pedagógicos de la Educación

Bitácora Módulo Fundamentos Filosóficos y Pedagógicos de la Educación

Quiero empezar por expresar que el primer día de este módulo de la Diplomatura, en primer lugar llegué al mismo, cargado de expectativas por el inicio de algo nuevo, como entiendo a cualquiera le puede ocurrir cuando da un paso nuevo en cualquier etapa de su vida.

Al empezar la clase, el Profesor Mugas, junto con el Profesor Gil, marcaron las pautas de algo que recién fui a entender más adelante con el paso de las clases. En primer término, marcaron la premisa de este módulo el cual era: “Nada de lo que escriban o digan va a ser usado en su contra”, solicitándonos que tendríamos que tener confianza en lo que decíamos o escribíamos, es decir, confianza en nosotros mismos.

En segundo término, en el primer día de clase, se estableció esto denominado “Bitácora”, a lo cual, debo reconocer, solamente, tenía conocimiento por haber leído o escuchado cuando se hablaba de ello en largos viajes en forma marítima. Luego, los profesores solicitaron que cada uno explicara que entendíamos por Bitácora, a lo que surgieron distintos conceptos por parte de todos nosotros, los alumnos, resaltando, por parte que podrían ser “hechos vivos, poemas, canciones, etc.” y quedando en mi interior que teníamos que escribir lo mayor posible en cada clase, sabiendo de antemano que lo mismo me iba a costar, ya que soy de escribir pocas palabras por clase, lo que para mí, es lo más importante.

Por último, en dicha clase, nos solicitaron que leyéramos dos escritos de Grotowski, “Declaración de Principios” y “Nuevo Testamento del Teatro” y que debíamos realizar un escrito en el cual los términos teatrales, del escrito del Nuevo Testamento, lo transformáramos en un escrito pedagógico, siendo este el primer y trabajo práctico.

En el segundo día de clase, ya con distintas expectativas y distintos “prejuicios”, fui a l segundo dictado de clase, con todo lo que implica levantarse “temprano” un día sábado en la mañana.

En dicha clase me dispuse a anotar más cosas en mi cuaderno, ya que para hacer mi “bitácora”, necesitaría de ello.

En esta segunda clase, el Profesor Mugas, habló de cómo era la organización en un Teatro, mostrando que la misma guardaba relación con la forma en la cual acomodamos los bancos el primer día de clase (en forma circular), expresándonos y enseñándonos que siempre, entre el “actor” y el público, como así también entre el “docente” y los alumnos, debe haber una tensión y que se requiere una constante tensión, para que no se rompa esa “magia” entre las partes. Asimismo, nos explicó que el hecho de ser docente, implica un trabajo estructural, lo cual denota un buen comer, dormir, tener una buena forma física, etc., es decir que el docente necesita preparación y entrenamiento, en la forma de hablar, en el trabajo de su voz, etc.

Por último, nos habló en dicha clase, que es necesario la confianza, la cual debemos trabajar con el alumno y que la misma debe ser una confianza total entre docente y alumno, diciendo que resulta necesario el afecto del Profesor con los alumnos.

 Corresponde aclarar que de estas dos primeras clases, me lleve un cambio de estructura en cuanto como se puede llevar a adelante una clase y, sobre todo, la forma organizativa de un aula para una mayor llegada a los alumnos.

En las posteriores clases, ya iniciado septiembre, en primer término, se habló que el profesor debe incomodar a los alumnos, lograr esa incomodidad en los mismos, la cual, me quedó reflejado con el ejemplo que nos hicieron los profesores el primer día al solicitarnos  cada uno de nosotros (alumnos) que nos presentáramos, mostrándonos que al momento de nuestra presentación, cada uno ocupó aproximadamente una o dos baldosas del suelo del aula de la Facultad, exhibiéndonos que esa era nuestra “zona de confort”, con la cual debemos romper, incesantemente.

Asimismo, en dichas clases, hablamos de esto denominado “Actor Santo”, quien es aquél que se sacrifica y que exhibe la incomodidad, siendo este el “profesor” que debemos buscar, diferenciando al mismo del “actor cortesano”, quien es aquél que directamente contrario, es decir “el piola”, “buena onda”, etc., pero que no hace una entrega total de su acto, sino solamente a los fines de cumplir. Además, manifestó el Profesor Mugas, que el “actor santo”, es aquel que hace una entrega total, como en un acto amoroso.

  Luego en la clase posterior, hablamos sobre la relación entre artesano y el material con el que trabaja, donde nos entendí que el artesano ama el material con el que trabaja y que le objetivo del mismo es un trabajo bien hecho, a diferencia del trabajo realizado por las personas que son empleadas de trabajos en serie, ejemplo, los que hacen botellas con gaseosa, en dicha relación no existe el amor del artesano = trabajador con el material con el cual trabaja.

Por último, hablamos del respeto que debe haber entre el profesor y el alumno, expresando que el respeto es un modo de ser, una prolongación de la forma de ser de las personas.

Posteriormente, la semana próxima, en la clase, de las mejores para mi, analizamos “De las tres transformaciones” de Friedrich Nitzche, donde algunos de mis compañeros y yo, dimos explicaciones sobre lo que cada uno entendió de dicho escrito. Posteriormente, nos invitaron los profesores a que nos enroláramos en algunos de los personajes expuestos en el escrito de Nitzche, donde entendimos que los camello, siempre miran para abajo y son los que soportan un peso, luego, los leones estuvieron más quietos en sus representaciones y por últimos los niños se movieron por todo el curso y fueron los únicos que interactuaron entre ellos, aclarando que yo elegí o me enrole en el personaje de niño.-

Luego, se volvió sobre las definiciones o conceptualizaciones sobre las bitácoras, explicándonos que las mismas deben poseer un contenido, una faz de relación, es decir la que responda a la pregunta de cómo me siento  y una de experiencia, que repercuta en lo afectivo.-

Además, hablamos sobre las opiniones de Grotowski respecto al educador, volviendo sobre el concepto del actor-santo, explicando que el mismo debe retirarse todas las mascaras que posee para lograr una enseñanza más plena, comentando que el autor opina que nuestro método de enseñanza es inductivo y que debemos liberarnos de nuestras máscaras y liberar la intuición.

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