CAMINO HACIA UNA EDUCACIÓN FORMATIVA EN INVESTIGACIÓN

CAMINO HACIA UNA EDUCACIÓN FORMATIVA EN INVESTIGACIÓN

1. INTRODUCCIÓN

Quiero iniciar mi escrito parafraseando el estilo del doctor colombiano Germán Guarín, ¿Qué decimos cuando decimos educación?, este término sin duda alguna hace referencia a una generalidad universal que en cualquier contexto puede comprenderse desde diversas instancias que hacen interlocución, es decir, son varios los escenarios donde se puede vivenciarse la educación, la instituciones educativas, las familias, los círculos sociales, entre otros. Se educa para ser siempre mejor o más competente en distintas esferas de la dimensión humana y natural. Es entonces el conjunto de buenas prácticas que se desarrollan en pro de un alcance significativo.  Quiero aclarar que el término educación no debemos confundirlo con formación, pues entre ellos existe una diferencia muy significativa, siempre se educa en forma propositiva y positiva pero la formación puede asignarse a cualquier fin, como por ejemplo, formar para las milicias o grupos al margen de la ley, cuyo calificativo no sería ética o humanamente bien visto.

¿Qué decimos cuando decimos calidad?, este término es bien popular entre la humanidad, refiriéndose a todo lo que, pasado por un juicio, se le da el valor de bueno o satisfactorio, dependiendo esto del punto de referencia a tratarse.

¿Qué decimos cuando decimos educación de calidad? , esta alianza terminológica la hemos comprendido como las buenas prácticas que se desarrollan en los escenarios donde participa con sentido y objetivismo las acciones de aprendizaje y desarrollo de competencias para vivir en el mundo técnico científico y social.

¿Qué decimos cuando decimos sistema?, según Luhmann, la teoría de sistemas es un complejo sistema de comunicaciones que a la vez, según Humberto Maturana y Francisco Varela, lo catalogan, originalmente, en sentido de autopoiesis, es decir, es capaz de mantenerse y reproducirse así mismo, en otras palabras, el sistema está referido a nuevas transformaciones según su experiencia y conjunto de necesidades.

¿Qué decimos cuando decimos sistema educativo?, en concordancia con lo anterior podría decirse que el sistema educativo está referido a la estructura institucional que se compacta para desarrollar un funcionamiento interdisciplinar, interadministrativo e intercultural en pro de un objetivo común para determinada población. Este engranaje que exige compactibilidad está dispuesto a un sin número de convergencias y variaciones que son necesarias para el proceso constante de auto-regulación.

En consecuencia con lo anterior cabe anotar la importancia de formar en competencias y actitudes investigativas en todos los niveles educativos, en especial en el nivel de postgrado. (Sampieri, 2014).

Esta afirmación de Sampieri infiere que aquellas personas que tienen la oportunidad de continuar una carrera posgradual se debe de enfocar en la búsqueda de conocimiento a través de la investigación, herramienta multidisciplinaria que permite el mejoramiento de procesos que conllevan al bienestar de la sociedad.

                La formación continua parece tener como condición la reflexividad del docente o, cuando menos, una actitud de búsqueda de su parte. Se considera que la propia reflexión es parte integrante del hecho de ser docente formado y, con ello, que es necesaria para el docente la adquisición de un saber especial asimilable a la conciencia. Si el docente reflexiona, y no deja pasar los hechos de cualquier forma; actúa plenamente como un ser humano que modifica todo aquello con lo que tiene contacto en razón de su propia acción (Freire, 1995, citado por Herrera 2015).

Por lo tanto la investigación como reflexión nos invita a mostrar una postura relevante frente al conocimiento y que lo podamos canalizar en nuestro interior o conciencia siendo claros, específicos y coherentes con nuestra acción reflexiva.

De este modo daré a conocer mi punto de vista frente a mi perspectiva como estudiante y futuro  mágister, teniendo como referente la investigación como eje fundamental para acceder al conocimiento, permitiéndome acercarme a las inmensas posibilidades que ésta ofrece en mi  mejoramiento como ciudadano reflexivo frente a la  situación social y educativa que evidencia nuestra comunidad.

1. ENUNCIACION DEL PROBLEMA

¿Por qué como Magíster en formación inicio hoy una nueva etapa en mi vida profesional? ¿Qué cambios serán evidentes en mí al ser un futuro Magíster?

1. EXPOSICIÓN DE LA TESIS

Los debates conceptuales, hoy por hoy, son una encrucijada entre las nuevas formas de pensar, hacer ciencia y abordar el conocimiento interdisciplinar  

Vislumbrar asuntos teóricos-conceptuales es ya una constante entre todas las corrientes ideológicas y de pensamiento que circundan por las dentadas cadenas de quienes se dedican a la comprensión de todo cuanto subyace en nuestro planeta tierra y demás parte del universo.

La investigación educativa aparece como un mecanismo (método) para construir modelos teóricos de intereses específicos, su particularidad es la innovación, pues cuando se evoca la investigación educativa como estrategia, es necesario vincularla con la investigación aplicada o “finalized research” y la posición que esta ocupa en lo que conocemos como investigación básica y estrategias para la acción con finalidad práctica (Combessie, 2002, citado por Herrera 2015).

Como estudiante siento la necesidad de aprender nuevas estrategias, herramientas de aprendizaje y tecnologías que podemos llegar allí por medio de la investigación, una investigación validada a través de la aplicación y la práctica.

Todo proceso de aprendizaje resulta un proceso fundamentalmente influido por otros y enmarcado en el lenguaje y la cultura del grupo de pertenencia de quien aprende (Vigotsky, 1979, citado por Barrios, 2016). Es necesario formar un profesor reflexivo que combine las capacidades de búsqueda e investigación con actitudes de apertura mental, responsabilidad y honestidad (Sacristán y Pérez, 1989, citado por Barrios, 2016).

Entonces la propuesta es producir conocimiento teniendo como base una conciencia reflexiva y crítica teniendo un balance entre el ser y lo que se investiga, con capacidad de interpretar esa información que se obtiene y ponerla al servicio de la sociedad.

Es evidente que para que exista verdaderamente la investigación y que ésta se estimule para dar continuidad al proceso, se requiere voluntad política y de normas legislativas que sean el garante para que esta estrategia lidere las técnicas educativas transformando los escenarios de enseñanza y por ende de la sociedad.

Tal como lo expone el semanario Británico The Economist, en uno de sus reportajes, la cuestión de la reforma educativa en el mundo es un asunto florecinte. Los países en general están presentando un afán y preocupación por mejorar los estándares de calidad de los procesos y sistemas educativos. Este interés subyace por las múltiples necesidades que se notan en las políticas educativas institucionales y ministeriales. Los mandatarios de la educación, en cada uno de los estados, insinúan aunar esfuerzos desde todos los gabinetes para inyectar el potencial necesario al sector educación, pero la realidad que mucho deja ver, no está contrastada con la satisfacción de todos los menesteres que acarrea el hecho de educar a las poblaciones de todo el territorio mundial.

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