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CRISIS ENERGETICA


Enviado por   •  30 de Octubre de 2012  •  4.022 Palabras (17 Páginas)  •  592 Visitas

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CRISIS ENERGÉTICA, ENERGÍAS RENOVABLES E IDEAS FALSAS

La situación de inestabilidad en Libia, donde Muamar al-Gadafi resiste aún en el poder, parece haber despertado el miedo a una nueva crisis energética que podría recuperar a la que se vivió en el mundo, y muy en especial en Estados Unidos , entre 1973 y 1975. Hay varias diferencias importantes con respecto a aquella crisis pero las dos más importantes son que el mundo Occidental, Europa y Estados Unidos, están aún convalecientes de la crisis económica más importante desde el crack bursátil de Wall Street de 1929 y , no menos importante, la incorporación a la sociedad de consumo de dos grandes colosos como son China e India.

Libia representa tan solo el 2% de la producción mundial de petróleo y ocupa el noveno puesto entre las naciones productoras según la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) con una producción en 2011 de 1,57 millones de barriles diarios. Aunque para España el petróleo que recibimos de Libia representa un importante 13% ,no parecería motivo suficiente para la escalada en el precio del barril ni en la casi histérica toma de medidas en nuestro país para ahorrar combustible, pero el problema es sustituir la producción Libia durante un período prolongado de tiempo y es el temor a que los exportadores de crudo no puedan incrementar su producción, que en muchos casos ya está casi al límite.

Carezco de datos para saber si esto es así o si bastará con un incremento de la producción de Arabia Saudi, la principal productora de petróleo del mundo, para compensar la temporal bajada de producción Libia, pero creo que habría que mirar más allá y ver hacia donde nos dirigimos. La situación en la que nos hallamos es coyuntural y en cuanto se tranquilice la situación en Libia volverá a producir y exportar con normalidad, aunque otra cosa sería que hubiera problemas en Arabia Saudi y en Irán, porque eso si podría conducirnos a una crisis de consecuencias impredecibles, sobre todo cuando la economía de Europa y Estados Unidos es lo más parecido a un enfermo convalenciente y extremadamente débil que apenas acaba de superar una grave enfermedad y la menor recaída podría matarlo.

Gráfico con los principales países exportadores de Petróleo. Si hubiera una crisis en Arabia Saudí y en Irán estaría afectado un 31% del suministro mundial de petróleo. Pero el problema será además el creciente consumo de combustible por el desarrollo de China, con 1400 millones de habitantes, e India con más de 1000 millones de habitantes. Las reservas acelerarán su agotamiento al tiempo que se aumentará la emisión del principal gas de efecto invernadero, el dióxido de carbono.

Recordaré con brevedad las medidas que se tomaron en 1973 y 1974 , en particular en Estados Unidos, durante la crisis del petróleo producida por la decisión que adoptaron los miembros de la OPEP de no exportar petróleo a aquellos países que hubiera apoyado a Israel en la guerra de Yom Kipur contra Siria y Egipto. El precio del barril llegó a cuadriplicar su precio normal, y en Estados Unidos pasó de 3 dólares a 12 dólares el precio del barril mientras que el galón de gasolina se incrementó de 36 centavos de dólar a 55 centavos , un 34% más caro. La bolsa de Nueva York, Wall Street, perdió 97.000 millones dólares en tan sólo 6 semanas y, como decía en mi artículo, por primera vez desde la I Guerra Mundial hubo escasez de carburante, cerrándose oficinas y fábricas para ahorrar combustible y calefacción, despidiendo a miles de trabajadores y emitiendo cupones de racionamiento de la gasolina

Por supuesto, el incremento del precio del crudo supone siempre el incremento del precio de todos los productos derivados del petróleo y del coste de transporte de mercancías, lo cual provoca un rápido incremento de la inflación que dispara el gasto del Estado y el empobrecimiento de la población .Esta situación fue muy grave entonces y el gobierno de Estados Unidos tomó algunas medidas comparables a las que ahora se quieren tomar en España . El entonces presidente Richard Nixon (1913-1994) aprobó la Ley Nacional de Emergencia para la Conservación de Energía en las Autopistas por la que se limitaba la velocidad en las carreteras de Estados Unidos a 88,5 kilómetros por hora y además pidió a las gasolineras que no abrieran los fines de semana para reducir el consumo , a lo que se unió, como ya dije, los cupones de racionamiento de combustible.

¿Cuál fue el ahorro real de estas medidas? Teniendo en cuenta que al ser un estado federal donde cada estado podía establecer unas normas y que entre un 60 y un 70% de los norteamericanos no cumplieron los límites de velocidad y al no poder echar gasolina los fines de semana lo hacían los viernes y jueves colapsando las gasolineras, el ahorro real no superó el 1%. Con esa experiencia del pasado podemos presumir que las medidas que se están tomando ahora en España no van a tener demasiada eficacia porque además no hay auténticas alternativas al transporte privado. Cuando se habla del transporte público no explican nunca como en una ciudad como Madrid o Barcelona iba a ser posible absorver la cantidad extra de pasajeros que habrían dejado su coche. Cerrar el centro al tráfico sería una buena opción pero también tendría una repercusión económica para las áreas comerciales.

La fuente de este gráfico sobre la evolución del consumo de las diferentes energías es el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático y en el podemos observar como en el 2020 las llamadas energías renovables apenas tienen peso en la producción de energía. Si seguimos apostando por ellas en detrimento de la energía nuclear , mucho más eficiente y menos contaminante como explico en el artículo sólo estaremos favoreciendo a las naciones productoras de petróleo y las compañías petrolíferas

Pero con independencia de las medidas de ahorro, que vamos a tener que aplicar antes o después y nos guste o no, hay que realizar una crítica a los diferentes gobiernos tanto en España como en otros países que no han tomado medidas para reducir nuestra dependencia del gas natural y el petróleo, en especial después de recibir la lección de la pasada crisis de petróleo de los año 70. Durante años hemos oído y se ha convencido a la población de la bondad de las llamadas energías renovables, donde se incluían la energía solar, la energía eólica y los biocombustibles en detrimento de la perversa y maligna energía nuclear , estigmatizada por los colectivos ecologistas pero ¿es eso cierto?

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