Capacidad de las personas jurídicas

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CAPACIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS

     En este ensayo hablaremos sobre la capacidad de las personas jurídicas, es por esto que para poder entender este término primero analicemos lo que quieren decir los términos capacidad y persona jurídica; para empezar la capacidad son todas estas cualidades de las cuales goza ya sea un individuo o entidad, para desempeñar una determinada labor; ahora el termino de persona jurídica hace referencia a un individuo que existe y que posee derechos y obligaciones, pero no es una persona natural, existe como una institución que es creada por personas naturales, las cuales a su vez buscan desempeñar un objetivo social que puede ser con o sin fines de lucro.

     No esta demás hacer también mención de la capacidad jurídica, esto significa que toda persona es sujeto de derechos y esta en la capacidad de ejercerlos por sí solo, la capacidad jurídica se distingue de la capacidad de obrar, por lo que puede producirse la situación de que una persona sea titular de un derecho, pero sea incapaz para ejercitarlo por sí mismo. Es oportuno mencionar que la capacidad es semejante a la personalidad que a su vez es la identidad jurídica con la que se reconoce a una persona que posee la capacidad suficiente para contraer obligaciones y a su vez realizar actividades que crean personalidad jurídica, para si mismos como para terceros.

     Cabe mencionar que la capacidad jurídica se divide en dos términos, el primero es la capacidad de goce que consiste en la facultad de una persona para adquirir derechos y a su vez contraer obligaciones, la segunda es la capacidad de obrar o de ejercicio, esta es la facultad de una persona para ejercer por si mismo sus derechos y a la vez cumplir con las obligaciones que adquiere.

     La capacidad de las personas jurídicas para la RAE es valga la redundancia esta capacidad que se les es reconocida a las personas jurídicas de adquirir y poseer bienes de todas clases, así como contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles, conforme a las leyes y reglas de su constitución. El Diccionario del Español Jurídico define a la persona jurídica como una “institución dotada de personalidad propia e independiente y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, creada por las leyes o conforme a lo establecido en las mismas”. Las personas jurídicas pueden coexistir con las personas físicas, esto es así porque se les otorga personalidad jurídica y así adquieren la capacidad de actuar como personas jurídicas.

     Una característica singular es que las personas jurídicas se crean de acuerdo con reglamentos promulgados por ley o con la aprobación del presidente de la República. Una entidad con personalidad jurídica es un ente o ficción jurídica que está legalmente representada y administrada por una o más personas naturales, en el ámbito en que pretende desarrollar sus actividades, con capacidad para ejercer derechos y obligaciones contractuales de conformidad con sus intereses específicos, ya sean de tipo civil o comercial.

     También es correcto mencionar el cómo nace una persona jurídica, y es que esta nace mediante un acto jurídico o de constitución el cual es reconocido por los órganos y autoridades administrativas, esta se debe inscribir en los registros públicos y además también debe cumplir varias condiciones legales. De la misma manera que sucede con las personas naturales, las personas jurídicas poseen diferentes aspectos que las definen como tales, como lo es la nacionalidad o un domicilio, una fecha en la que fueron creadas esto vendría a ser la constitución de la misma, también poseen un patrimonio y como ya se mencionó también poseen derechos y obligaciones jurídicas, tienen la capacidad de poseer y adquirir bienes, también es necesario mencionar que también pueden estar compuestas por otras personas jurídicas.

     En la legislación ecuatoriana en el Código Civil en su Art. 564, la persona jurídica es “una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente”, y estas a su vez pueden formarse como corporaciones (con fines de lucro) y fundaciones (sin fines de lucro), que además tienen coherencia y poseen una finalidad.

     Dentro de esto también podemos ver la función que cumple el representante legal de la persona jurídica ya que esta al no poder representarse sola necesita de una persona para que se encargue de celebrar y ejecutar los actos y contratos necesarios para desarrollar todas las actividades propias de la entidad, además vela por el correcto funcionamiento de esta, y es el encargado de representarla judicial y extrajudicialmente.

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