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Ciencia Versus Biblia


Enviado por   •  1 de Julio de 2015  •  1.605 Palabras (7 Páginas)  •  1.372 Visitas

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¿Cifra usted su esperanza en la ciencia, o en la Biblia?

En el año 1892 un señor de unos 70 años viajaba en tren junto a un joven que leía un libro de ciencias.

Él - aquel señor mayor - también leía un libro que ocultaba bajo una portada negra.

El jovencito curioso no paro de mirar hasta descubrir que era la Biblia el libro que su acompañante de viaje leía. Para más detalle, era el Evangelio de Marcos la parte por la que se encontraba abierta aquella Biblia.

El chico, ante tal descubrimiento miro al viejo y sin más le dijo:

- Señor, ¿de verdad usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos?

- Sí,- contesto aquel viejecito- pero no es un libro de cuentos, es la Palabra de Dios. O ¿Estoy equivocado?

- Claro que lo está,- dijo el joven muy jactancioso- Creo que usted señor debería estudiar Historia Universal. Vería que la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la miopía de la religión.

Únicamente las personas sin cultura todavía creen que Dios hizo el mundo en 6 días. Usted señor debería conocer un poco más lo que nuestros científicos dicen de todo eso.

- El viejecito preguntó al joven: Y... ¿cree usted que es eso lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?

El joven contesto:

-Mire como me voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo con la máxima urgencia.

El anciano entonces, con mucha paciencia, abrió cuidadosamente el bolsillo derecho de su bolso y le dio su tarjeta al muchacho.

Cuando el joven leyó lo que allí decía, salió cabizbajo, sintiéndose peor que una ameba.

En la tarjeta decía:

Profesor Doctor Louis Pasteur

Director General del Instituto de Investigaciones Científicas Universidad Nacional de Francia.

A Pasteur se atribuye la siguiente frase: “Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha ciencia devuelve a Él.”

En este discurso vamos a ver cuánta razón tenían estas palabras del Científico francés Louis Pasteur

Según el diccionario de la Real Academia Española la palabra ciencia se define como “Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.”. Obtener esos conocimientos con lleva mucho esfuerzo y no siempre se consiguen los resultados deseados. Los científicos dedican semanas, meses o incluso años a sus investigaciones. Y aunque en algunos casos su trabajo acaba en nada, en otros reporta beneficios para la humanidad.

La ciencia y la tecnología han contribuido notablemente a la configuración de nuestro mundo moderno. Frederick Seitz, ex presidente de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense, dijo a este respecto: “La ciencia, que inició su andadura como aventura de la mente humana, se ha ido convirtiendo en uno de los principales pilares de nuestro estilo de vida”. En consecuencia, la investigación científica ha pasado a ser sinónimo de progreso. Quien se atreva a cuestionar los últimos logros de la ciencia corre el riesgo de que le llamen “retrógrado”. Después de todo, para muchas personas el progreso científico es lo que distingue el mundo civilizado del incivilizado.

No sorprende que el poeta inglés contemporáneo W. H. Auden dijese: “Los verdaderos hombres de acción de nuestro tiempo, los que transforman el mundo, no son ni los políticos ni los estadistas, sino los científicos”.

En el libro The Experts Speak (Los expertos hablan), escrito por Christopher Cerf y Victor Navasky. Se atribuye la siguiente predicción hecha en 1936 a John Langdon-Davies, periodista británico y miembro del Real Instituto de Antropología.

“Si hemos de concebir cómo será la vida en el año 1960, tenemos que empezar por comprender que el alimento, la ropa y el albergue serán tan baratos como lo es el aire.”

Se esperaba que apareciera una cura para el cáncer en los años sesenta. En los años cincuenta, el presidente de una compañía grande de automóviles de los Estados Unidos profetizó que para 1975 los automóviles estarían equipados con un sistema teledirigido de larga distancia. También se predijo que se podrían transformar los desiertos por medio de producir algas microscópicas “cuya reproducción rápida [...] y contenido proteínico excepcionalmente rico (75%) podría alimentar fácilmente a las poblaciones que constantemente iban en aumento”.

Tantas de tales esperanzas no se han cumplido que en la actualidad la gente ya no cree ciegamente en las predicciones de los científicos. André Fontaine, director del diario Le Monde, de París, señaló recientemente lo siguiente: “La fe del hombre en que se puede progresar por medio de la ciencia, ya tambaleante para fines de los años sesenta, ha continuado declinando”.

El estudio del

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