Como Influyen Las Teorias De La Educacion En Mi Practica Profesional

“COMO INFLUYEN LAS TEORIAS DE LA EDUCACION EN MI PRACTICA PROFESIONAL”

Gilberto Castro Aguilar

INTRODUCCION

En el presente ensayo pretendemos abordar el papel relevante del docente en la educación de la época actual frente a los diferentes retos de la posmodernidad y la influencia que ejerce las teorías de la educación sobre el quehacer diario en el aula.

EL DOCENTE ANTE LOS CAMBIOS EN LA EDUCACION DEL SIGLO XXI

El docente es un agente de cambio cuya función trasciende al trabajo del aula. Es el mediador entre el sujeto y el conocimiento, sin embargo, persisten ideas caducas que las escuelas tradicionales abrazan a pesar de los cambios en la educación y las reformas planteadas.

Por otra parte, la multiculturalidad es uno de los rasgos de la cambiante sociedad posmoderna, en donde lo que es funcional para uno no lo es para otro, esto puede confirmarse en las diferentes formas de pensar que los alumnos tienen en un aula. En este sentido, el sistema educativo nacional realiza los diseños de currículo para las diferentes zonas geográficas del país y los maestros las adecuan a las características de la población escolar que les corresponda. Pero es cuestionable ¿Cumplirá el maestro la labor titánica de trabajar con las diferentes formas que cada alumno posee?

Aún así, existen ciertos paradigmas e inercias que considero impactan de manera negativa en el desempeño de mi labor docente, trataré de enumerar algunas e identificar las formas positivas que las teorías ayudan en esta noble labor.

En primer término, se identifica que el sistema mismo no le da importancia a la educación artística en la praxis. De esto puedo citar algunos ejemplos que ilustran tal aseveración:

a) Un gran porcentaje de las escuelas del país no cuenta con un espacio especial para impartir la materia de Artes, ni los materiales didácticos elementales para enriquecer las estrategias de enseñanza.

b) La nula, o vaga idea o creencias erróneas que se tienen sobre lo que es la educación artística por parte de los alumnos, padres y los mismos compañeros docentes de otras materias.

c) La reducida mentalidad que persiste al pensar que las artes tienen un carácter utilitario, es decir, sirven para armar festivales, homenajes, concursos.

d) Lo anterior sumado a que las artes se perciben como un producto y no un proceso.

e) Respecto a los alumnos, éstos no tienen una idea muy clara de los procedimientos que son necesarios para entrenar su sensibilidad, expresión y comunicación; en contraparte, otros se resisten a verla como una materia integral, es decir, teoría y práctica además de su carácter de Transversalidad.

De estos argumentos nos cuestionarnos ¿Cómo mantener el interés de los alumnos para que la clase no pierda el sentido lúdico que debe perseguir el teatro escolar, y a la vez, el alumno desarrolle habilidades expresivas y comunicativas? ¿A partir de que engranaje se puede generar los conocimientos que ofrezcan un aprendizaje significativo? ¿Cómo construir una visión de pensamiento crítico hacia su entorno? ¿Por qué los adolescentes de ahora no se interesan en el estudio? ¿Por qué a los niños se les dificulta mantener la atención en una clase y seguir instrucciones? ¿Por qué se les dificulta la comprensión de textos en la escuela? ¿Se puede aprovechar los medios y la tecnología para propiciar cambios en su rendimiento escolar? ¿De qué didácticas especiales se tiene que echar a mano para lograr un aprovechamiento eficaz de la clase?

EXTENSION DE LA FUNCION DOCENTE

Partiendo de estas premisas cuestionadoras, podemos afirmar que la labor docente no inicia ni acaba en el aula pues su papel de agente educativo implica involucrarse tanto con los alumnos, y en su proceso de enseñanza-aprendizaje como establecer vínculos con los padres, la institución y sus políticas educativas, entre otros.

Precisamente, hoy más que nunca, ante la ola de transformación de nuestro mundo, así como la creciente modernización de los sistemas de tecnología e información, el joven se enfrenta a un ambiente que le exige formas diferentes para aprender de manera más significativa, mucho más rica y amplia de lo que la escuela puede ofrecerle. Es por esto, que al participar en este aprendizaje para hacer teatro, potenciará, de manera tanto lúdica como creativa, sus capacidades de pensamiento y de expresión, propiciando para el futuro, se convierta en un ser crítico y responsable de su realidad.

De acuerdos a diversos autores sobre el aprendizaje, los adolescentes necesitan encontrar y se les debe brindar en el contexto escolar y fuera de éste experiencias que le propicien significados al conocimiento que adquieren.

Nuestras escuelas, lejos de reconocer y adaptarse a estos diversos tipos de inteligencia y estilos de aprendizaje, presentan programas estándar a todos los alumnos, utilizan métodos estándar para todos y evalúan a todos los alumnos por medios estandarizados.¹

Por otra parte, como lo menciona Padín (2005 p. 3) la práctica teatral ayuda a los estudiantes a mejorar: en diferentes destrezas básicas, en especial de la lectura y de la escritura; de igual importancia el desarrollo de la salud mental, emocional y física. También se ve afectado positivamente la habilidad para pensar, resolver problemas y analizar críticamente las diferentes situaciones por las que puede transitar.

En el mundo posmoderno el hombre se ha desarrollado en diversas áreas pero no ha aprendido a comunicarse con los demás. En un ambiente en que las relaciones se han vuelto más frías, más materialistas, en general las artes, y el teatro en especial, apoyan el desarrollo del progreso emocional de los individuos. Siendo la etapa escolar en la que los niños van aprendiendo a conocer y comunicarse a través de sus emociones. De acuerdo a Goleman (2008 p. 22) todos tenemos otro tipo de inteligencia, aparte de la intelectual, lo que el denomina inteligencia emocional, que si se aplicara en el ámbito educativo los niños pudieran enfrentar situaciones en las que pudieran tener manejo de emociones destructivas y generar procesos de empatía para comprender mejor a los demás y su entorno, lo que prepara al individuo hacia una sociedad más democrática y con respetos a las diferencias.

¹ Ontoria P. A. et al. (2003).Potenciar la capacidad de aprender a aprender. México: Alfaomega. Pp. 17-24.

Precisamente, es la cultura la que

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