Como Ser Un Buen Abogado Y No Fallar En El Intento
gilmarcitoquispe14 de Agosto de 2013
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COMO SER UN ABOGADO EFICIENTE Y NO FALLAR EN EL INTENTO
MARCO MARROQUIN MUÑIZ
Ha pasado mucho tiempo desde que al primer Abogado se le consideró como tal, al principio de los tiempos el ad – vocatus (el que es llamado) era la persona que requería tener dotes de carácter, ilustración, probidad moral y grandes dotes de oratoria. Atenas, la docta ciudad griega fue la primera formadora de Abogados y Pericles a decir de Guillemo Cabanellas, el primer Abogado profesional. Desde la aparición de los abogados a la fecha, el perfil del profesional en Derecho ha cambiado no solo por las múltiples transformaciones que ha tenido la civilización sino que inclusive el Abogado potencializa su accionar a través de diferentes funciones que hoy, la sociedad y el mercado le asigna como nuevos roles.
Sin embargo no sólo la Abogacía como actividad al servicio de la sociedad, viene transformándose sino que el propio Derecho no es indemne a todos los cambios económicos, tecnológicos, culturales, políticos y de otra índole, que se han dado a lo largo de la historia de la humanidad y que actualmente se dan mas vertiginosamente. En el ámbito económico vivimos en un sistema de economía de mercado, por lo tanto las relaciones para la adquisición y transferencia de bienes y/o servicios se sitúan bajo la premisa de este sistema económico, con el concurso de competidores y consumidores, donde el Estado tiene un papel regulador, antes que interventor; se tiene además un proceso de globalización de la economía cada vez mas progresiva, donde los factores de producción tradicionales van siendo relegados por el conocimiento, la competitividad, la calidad y las megatendencias. En el campo tecnológico la informática y el desarrollo de los medios de comunicación cambian la rutina diaria de las personas, los hábitos hogareños, las empresas, industrias e instituciones por la creación de la necesidad del uso de estos medios. En el área cultural hoy tenemos mucha mayor información de la que contaban nuestros antecesores, debido no solo a la masiva producción intelectual sino a la facilidad con que hoy podemos conseguir conocimiento especializado a través de las grandes bases de datos existentes y cada vez mas crecientes. A nivel político estamos asistiendo a la caída de ideologías totalitarias y extremistas dando paso a la democracia como la aspiración política de las sociedades de nuestros tiempos. Ante estos y muchos otros cambios, el Derecho y el papel del operador del Derecho – llámese Abogado – cambia, encontrándose con una realidad en la que tiene que desenvolverse y desarrollar. Podemos decir que el papel del Abogado ha evolucionado con relación al rol que la sociedad de nuestros tiempos le asigna.
Hoy en día el profesional en derecho tiene que adecuarse a nuestros tiempos, por lo que deberá tener un adecuado perfil. En primer lugar siempre se ha requerido, como hoy, que el Abogado tenga valores personales positivos, es decir un adecuado comportamiento ético, en segundo lugar se debe poseer un sólida formación profesional y un amplio bagaje cultural, citamos al siempre vigente Mario Alzamora Valdez que señala “que el Abogado debe reunir la más amplia cultura general con la mas profunda cultura especializada o profesional”. También podemos requerir a José León Barandiarán que señala que “el trabajo, la eficiencia y la diligencia son cualidades del abogado”. Pero estas aptitudes y cualidades no son las únicas que hoy se requieren para el ejercicio eficiente de la profesión sino también se deberá contar con otros instrumentos tanto en el campo jurídico y otras herramientas técnico conceptuales que se encuentran en otras disciplinas del saber humano.
Guillermo Cabanellas en el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual señala que Abogado es ” el que con título universitario legítimo y la habilitación profesional precisa ejerce la Abogacía”. El diccionario de la Lengua Española señala que el Abogado es la persona legalmente autorizada para defender en juicio, por escrito o de palabra los derechos o intereses de los litigantes y también para dar dictamen sobre las cuestiones o puntos legales que le consultan”. De esta manera solo entendíamos que el jurista en su radio de acción se dedicaba a la defensa del patrimonio, el honor, la libertad y hasta la vida de las personas.
Sin embargo, de las conceptualizaciones dadas, expresamos que estas ya quedan cortas y resultan siendo anacrónicas, considerando que únicamente toman en cuenta el papel de la defensa o del litigio como la actividad medular de la profesión del Abogado, sin embargo debemos tomar conciencia de que al borde del siglo XXI el egresado de la carrera profesional de Derecho y el ya titulado, puede desempeñarse entre otras en las siguientes actividades:
POTENCIALIDADES PROFESIONALES DEL ABOGADO
a.-) Litigio, patrocinio y defensa forense en estrados judiciales, administrativos y arbitrales.
b.-) Asesoramiento, gestión y representación Empresarial e Institucional.
c.-) Investigación académica y/o científica en las diferentes ramas del Derecho especializado.
d.-) Ejercicio de la Docencia en Universidades y otros centros de formación de contenidos jurídicos.
e.-) Carrera en la Magistratura, considerándose ésta en el Poder Judicial y en el Ministerio Público.
f.-) Carrera en la Administración pública; como funcionarios públicos en cargos directrices y en las oficinas y direcciones de la administración pública en nivel ministerial, en organismos públicos descentralizados, en Consejos Transitorios de Administración regional y en gobiernos locales.
g.-) Gestión, dirección y organización de Organismos No Gubernamentales (ONGs)
h.-) Carrera Diplomática
i.-) Asimilación a instituciones castrenses – fuero militar
j.-) Ejercicio de la actividad periodística en medios de comunicación
k.-) Ejercicio del notariado
l.-) Liderazgo Político para llegar a cargos de la misma índole:
m.-) Consultor en organismos técnicos de cooperación nacional e internacional.
n.-) Gestor, representante y apoderado de asociaciones de defensa de derechos especiales, etc.
RETOS A SUPERAR
Sin embargo el camino hacia el éxito profesional de un Abogado no es del todo llano, ya que tendrá que batallar con algunos factores en contra o retos que el Abogado deberá superar:
Deficiencias y desniveles educativos: Por diversos factores, muchas universidades no entran en un nivel competitivo, utilizan esquemas y currículas que no tienen consistencia con las necesidades de un profesional actual. En la realidad los desniveles educativos no debieran ser notorios entre universidades privadas y públicas; y estas últimas deben entrar también en competencia académica, profesional y científica. No basta decir que una Universidad tiene muchos años o que tiene ganado un prestigio. Este se logra día a día a través de la solvencia académica de los egresados. Las universidades deben lograr captar cuadros docentes idóneos, así mismo deberán preocuparse por tener y mantener buenos estudiantes en sus claustros, así mismo es necesario contar con adecuada infraestructura, que incluye un fondo bibliográfico y editorial, como también la organización de eventos y el intercambio académico.
Velocidad de cambio de las instituciones jurídicas: Pese a los importantes avances y reformas legislativas, debido a los cambios que se han dado a todo nivel (económicos – políticos – sociales) y la correlación entre mercado y derecho en nuestro país, muchos Abogados todavía no se han puesto al corriente de estos cambios. Por otro lado la estructura del sistema jurídico todavía posee algunas instituciones anacrónicas, haciendo que el operador del derecho tenga que utilizar el Derecho que colisiona con la realidad. Debemos ser conscientes de que el Derecho hoy es más cambiante que hace décadas. Los cambios sociales en algunos casos son más rápidos con relación a la velocidad de la producción legislativa.
Masificación de la profesión: No se realiza de manera eficientemente en el campo personal y en claustros universitarios, el análisis entre la oferta versus la demanda de servicios profesionales de un Abogado. Algún jurista señalaba que no forman Abogados sino que hoy se los “fabrica”. Esta situación en algunos casos trae como consecuencia el desempleo y el subempleo de los mismos.
Conformismo académico y profesional: Muchos profesionales se conforman con los conceptos académicos brindados por la Universidad, en otros casos el trabajo, la rutina, el tedio hace que la actividad de un operador del Derecho se vuelva automática, no comunicativa, irreflexiva y poco creativa, en muchos casos estos factores conducen a la desactualización y a la desconexión no solo con la realidad jurídica contemporánea sino con la propia actividad que desarrolla.
Masificación de las Asesorías, y consultorios jurídicos gratuitos: El conocimiento de las instituciones jurídicas y las soluciones a los hechos generadores de conflictos judiciales están mas al alcance de los potenciales patrocinados a través de los medios de comunicación y de la existencia de consultorios jurídicos gratuitos, haciendo que hoy se busque clientes y no que los clientes lo busquen a uno.
Direccionamiento de los concursos: Todas las organizaciones buscan ser eficientes y competitivas por lo que deben tener en su staff de trabajo cuadros profesionales idóneos, incorporando a nuevos profesionales teniendo en cuenta para ello su procedencia universitaria, su experiencia, la edad, su especialización y otros factores competitivos como el conocimiento
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