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Constitucion


Enviado por   •  22 de Febrero de 2015  •  1.408 Palabras (6 Páginas)  •  121 Visitas

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¿Qué implicaciones tiene en el maestro la llegada del niño como renovador del mundo?

Principalmente la llegada del niño, genera en todos los entes de la sociedad un desconcierto por lo que este traerá consigo. De acuerdo a esto el texto “Discurso de la novedad” nos plantea lo siguiente: “Arendt encuentra en este enigma a cerca de lo que los recién llegados harán con el mundo, más que una amenaza, la esperanza de su continuidad. Porque el nacimiento es para ella lo único que impide el retorno de lo mismo, lo que renueva sin cesar la sociedad, salvar al mundo de la ruina y lo preserva…” (DIKER, 2008). Por lo anterior, podemos pensar que el niño vendrá a hacer un cambio en el mundo, pero un cambio positivo, sería como una esperanza de tener un mundo mejor.

De otro modo hay que tener mucho cuidado con la llegada del niño. Arendt lo plantea así: “debemos impedir que el mundo sea devastado y destruido por la ola de recién llegados que arriban a él con cada nueva generación.” (DIKER, 2008). Lo que pretende decirnos es que el niño llega para ser un renovador, pero el adulto debe hacerse responsable de él, pues a ciencia cierta no sabemos esa novedad qué es lo que nos aporta.

Como para la humanidad sigue siendo una incógnita lo que trae de nuevo el niño y lo que pueda hacer con esto en el mundo, Arendt dice: “ la tarea de la educación es proteger la promesa de renovación que la infancia trae consigo y, al mismo tiempo, presentarles a los niños el mundo, hacerles allí un lugar, inscribirlos en la cadena de las generaciones, para así también proteger ese mundo, para que los niños encuentren el modo de realizar lo nuevo sin atentar contra él.” (DIKER, 2008).

Respondiendo a la pregunta inicial, una de las implicaciones que la llegada del niño como renovador del mundo puede traer en el maestro es que este (el maestro) debe ser, principalmente el que le presente el mundo a ese niño renovador, para evitar que atente contra el universo. Pero para eso el maestro tiene la tarea de mirarse y saber cuál es su papel en el mundo. El texto “discurso de la novedad” lo dice así: “…Arendt imaginaba un adulto (en particular, un educador) que se dirigía a los recién llegados diciendo ‘he aquí nuestro mundo’ y que habilitaba a la infancia el ingreso al territorio público, hoy hay miles de pantallas presentando infinidad de mundos (reales o virtuales poco importa) a los que los niños llegan y de los que participan sin la intermediación adulta; al mismo tiempo, fuera de la pantallas hay un mundo que tampoco parece tener porteros, ni discursos de bienvenida, ni gestos de recepción, en el que no hay lugar para todos y en el que una parte de la infancia se configura…” (DIKER, 2008). Entonces, la función es tanto de padres como de maestros, tratar de evitar que el niño se adentre en el mundo virtual. Ya que este puede presentar infinidad de cosas negativas para el mundo (violencia, abusos sexuales, ladrones, etc.) que el niño puede tomar como ejemplo. Pero a veces es imposible evitar o prohibirle al niño que tenga acceso a estos espacios, entonces lo que se pretende es que cuando lo haga que sea bajo la supervisión de un adulto, que le explique que debe sacar de eso y que no. Aunque no solo en el mundo virtual sino también en el real, siempre hay que llevar de la mano el niño y explicarle como funciona nuestro mundo. Y aquí se nos presenta un inconveniente, dice así: “en este escenario, los adultos nos mostramos, además, cada vez menos convencidos a cerca de cuál es ‘nuestro mundo’ y cuál es nuestro lugar en él; cada vez con mayor frecuencia nos encontramos situados en el lugar del no saber que reservábamos a los niños, sin entender cuál es el mundo por el que vivimos y por el que, se supone, deberíamos responder.” (DIKER, 2008). La tarea entonces para maestros y padres es pensar cuál es su lugar en el mundo y cómo ser

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