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Creatividad En El Diseño Industrial


Enviado por   •  31 de Julio de 2014  •  3.103 Palabras (13 Páginas)  •  210 Visitas

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Introducción

El Diseño Industrial, como disciplina de la proyección de objetos, implica dentro de su proceso una fase en la que la creatividad tiene un papel primordial.

En la labor del diseñador, es increíble la cantidad y diversidad de proyectos, problemáticas y variables a solucionar, por esto se hace necesario potencializar y optimizar la creatividad como herramienta metodológica que permite concebir una respuesta.

La creatividad aplicada a la solución de los problemas encontrados durante el proceso de diseño es una competencia fundamental en el diseñador, pues este, además de afrontar los retos productivos y tecnológicos debe dar respuestas coherentes a todas las circunstancias encontradas en la relación hombre - objeto.

La creatividad se manifiesta de diversas maneras y en diferentes etapas del proceso de diseño, y siendo fundamental para este proceso, muchas veces las técnicas o métodos creativos no hacen parte de la educación del diseñador, y se aprende por necesidad a pensar de manera diferente.

Pero hasta el pensar de manera diferente puede ser limitado, es frecuente en todo tipo de creativos llegar a un momento de agotamiento o al conocido bloqueo mental, evidenciando la necesidad de generar un espacio para la exposición, el análisis y la aprehensión de diferentes métodos creativos y la forma de utilizarlos con el objetivo de llegar a generar respuestas innovadoras a los problemas planteados y como respuesta a los bloqueos creativos.

Aunque la creatividad es un intangible que difícilmente puede definirse sin entrar en discusión, compartimos la

idea que la creatividad es una capacidad intelectual, y por ende, es susceptible de ser incrementada de manera metódica.

Figura 2. Mente Creativa

La utilización de las nuevas tecnologías en la creatividad y el diseño industrial

Es una obviedad que las nuevas tecnologías, convertidas y entendidas como recursos y herramientas, nos permiten mejorar el trabajo de los diseñadores industriales. Mediante ellas hoy se proyecta de forma mucho más ágil y eficiente incidiendo positivamente en el resultado de los productos, sean del tipo que sean.

En términos generales esto supone lograr una mayor satisfacción de los usuarios, renovar más los mercados y mejorar las sociedades, por qué no decirlo. Mejoramos con ellas y ellas mejoran con nosotros.

Estas tecnologías y recursos evolucionan paralelamente con una industria que debe procesarlos a una gran velocidad. En este sentido existe una constante actualización e innovación que nos permite lograr soluciones cada vez más rápidas, más eficaces y lógicamente mucho más seguras.

Toda esta “modernización” y adecuación de las herramientas deriva en una mayor optimización de los proyectos de diseño industrial, tanto en los tiempos de realización como en los recursos económicos destinados a ellos porque mejora -no prescinde- algunas fases que hasta el día de hoy eran manuales, muy costosas e incluso con poca garantía y/o solicitación técnica.

El diseño industrial carece de sentido sin industria y sin mercado y sólo lo entendemos cuando está circunscrito a estos dos agentes. Quizás por esto la revisión continuada de las herramientas debe también englobarse dentro de este marco por lo que deberíamos ir tomando consciencia de que responden a sus leyes de mercado.

Es decir, que la mayoría de estas nuevas herramientas (softwares, impresoras, tabletas, ...) son en sí mismo productos. Productos independientes que compiten entre sí con sus homólogos y que se nos venden principalmente, más que por una aportación de mejora en la creatividad para el diseño, por su facilidad de uso, poder de marca, servicio, precio y sobre todo por el esquema de procedimientos y de tiempos que representan dentro de las empresas. Es decir, de entrada nos hablan más de productividad, de competitividad y de rentabilidad que de otra cuestión.

Entendiéndolo así dispondremos de la suficiente lucidez para ver que más que motivar la creatividad del diseñador, que debe fomentarse bajo con otros recursos y/o estímulos, muchas de estas herramientas tienen como fin único y concreto el de aportar valor real y directo al mercado. Un mercado que muchas veces es el suyo propio. De manera que suelen buscar de forma franca la minimización de los tiempos de ejecución de los proyectos, unos resultados mucho más racionalizados y una mayor productividad.

Podemos entender, ante esta sumisión total al mercado, que no todo es tan ideal y sencillo como muchas veces se nos presenta. Y si bien es cierto que estas herramientas permiten mejorar nuestro trabajo, nadie lo va a discutir hoy día, y que en la actualidad son ya indispensables, debemos saber también que todas estas herramientas mal usadas y mal entendidas, nos permiten caer en la más absoluta mediocridad y/o en el mayor de los “sin sentido” como diseñadores, por lo que deberemos tener siempre muy claro cómo deben utilizarse, cuando y con qué fin.

O le otorgamos a esas herramientas la adecuada función que tienen dentro del diseño o dominarán por completo nuestros resultados. Es así se simple. Por ello es necesario tener clara su función y no olvidarnos de que el diseño industrial es un “proceso intelectual" en el que, hoy por hoy, poco pueden aportar las máquinas.

Figura 3. Herramientas tecnológicas para el diseño

Técnicas de creatividad

Cuando se está trabajando en el mundo del diseño y en particular en el desarrollo de nuevos productos, es frecuente proponer soluciones basadas en ideas ya aplicadas.

Normalmente como consecuencia de la exigencia de una rápida respuesta a las demandas del mercado, con frecuencia el lanzamiento de nuevos productos carece de innovación.

La empresa es consciente de que en la innovación y diferenciación está el éxito y, en ocasiones, incluso su propia supervivencia. Se enfrenta por tanto a tener que concebir productos y procesos distintos de los tradicionales, con objeto de incrementar la competitividad de sus artículos en el mercado.

La generación de nuevas ideas y conceptos o de nuevas formas de afrontar y resolver problemas es fundamental para alcanzar éste objetivo.

Las técnicas de creatividad se presentan como una herramienta eficaz en la concepción de ideas y en la búsqueda

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