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Curriculum Y Transversalidad


Enviado por   •  10 de Abril de 2013  •  3.485 Palabras (14 Páginas)  •  499 Visitas

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Curriculum y transversalidad

Una reflexión desde la práctica

A manera de presentación

Los especialistas en curriculum tenemos siempre la tendencia de comenzar nuestros trabajos intentando definir qué es el curriculum. Esto no es, a mi parecer, un inicio trivial, especulativo o simplemente académico. Por el contrario, hoy con los cambios profundos a nivel social y del conocimiento se hace muy necesario precisar la complejidad de los elementos que intervienen en las decisiones curriculares. De esta manera, el curriculum se hace más pertinente y por sobre todo más inteligible, en especial para los docentes que son en definitiva quienes lo implementan.

Por su parte, la transversalidad es un enfoque dirigido al mejoramiento de la calidad educativa, y se refiere básicamente a una nueva manera de ver la realidad y vivir las relaciones sociales desde una visión holística o de totalidad, aportando a la superación de la fragmen¬tación de las áreas de conocimiento, a la aprehensión de valores y formación de actitudes, a la expresión de sentimientos, maneras de entender el mundo y a las relaciones sociales en un contexto específico. De esta manera, se hace posible introducir las preocupaciones de la sociedad, tanto en el diseño curricular como en las prácticas educativas. Desde esta visión se busca aportar a la formación integral de las personas en los dominios cognoscitivo, procedimental y actitudinal; es decir, en los ámbitos del saber, saber hacer y del ser, a través de los procesos educativos; de manera tal, que los sujetos sean capaces de responder de manera crítica a los desafíos históricos, sociales y culturales de la sociedad en la que se encuentran inmersos.

El hacer curricular

1. La primera pregunta que surge es qué estamos entendiendo por curriculum y por el acto de hacer curriculum. Por supuesto que reafirmo lo que dijera hace ya un tiempo, que el curriculum es el re¬sultado de un proceso de selección y organización de la cultura para su enseñabilidad y su aprendizaje (Magendzo, 1986). Es importante reiterar que este proceso no sólo tiene lugar en las esferas societales, para usar un término acuñado por John Goodlad, sino que también en el nivel local, institucional y de aula (Goodlad, 1966). Se se-lecciona y se organiza la cultura al definir las políticas educacionales, al identificar los grandes fines de la educación, al determinar los marcos curriculares mínimos del sistema, al elaborar los programas de estudio, al redactar y estructu¬rar los textos escolares, al seleccio¬nar las páginas computacionales, al desarrollar los instrumentos de evaluación, entre otros.

2. Debemos recordar que cuando estamos haciendo referencia al curriculum, estamos definiendo el conocimiento al que se espera los estudiantes accedan y aprendan de acuerdo con determinados proce-dimientos. El currículo escolar, en¬tonces, representa el conocimiento que se ha codificado de una cierta forma. Esto es lo que Michael Apple ha denominado el conoci¬miento oficial (Apple 1997).

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3. Elaborar curriculum es una tarea bastante más compleja hoy de

lo que lo fue en el pasado. En el presente intervienen, como nunca antes, una diversidad de actores sociales que antes estaban margi¬nados de este proceso. Además de los especialistas y profesores, par¬ticipan empresarios, trabajadores, padres y madres de familia, apode¬rados, miembros de la comunidad, estudiantes, etc. Cada uno aporta desde sus muy personales visiones de mundo y desde la concepción que tienen del rol que le cabe a la educación en la sociedad. En mu¬chas ocasiones estas visiones son discrepantes y a veces antagónicas ya que están en juego intereses distintos. Esto significa que para elaborar un curriculum consen-suado necesariamente hay que "negociar saberes". Por lo tanto, hacer curriculum hoy, es buscar consensos en las diferencias, tarea que como todos sabemos no es del todo simple.

4. Si pudiéramos caracterizar nuestra época debiéramos decir que el pro¬ceso de producción y difusión del conocimiento está en el centro de los desafíos. Se deben considerar dos planos; el plano interno, esto es el de la ciudadanía; y el plano externo, que abarca la globaliza-ción y la competitividad inter¬nacional (Drucker, P. 1987). En esta perspectiva, si el curriculum desea ser pertinente, necesaria¬mente debe buscar un equilibrio adecuado entre la dimensión éti-co-valorica y los comportamientos propios de la moderna democracia y ciudadanía. Se exige del curricu¬lum que tenga en consideración tanto la generación de capacidades y destrezas indispensables para el crecimiento basado en el progreso técnico compatible con el creci¬miento económico, como con la equidad social y la democratiza¬ción política.

5. En esta perspectiva, Michael Young (1999) identifica algunos rasgos centrales que distinguen a un curriculum del pasado de un curriculum del futuro. El primero implica un concepto de conocimiento y aprendizaje "para sí mismo" (for its own sake); está preocupado preferentemente por transmitir el conocimiento exis¬tente; valoriza más el conocimien¬to de las materias que aquel referi¬do a las relaciones entre materias; y asume una jerarquía que estable¬ce fronteras entre el conocimiento escolar y el de la vida cotidiana, creando de esta forma el problema de la transferencia del conocimien¬to escolar a contextos no escolares. Por el contrario, el Curriculum del futuro manifiesta un concepto transformativo del conocimiento, donde radica su poder y sentido, ya que intenta mostrar a los estu¬diantes que ellos pueden actuar sobre el mundo. Se focaliza en la creación de nuevos conocimientos, así como en la transformación del existente y hace hincapié en la interdependencia de las áreas del conocimiento y en la relevancia del conocimiento escolar en los problemas del diario vivir.

6. Podríamos sumar a la mirada del "Curriculum del futuro" la de¬finición que Flores (1993) tiene sobre la flexibilidad auténtica o verdadera para diferenciarla de los extremos de la rigidez y la hiper-flexibilidad, cada una de las cuales encarnan agentes sociales y espa¬cios sociales diferentes. Según este autor, la rigidez encuentra su ma¬yor auge en el espacio cartesiano y se entroniza en la idea del control en la vida intelectual y social. Su estilo expresa las características de este espacio social, fundado en la jerarquización, la disciplina y la predictibilidad; donde los agentes sociales más apreciados eran los de la conocida tríada: burócrata-experto-planificador. La hiperflexibilidad,

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