DISEÑO CURRICULAR

La realidad de la educación y de la formación académica en nuestra sociedad se encuentra en un proceso de constante evolución. En los últimos años se han inyectado recursos, a este sector, lo que ha permitido iniciar procesos de innovación, proyectos de desarrollo, mejoramiento y dotación de infraestructura, entre otros; los mismos que permiten enfrentar a la sociedad competitiva en la que vivimos. El alto grado de competitividad y los avances tecnológicos tanto locales como globales, han hecho que las empresas, negocios, industrias o sectores demanden mayor capacidad de trabajo para progresar.

En el contexto de la formación académica – militar, que es la razón de ser de la Escuela de Infantería, la realidad se asemeja a lo citado en el párrafo anterior, más aún cuando hasta hace poco se consideraba que esta formación no debía cumplir con estándares de calidad y que su contenido únicamente debía ser ideológico, orientado a cumplir el curso de perfeccionamiento como un requisito más para el ascenso en el rango militar. Esta perspectiva cambió por la de una verdadera formación académica – militar, que permita un crecimiento intelectual y profesional en los miembros del Ejército Ecuatoriano, y que contribuyan al desarrollo colectivo de la sociedad, como personas preparadas, conocedoras de la realidad y con sólidos conocimientos y valores morales.

En busca de alcanzar la excelencia y estar a la par con los requerimientos de formación académica militar, de cualquier otro Instituto la Escuela de Infantería del Ejército considera de vital importancia contar con la evaluación curricular que permita mejorar la capacitación y la optimización de los recursos materiales y humanos.

En la actualidad se ha dejado a un lado el pensamiento educativo antiguo y se ha conquistado la creatividad científica de la edificación hacia un nuevo estilo de educación, que tienda a conseguir el fin primordial de los educandos el de ser libres de pensamiento.

El mejoramiento de la calidad de la Educación Militar, se ha convertido en un reto que debemos asumir como un deber y un compromiso; un gran reto que indiscutiblemente deberá asumir todo el personal de la Escuela de Infantería del Ejército (E.I.E), pero que va a comprometer de una forma más particular y más directa a los Instructores. Para asumir y poder llevar a la práctica el gran reto que supone la mejora de nuestra calidad de enseñanza, lo primero que se necesita hacer, diagnosticar y reflexionar sobre la formación académica impartida, confrontándola con el perfil de salida. Punto de partida imprescindible desde el que se protagonizara en un futuro inmediato, una enseñanza abierta, innovadora y significativa.

La evaluación curricular que emprendemos, conlleva a un mejoramiento que sólo será posible si la comunidad educativa la asume de una manera crítica y reflexiva, y si llegan a sentirla verdaderamente como suya.

Las competencias nos conducen a una educación y formación que, más que enfocada a la pura adquisición de conocimientos se oriente al desarrollo de destrezas y habilidades que resulten útiles para los estudiantes a la hora de desenvolverse de manera autónoma en la vida diaria. Es decir, además de "saber" los estudiantes deben saber aplicar los conocimientos en un contexto real, comprender lo aprendido y tener la capacidad de integrar los distintos aprendizajes, ponerlos en relación y utilizarlos de manera práctica en las posibles situaciones o contextos a los que se tengan que enfrentar diariamente.

La educación y la formación de los soldados que buscan realizar el curso de perfeccionamiento deben estar guiadas a la filosofía del Ejército Ecuatoriano, y por eso tienen que ser obedientes a su vocación, a su ideal y conseguirlo a todo precio. Es la hora de tener una conciencia lúcida

...