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Delicuencia Juvenil

esgtiven13 de Noviembre de 2014

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Delincuencia Juvenil

Se entiende por delincuencia juvenil el conjunto de delitos, contravenciones o comportamientos socialmente reprochables, que cometen los menores de edad considerados como tales por la ley. La delincuencia juvenil ha aumentado de manera alarmante en los últimos tiempos pasando de ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad cualitativa.

Hoy en día es común escuchar en las noticias de jóvenes asesinos, ladrones aunque no solo es visto por la televisión, sino que se vive cada día en todo el mundo. Ciertos delitos van en constante aumento, como los delitos contra la propiedad, sin embargo algunos de éstos provocan mucha alarma social no obstante su nivel relativamente bajo de violencia, como ocurre con los arrebatos de bolsos y carteras, que son realizados por menores de edad organizados en grupos.

Los atracos y robos a manos de adolescentes entre 12 y 17 años son alarmantes. Lo que antes resultaba extraño escuchar por los medios de comunicación es hoy el protagonista de los principales titulares; la delincuencia juvenil, una triste realidad que arropa el país.

Muchos asimilan la delincuencia con la pobreza, de tal manera que los jóvenes más pobres serían necesariamente los más propensos o autores de actos violentos contra los demás. Esto no es así de contundente y categórico, porque la motivación para ejercer la delincuencia organizada estaría más en la ambición, en conseguir bastante plata con el menor trabajo posible.

Entorno familiar

Entre los factores familiares que pueden tener una influencia negativa podemos incluir los siguientes:

• El nivel de supervisión parental.

• La manera de disciplinar a los hijos por parte de los padres.

• Un conflicto o una separación parental.

• Padres o hermanos criminales.

• Un abuso o una negligencia parental.

• La calidad de la relación padre-hijo.

Delincuencia juvenil como fenómeno masculino

El crimen juvenil cometido por hombres es mucho más elevado que el femenino. Teóricos feministas y otros han estudiado las causas de este fenómeno. Una sugerencia es que las ideas de masculinidad pueden hacer que hombres jóvenes delincan con mayor probabilidad. El ser resistente, tener mayor capacidad, ser agresivo, atrevido y competitivo pueden ser maneras con las que los jóvenes expresan su masculinidad. La expresión de estos ideales puede hacer más probable que jóvenes adquieran un comportamiento antisocial y criminal. Alternativamente, algo que hace que los hombres jóvenes actúan como hacen es debido a la presión social para ajustarse a los ideales masculinos; los hombres jóvenes pueden ser naturalmente más agresivos, atrevidos, etc., pueden existir factores biológicos o psicológicos, la manera que los padres tratan a los hombres jóvenes pueden hacerlos más susceptibles de delinquir.

Según un estudio llevado a cabo por el doctor Kevin M. criminalista de la Universidad del estado de Florida (EEUU), los varones adolescentes que poseen cierto tipo de variación en un gen específico son más proclives a reunirse con otros delincuentes.

Situación en Republica Dominicana

La República Dominicana es escenario de atracos, robos, enfrentamientos entre bandas, donde impera la inseguridad y el desasosiego; la impotencia de no poder hacer nada te agobia y te lleva a la desesperación.

Según la Revista de Menores, este fenómeno se da por diversas causas, teniendo graves consecuencias en la sociedad:

-Se dice que la causa principal y la más mencionada es la falta de trabajo, debido a esto los jóvenes se ven obligados a abandonar sus estudios por falta dinero al tener necesidad por este, ya sea por simple sobrevivencia o presencia de algún familiar enfermo que requiere de un tratamiento poco económico, lleva a los jóvenes a ver un camino fácil, que es el de la delincuencia.

-La pertenencia a una familia desestructurada, e incluso con dificultades para conciliar la vida familiar y laboral, situaciones que derivan generalmente en desatención y falta de límites y de control respecto de los hijos.

-La transmisión de imágenes y actitudes violentas por parte de diferentes medios de comunicación o videojuegos destinados al público de los menores y adolescentes. Esto contribuye a inculcar en los menores determinados valores, en los cuales la violencia es un recurso aceptable.

-El consumo de drogas y sustancias tóxicas. En muchos casos, el joven vuelto adicto a dichas sustancias, se ve tentado e impulsado a cometer actos de delincuencia para obtener los medios económicos para comprar aquello que satisfaga su adicción.

Consecuencias para la sociedad

La primera consecuencia de la delincuencia juvenil es la pérdida de la escala de valores, seguida de la violencia en la calle, trayendo consigo el temor de la población a salir por el incremento de estos grupos.

Otra consecuencia es la muerte de personas atacadas por los delincuentes, dando lugar a nuevas víctimas como lo son la familia, que a su vez acarrean consecuencias psicológicas. Generalmente la sociedad se preocupa más por la prevención, castigo y rehabilitación del delincuente que por atender a la persona agredida; es importante tratar a los delincuentes pero a su vez lo es tratar a las víctimas.

Una consecuencia a favor de la sociedad es la fomentación de centros en contra de delitos y adicciones, así como instituciones que brindan apoyo psicológico a familias, las cuales son el primer núcleo donde se puede terminar con la delincuencia.

Los padres son muy importantes en este tema ya que, el hogar es el lugar donde el joven recibirá el esfuerzo de adaptación social y si ahí le falta el impulso de adaptación, será probablemente para siempre un socialmente inadaptado, lo que equivale a decir inclinación al delito. Algunos jóvenes que se inclinan a la delincuencia se deben a que forman parte de familias en las cuales los problemas y la violencia internos son cotidianos; para estas familias conflictivas, en proceso de desintegración, el hecho de ser joven y además, miembro de una pandilla, significa vivir en un mundo incomprensivo.

Los adolescentes sienten la necesidad de ser parte en un grupo porque buscan la protección, el cariño y el respeto que no tienen en sus casas, y ya sea por falta de dinero o por ganas de hacerse respetar por los demás, se dejan llevar por las bandas de criminales y comienzan una carrera delictiva, bien sea vendiendo cosas robados, vendiendo droga o algo y con el paso del tiempo más jóvenes terminan por convertirse en sicarios o asesinos por encargo y de esta forma siguen ganando estatus en el mundo delictivo. Se introducen en un camino sin retorno que siempre se paga con la muerte. Una vez que se entra a ese mundo no se puede salir.

Según Tahira Vargas, antropóloga e investigadora de este problema: “La delincuencia juvenil es un fenómeno que afecta a toda la sociedad dominicana y que su crecimiento hace visible el vacío existente en términos de políticas sociales dirigidas a la juventud y a la prevención de la delincuencia” (Vargas, 2009).

La especialista, quien también es autora del libro “Jóvenes, delincuencia y drogas”, recomienda como principal medida preventiva, la ampliación de la cobertura del sistema educativo dominicano en todos los niveles de enseñanza. Asimismo, la antropóloga plantea que se deben erradicar las expulsiones en los centros educativos, de las jóvenes embarazadas, o por el uso de aretes, recortes de pelo inadecuados, peleas, entre otros. En este sentido, aclara que “la disciplina en los centros educativos debe estar orientada al autocontrol y el desarrollo de la responsabilidad”. Vargas aboga porque se desarrollen programas dirigidos a jóvenes que cometen actos delictivos, con el objetivo de reinsertarlos en procesos educativos.

De igual manera, “la policía y la DNCD deben erradicar sus conductas de complicidad y cobro de cuotas a la población joven en actividades delictivas, para no seguir fortaleciendo estas actividades. Por el contrario deben actuar en la investigación y proceso judicial de estos delitos”, concluyó la especialista.

La mejor manera de prevenirse contra la delincuencia juvenil es la de impedir que surjan delincuentes juveniles, para lo cual se requiere de adecuados programas de asistencia social, económica, educacional y laboral.

En el ámbito social, una de las posibles soluciones está en asesorar psicológicamente a la familia en relación con los cambios emocionales de los hijos y el rol que la educación tiene en ellos. Esta es, principalmente importante en el desarrollo moral e intelectual de la juventud. La educación está intrínsecamente ligada con el desarrollo moral, ya que esta prevé una mala conducta que pueda estar relacionada con un infante o un adolescente.

Por otro lado, puede brindarse apoyo institucional a través de centros de rehabilitación estatales y ONG’s que apliquen un reglamento basado normas de conducta, control de sus actos, y motivación. De igual manera, el trabajo comunitario brindaría apoyo social y económico a los jóvenes que más lo necesitan, ya que, muchas veces, la necesidad es un factor de la delincuencia.

Como grupo, opinamos que la sociedad está en la capacidad de ayudar a estos jóvenes, solo nos falta ganas de intentarlo, si logramos formar una unicidad entre sociedad y conducta moral, la juventud estará orientada en buen camino y deparará un buen futuro para la urbe.

Delincuencia

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