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Derecho Peticon


Enviado por   •  21 de Abril de 2015  •  11.361 Palabras (46 Páginas)  •  142 Visitas

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1. CONFLICTO ARMADO INTERNO Y SU INCIDENCIA EN LA MUJERES

1.1 CONFLICTO ARMADO INTERNO

El conflicto armado, ha traído consecuencias negativas respecto de la participación de las mujeres en el ámbito público y político, en la participación de los movimientos y organizaciones sociales, innumerables mujeres líderes comunitarias han sufrido diversas formas de violencia de los actores armados ilegales tanto persecuciones, hostigamientos y amenazas que afectan e intimidan su capacidad de participación, toma de decisiones y esferas de poder, disminuyendo la posibilidad de acceder a la agenda pública nacional y territorial

Los conflictos armados actuales encubren casi siempre verdaderos enfrentamientos internacionales. Sin embargo “El conflicto armado interno es cuando se está en presencia de una acción hostil dirigida contra un gobierno legal, presenta un carácter colectivo y un mínimo de organización” .

Uno de los problemas más agudos en la aplicación del Derecho Internacional Humanitario al conflicto armado interno es el reconocimiento del mismo por parte de los Estados, el hacer ver el conflicto como eventuales enfrentamientos sin mayor trascendencia, hace que no se le dé una connotación real y por consiguiente un tratamiento especifico como tal negando de ante mano la injerencia de otros Estados u organizaciones internacionales, no dejando de lado el status que pudiese llegar a tener los grupos al margen de la Ley.

Para el Estado colombiano el reconocimiento no ha disminuido la crisis, la tendencia del conflicto armado no varía significativamente por el contrario miles de personas huyen a los enfrentamientos armados, bombardeos, violaciones etc.

Según informe de CODHES expresa que dentro del primer semestre de 2010 y el mismo periodo de 2011 aumentaron las masacres de 17 a 22, subió el número de víctimas en estas masacres de 81 a 101 y se incrementaron los asesinatos selectivos de indígenas de 41 a 55, lo que permite evidenciar un conflicto armado donde la población civil sigue siendo la más afectada por sus formas de degradación.

Es así como la realidad del conflicto desborda los límites del derecho, ante el incremento de la violencia en una constante discriminación, desigualdad en aspectos sociales, económicos y culturales.

Por ejemplo dentro de un muestreo significativo de la ciudad de Bogotá que permite una aproximación estadística. La impunidad sigue siendo dramáticamente alta “se presenta una afectación creciente de las mujeres de los 4.9 millones de desplazados desde 1985 hasta el 2010, el 50% son mujeres, y el 74% lo conforman mujeres, niñas y niños ; así mismo de 259.195 desplazados que llegaron a Bogotá entre 1999 y septiembre de 2005, el 51% son mujeres. Las mujeres desplazadas están sujetas en sus zonas de origen a condiciones de mayor vulnerabilidad frente a los delitos de violencia y re-victimización”

1.2 VIOLENCIA SEXUAL DE LAS MUJERES EN EL MARCO DEL CONFLICTO ARMADO

La violencia sexual es un ejercicio de dominación y una forma mediante la cual el

hombre demuestra su supremacía sobre la persona a quien violenta, en general una mujer. Esto dentro de un contexto de confrontación armada, que redunda en favor de la guerra y de los actores armados que la cometen, en una actitud de demostrar expresar o ejercer superioridad, al igual que mejorar su posición militar, política y/o económica con respecto a los otros grupos armados, de las autoridades civiles o de las organizaciones sociales.

La violencia sexual es una de las múltiples formas para intimidar y mitigar los derechos de las mujeres, que se agrava indiscutiblemente en el marco del conflicto, es entendida como aquella que “se manifiesta a través de actos agresivos que mediante el uso de la fuerza física, moral o psíquica reduce a una persona a condiciones de inferioridad para imponerle una conducta sexual en contra de su voluntad”.

Para Colombia no es un fenómeno nuevo, es una práctica sistemática y generalizada por los actores del conflicto armado, Las mujeres son las que están sometidas en mayor medida a este tipo de violencia “En tiempos de paz las mismas sufren todo tipo de persecusiones basadas en el género, incluyendo actos de violencia sexual y esclavitud. En los conflictos armados los horrores que las mujeres deben enfrentar se multiplican en número, frecuencia y severidad, incrementándose así mismo el grado de impunidad con que tales atrocidades son cometidas”.

Se han identificado diversas formas de violencia sexual que van desde las “relaciones sexuales forzadas, la violación sexual por un agresor, la violación sexual por más de un hombre, las violaciones repetidas en el tiempo, el acoso sexual, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, la trata de personas, las mutilaciones genitales, el aborto forzado, las amenazas a cometer algún tipo de violación, los manoseos, la desnudez forzada y pública, los golpes en los senos hasta las uniones forzadas” . Causándoles daños psicológico, patrimonial y en varias ocasiones siendo revictimizadas.

Aunque se carece de cifras exactas sobre el número de casos de violencia sexual contra las mujeres en el marco del conflicto “La prevalencia de la violencia sexual para el periodo de 2001 – 2009 en los 407 municipios con presencia de fuerza pública, guerrilla, paramilitares u otros actores armados se estimo en 17.58 %. Durante nueve años 489.687 mujeres fueron víctimas directas de la violencia sexual; 149 diariamente y 6, cada hora. Se estima que durante los 9 años, 94565 mujeres fueron víctimas de violación, es decir el 19.31 % del total” .

De las 489.687 mujeres, aproximadamente solo 181.452 reconocen haber sido víctima de violencia sexual, quizás por el miedo a denunciar, la no credibilidad en el sistema judicial, la ineficiencia en rutas de atención etc. Ello significa que solo el 6.52 % de las mujeres de 407 poblaciones se considera víctima a pesar de que un 17.58% ha sido efectivamente víctima.

Tabla 1. Tipo de violencia sexual por número de mujeres víctimas.

Con los datos estimados el 18.84% de las mujeres que fueron víctimas de embarazo forzado en un primer momento, no identifica éste como uno de los tipos de violencia sexual, del mismo modo, el 11.94% de las victimas de aborto forzado no reconoce ser objeto de violencia sexual, y el 58. 42% de las mujeres víctimas de esterilización forzada no cree que se trate de una forma de violencia

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