Describir saberes de la práctica docente

Describir saberes de la práctica docente mediante la reflexión y la observación.

Antes de describir mis saberes, es importante comentar que soy educadora, cuento con 13 años frente a grupo y convivo con niños de 3 a 6 años, me gusta mucho mi trabajo y sé que es importante seguir preparándome día con día para dar lo mejor de mí.

A partir de la reflexión y del análisis de mi práctica docente, considero que cuento con diversos saberes que he adquirido a lo largo de mi trabajo frente a grupo.

Dentro de mis saberes se encuentran el darme a la tarea de conocer a mis alumnos mediante el trabajo diario y a través de la observación y a partir de ahí y de las evidencias de trabajo, realizo un plan diagnostico grupal que me ayuda a describir las fortalezas y áreas de oportunidad con que cuentan mis alumnos, para de ahí realizar un plan de acción con las competencias que necesito favorecer.

También dentro de mis saberes se encuentra el que se cómo realizar una planeación didáctica, donde a partir de la competencia, surgen una serie de actividades que ayudaran al alumno a potencializar sus conocimientos, el saber realizar un diario de trabajo, en el cual registro las manifestaciones de los niños, sus intereses sus reacciones, si resulto la actividad o no, así como mi intervención docente.

La evaluación del alumno también forma parte de mis saberes docentes, ya que mediante esta puedo registrar y observar los avances, así como realizar ajustes a la planeación de acuerdo a las características de los niños.

El conocer a los padres de familia y saber cómo dirigirse a ellos, así como la comunicación que existe para compartir información de sus hijos.

Dentro del saber cotidiano se encuentra el saber cómo aplicar una actividad, es necesario saber cómo organizar al grupo, como involucrar a todos, buscar la forma de motivarlos y mantenerlos interesados, así como conocer sus gustos y la forma de trabajar, así como que estrategia aplicar para sacar el mayor provecho a la actividad.

Pero no todo los saberes se enfocan a lo académico, también es importante saber cuándo el niño se siente triste, le duele algo, lo molestan sus compañeros, o no quiere trabajar, es ahí cuando el docente sabe cómo actuar, si requiere un apapacho, un beso, un abrazo, o necesita su espacio, todo esto se adquiere con la práctica y con el contacto físico y afectivo que nos da el interactuar con el niño y que llega a formar parte de nuestras vidas y no solo de nuestro trabajo.

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