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Desigualdades de la mujer en diferentes ámbitos

Lucía Amador MuñozTrabajo17 de Noviembre de 2016

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DESIGUALDADES DE LA MUJER EN DIFERENTES ÁMBITOS

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Autoras:

Amador Muñoz, Lucía Chantal: 53744873 Z

Campos Daga, María Jesús: 53899832 E

Cano Cisnero, Inmaculada: 76750015 G

Cano Torralvo, Irene: 76754549 F

De Toro López, Elena: 77185032 E

Sociología de la Educación                1ºA Ed. Primaria                                 2014/2015

Marín Olalla, María Teresa

ÍNDICE

        INTRODUCCIÓN………………………………………………….…..…. 3

I.        CONCEPTOS GENERALES SOBRE EL GÉNERO………….….....…… 4

II.        DESIGUALDADES DE LA MUJER EN DIFERENTES ÁMBITOS….... 7

1.        EN EL ÁMBITO LABORAL…………………………………….. 8

2        EN LA PRÁCTICA POLÍTICA…….…………………………… 10

3.        EN EL HOGAR………………………………………….………. 11

4.        EN LA CULTURA……………………………………….……… 12

CONCLUSIONES………………………………………….……….….………... 15

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………..………….………. 16

INTRODUCCIÓN

“Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojala ya no tuviera necesidad de soñarlas”  (Martin Luther King).

El presente trabajo se va a centrar, como bien indica su título, en las desigualdades de la mujer con respecto al hombre en distintos ámbitos, concretamente en el trabajo, en el hogar, en la práctica política y en la cultura.

En primer lugar, para familiarizarnos con el tema y facilitar su comprensión, aclararemos una serie de conceptos relacionados con el género y la desigualdad.

Una vez finalizada esta tarea, nos adentraremos en el contenido propio del trabajo. Comenzaremos tratando, de forma general, el tema de la desigualdad. Posteriormente, hablaremos de la desigualdad que sufre la mujer con respecto al hombre en el ámbito laboral. De igual manera, en el siguiente apartado, trataremos las diferencias entre ambos géneros, pero referido a la práctica política.

Por otra parte, nos centraremos también en el papel que desempeña la mujer en el hogar, abarcando épocas palabras.

Para finalizar, en el último apartado del trabajo, expondremos la situación de la mujer en la cultura, concretamente en los medios de comunicación, en la literatura y en la música.

  1. CONCEPTOS GENERALES

En este apartado, creemos conveniente definir y relacionar los principales conceptos del tema, los cuales son: sexo, sexismo, género, hermafrodita, identidad de género, transexualismo o transgenerismo, transexual, rol de género, travestismo,  representación de género y estratificación de género.

Antes de centrarnos en el género, es imprescindible tener clara la definición de sexo. Este concepto hace referencia a la “diferenciación biológica entre machos y hembras, en la cual intervienen la composición cromosomática, los órganos reproductores, los genitales y el componente hormonal” (Macionis y Plummer, 2011: 334).

No obstante, el sexo de una persona puede no ser evidente, ya que “una disfunción hormonal antes del nacimiento puede dar lugar a un hermafrodita, un ser humano que combina rasgos genitales internos o externos propios de los dos sexos, el masculino y el femenino” (Macionis y Plummer, 2011: 335).

Considerando el sexo o el género de un individuo, se desarrolla un tipo de discriminación llamado sexismo que es la “creencia de que el sexo propio es, por definición, superior” (Macionis y Plummer, 2011: 338). Este conlleva a que una persona sea discriminada en un determinado ámbito por su sexo. Habitualmente, este sexismo se aplica principalmente en contra de la mujer.

Por otra parte, entendemos por género la construcción social realizada a partir de las diferencias de sexo mediante las cuales se prescriben diferentes papeles y responsabilidades. Por tanto, el género no es algo dado automáticamente por la biología, sino que gran parte de él se construye socialmente.

Ser hombre o mujer implica tener roles y posiciones diferenciadas en el espacio que comparten como grupo. Por consiguiente, la catalogación de una persona en un grupo o categoría hace que esta asuma determinados rasgos o conductas. La identidad de cada género significa la admisión de determinados roles sociales, actitudes y disposiciones, que son diferentes de un género a otro. Además, aporta rasgos que reconocen al sujeto o grupo frente a los demás, tales como estereotipos o visiones compartidas. Así, pueden explicarse los estereotipos basados en la diferenciación de hombres y mujeres.

Por ejemplo, algunos rasgos característicos del colectivo de mujeres frente al colectivo masculino son: la asignación de tareas relacionadas con el cuidado de la familia, el dificultoso acceso al poder o a los recursos económicos, etc.

El género tiene una enorme influencia en la visión que tenemos de nosotros mismos, en nuestras relaciones con los demás y en cómo nos desenvolvemos, y abarca varios conceptos que se relacionan entre sí.

Por una parte, la ``identidad de género se refiere al estado psicológico en que se encuentra una persona cuando dice <> o <>´´ (Macionis y Plummer, 2011: 335).

A veces, un hombre puede creer que es una mujer pero poseer los atributos masculinos, lo que se conoce como transexualismo o transgenerismo. Habitualmente, a estas personas se les conoce como transexuales, es decir,  ``personas que sienten que pertenecen a un sexo aunque desde el punto de vista biológico pertenezcan a otro´´ (Macionis y Plummer, 2011: 336). El transexualismo lleva, por ejemplo, al travestismo, es decir, que un hombre utilice ropa de mujer o viceversa.

Por otra parte, dentro de los conceptos de género, es conveniente tratar el de rol de género que ``se refiere al aprendizaje y puesta en práctica de las prácticas sociales asociadas a un determinado género´´ (Macionis y Plummer, 2011: 336).

Además,  hay que destacar que la ``representación de género se refiere a la manera en que el individuo expresa su masculinidad o feminidad´´ (Macionis y Plummer, 2011: 336).

Finalmente, la "estratificación de género se refiere a la distribución desigual de riqueza, poder y privilegios entre los dos sexos" (Macionis y Plummer, 2011: 338).

“La identidad de género evoluciona a lo largo del ciclo vital, a través de las distintas experiencias” (Macionis y Plummer, 2011: 345).

Las agencias de socialización constituyen al proceso de socialización de género:

  • El trabajo. Este forma la identidad masculina. Al igual que la vida de las mujeres están adscritas al cuidado de la casa, la vida de los hombres está determinada por su trabajo, dándose un ejemplo en la humillación que estos padecen al carecer de empleo. En la actualidad, aún perdura la concepción de la superioridad del hombre en el ámbito laboral, ya que, aunque no de manera tan evidente, en igualdad de conocimientos es preferible un varón, siendo uno de los motivos la ausencia de baja por maternidad. Por otra parte, debido a sus roles tradicionales, hay trabajos a los que acceden con mayor facilidad, como mujeres a la limpieza o los hombres a la mecánica.
  • Los medios de comunicación también influyen en el género. Desde los años 50, la televisión ha centrado su atención en la imagen masculina. Las mujeres, sólo en la última década de los 70, han tenido un papel predominante en la televisión. Cuando aparecen los dos sexos, los hombres suelen interpretar papeles como de detectives brillantes o valientes exploradores,  mientras que ellas interpretan a personajes menos capaces relacionados con sus funciones tradicionales en el hogar o con su belleza. En la publicidad, los cambios que deberían producirse para una igualdad han sido especialmente lentos, ya que presentan al género femenino con productos de limpieza, comidas o tareas tradicionales y a los varones con automóviles, servicios bancarios o maquinaria de trabajo.
  • La publicidad perpetua muestra lo que Naomi Wolf llama <>. “Esta autora defiende que la sociedad enseña a las mujeres a medir el logro, la satisfacción y la importancia personal en término de apariencia física” (Backman y Adams, 1991; citado por Macionis y Plummer, 2011: 346).

Este mito fija unos parámetros de belleza inalcanzables para la mayoría de las mujeres, de manera que su búsqueda puede provocar enormes consecuencias negativas, entre ellas problemas de salud como anorexia. El mito enseña a las mujeres a valorar sus relaciones con los hombres, a los cuales sólo podrán conseguir por medio de la belleza. El concepto de belleza reduce al género femenino en simples objetos e incita a los hombres a tratarlas como si fueran muñecas y no personas. La belleza es también una cuestión de comportamiento. Las mujeres consiguen su felicidad cuando la alcanzan y los hombres cuando consiguen a esa mujer bella.

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